(ovas)Descubriendo mundos

OFF ROLL
las ovas serán como tipo capítulos como si de un fan-dic se tratara.
lasovas sera un detras de... descubriendo mundos
ON ROLL.
.         CAPITULO 1

Me desperté con la salida del sol era muy hermoso mire dentro de la cueva y me asegure de que shiro estuviera dormido. Después me dirigí con Sarah

*hola sarah, oye me ayudas hoy es un dia muy importante para shiro y para mi, es nuestro primer aniversario y me gustaría hacer un festejo*

Elle me miro y sonrió y dijo que con gusto me iba a ayudar. Ya que eramos una bonita pareja

*gracias sarah*

Le di un abrazo y comenzamos a buscar las cosas, no quería decirle nada a shiro quería que fuera sorpresa....

Hoy me desperté más tarde que de costumbre, cuando lo hice no vi a Leiza, salí de la cueva, me estiré y fui a dar un paseo por mi reino, mientras intentaba buscar a Leiza.

-Dónde se habrá metido?- pregunté

Sin querer acabé en la galería de túneles y me puse a recorrérmela cual cachorro, me lo pasé muy bien, luego senté la cabeza y salí a patrullar el reino, en eso los elefantes me dijeron que les faltaba agua y no fueron los únicos, así que fui a ver qué pasaba, seguí el cauce del río que ahora era mucho más pequeño y me topé con una presa, busqué a los castores y cuando los hallé les canté las cuarenta.

-¿Se puede saber qué estáis haciendo?, estáis dejando al reino sin agua- dije enfadado- Voy a derribar la presa

Los castores querían impedírmelo, pero yo no me achanté y rugí.

-¡He dicho que hay que tirarla!- grité- ¡No nos vais a dejar a los demás sin agua!

Tras decir eso usé todas mis fuerzas para romperla y rápidamente me aparté, ya que mucha agua salió de golpe y llevaba tanta fuerza que podría haberme arrastrado, después regresé a casa y me acosté, allí me encontré con mis hijos, pero duró poco el encuentro porque enseguida se marcharon.

cuando atardeció fui a buscar a shiro y lo encontre en la cueva, me acerque sigilosamente hacia a el, cuando estaba cerca salte y quede encima de el. me rei y lo abrace

*jeje, me alegra ver dad contigo, ven quiero mostrarte algo, se que te va a encantar.*

le dige despues le pregunte

*si sabes que se festeja el día de hoy, no?*

espero que shiro no lo haya olvidado por que de lo contrario me pondre muy triste.

Yo estaba durmiendo y de repente Leiza saltó sobre mí, me asusté un poco, pero al ver que era ella se me pasó.

-Que susto me diste- dije sonriendo

En eso me dijo que fuera con ella porque quería mostrarme algo, yo asentí y la seguí, también me preguntó si sabía lo que se festejaba hoy y yo me quedé en shock.

-¿Hoy?, ¿acaso pasa algo especial?- pensé

En eso me puse a pensar, no quería meter la pata hasta el fondo, tras pensar acabé recordando y abrí los ojos de par en par, pensaba que era mañana y por eso no tenía nada preparado.

-Claro que recuerdo- dije sonriendo- Espera un momento, tengo que atender un asunto que he dejado pendiente de esta mañana, no te muevas, vuelvo enseguida para estar con la leona que amo

Le di un beso y me marché corriendo, estaba apurado, no sabía que hacer para ella, quería que fuera especial, pero nunca se me dio bien hacer regalos, ya que siempre fui un renegado en mi clan y ni di ni recibí regalos nunca. Acabé otra vez en la galería de túneles, allí vi una flor, ya me había documentado sobre ella y era perfecta para regalársela, además ese color cyan me gustaba y me hacía recordar el pelaje de Leiza, la cogí y regresé con mi amada.

-Esto es para ti- dije mientras se la colocaba-
Te queda perfecto, no sabía que pudieras estar más guapa

Vi que shiro se fue corriendo, así que pensé que se le había olvidado, primero me puse triste después lo vi y traía una flor me la puso. Me sonroje cuando dijo eso.

*Pensé que lo habías olvidado?*

Lo bese, después le dije que me siguiera.
Íbamos llegando cuando

*Shiro, cierre los ojos, no te preocupes yo te guiaré*

Caminamos hasta llegar al manantial a hay está mi regalo para el así que. Estaba toda la manada el lugar estaba lleno de flores y adornos en el centro la comida adornado con plantas muy ricas según Sarah.

*Ya puedes abrir los ojos*

-Jamás lo olvidaría- dije sonriendo

¡Fiu!, qué poco ha faltado, de la que me había librado, Leiza me dijo que cerrara los ojos y eso hice, ella me fue guiando hasta que nos paramos y me dijo que ya podía abrirlos, cuando lo hice vi que estábamos en el manantial, el cual estaba diferente, ya que estaba lleno de flores y adornos.

-Es precioso Leiza- dije sonriendo- Gracias, mi regalo al lado de esto es poca cosa

Tras decir eso la acaricié y la besé, estaba muy feliz del regalo que me había hecho, ahora me sentía mal por haberle regalado una sola flor.

Le regalé una sonrisa.

*Claro que no, verte feliz es mi mejor regalo, el que estés con migo hasta el final*

En el manantial no solo estaba adornado también la manada y traían la comida, muchos nos felicitaban nos abrazaban.

-Gracias cariño, sin duda eres la mejor- dije besándola- Te quiero con locura

En eso los miembros de la manada nos trajeron la comida mientras nos felicitaban, estaba contento y a la vez un poco molesto, ya que siempre me habían tratado fatal y ahora me trataban tan bien, pero alejé esos pensamientos de mí porque ahora estaba con mi amada Leiza.

-¡A comer!- exclamé

No faltó decirlo dos veces, todos nos pusimos a comer como si no hubiera un mañana, estábamos bastante hambrientos. Al acabar acaricié a Leiza y la abracé.

-Esto no ha terminado, ven, te voy a llevar a un lugar genial- dije sonriendo

Después de comer, el cual gozamos mucho, shiro me digo que tenía que debía mostrarme algo así que asentí y lo seguí

*Shiro, a donde vamos?*

Pregunté con una gran sonrisa

Leiza me siguió y yo la llevé a uno de los sitios que más me gustaban del reino, los descubrí cuando vagaba solo por allí, subimos una leve montaña y me senté en la cima.

-Ven, siéntate a mi lado- dije sonriendo- Y mira el paisaje

Justo en ese momento empezaba a anochecer y la puesta de sol desde ese lugar era espléndida pues los rayos de luz se distorsionaban y formaban ondas muy coloridas.

-¿Qué te parece?, ¿te gusta?- pregunté sonriendo

Lo seguí y me senté aún lado de el mire hacia el cielo y me sorprendi un espectáculo de luces era hermoso.

*WoW,shiro es bellísimo, gracias eres el mejor*

Le acaricie la melena, lo bese y luego mire hacia el cielo.

-Me alegra que te guste, cariño- dije sonriendo y acariciándola

Estuvimos así un rato hasta que el espectáculo se acabó, después regresamos a casa.

-Ha sido un buen día- dije sonriendo- Me lo he pasado muy bien junto a la leona que más amo en la vida

Al llegar a casa, nuestros hijos nos felicitaron y nos tiraron pétalos de flores, después se acurrucaron junto a nosotros.

-Sin duda sois los mejores hijos que unos padres pueden desear- dije sonriendo- Me siento el león más afortunado del mundo

Suspiré de cansancio *tienes razón hoy fue un gran dia, y si tenemos a los mejores hijos del mundo*
En efecto fue un día muy divertido, cansado pero muy feliz no puedo desear más que estar con ellos. Y más con Shiro que es mi todo
*Bueno Shiro espero que la hayas pasado bien, después de todo fue nuestro aniversario*
Le dije mientras lo miraba a ala cara.

-Por supuesto que me lo he pasado muy bien- dije- El año que viene volveremos a celebrarlo

Tras decir eso la acaricié y le di un beso, en eso Erik dijo que quería jugar, yo asentí y me puse a jugar con él, después de un rato acabé cansado y me eché en el suelo cuando de repente me acordé de algo, me volví a levantar y me acerqué a Leiza.

-Cariño, enseguida es el cumple de Erik, habrá que hacerle algo- le susurré al oído

Le regrese el abrazo...
*Tienes razón, hay que hacerle una fiesta sorpresa en su cumpleaños*
Le dije mientras le acariciaba la melena Erik se acercó y nos preguntó de que hablamos...
* Cosas de adultos, Erik*

-Así es, aún eres muy joven para hablar de ese tema contigo o tus hermanas- dije sonriendo

La verdad es que no podía evitar reírme por dentro y se ve que no pude disimularlo, ya que Erik se enfadó e intentó darme con todas sus fuerzas, pero no sentí ni el más mínimo dolor, debido a que era un cachorro y no es que tuviera mucha fuerza.

-Bueno, será mejor que vayamos a dormir- dije bostezando-
Estoy muy cansado

Tras decir eso no tardé mucho en echarme en el suelo, estaba tan cansado que no pude evitar cerrar los enseguida en cuanto me acosté, ya estaba durmiendo.

Agarre a las niñas y acomode Erik se acostó a un lado y nos dormimos.
Ala mañana siguiente me levanté y ví el amanecer
Cuando de la nada alguien me saco de mis pensamientos...

Al día siguiente me desperté algo más tarde de lo usual, cuando abrí los ojos vi a Leiza mirando lo que quedaba del amanecer, me levanté y me posicioné justo detrás de ella, con mis patas le tapé los ojos.

-¿Quién soy?- pregunté sonriendo e intentando cambiar la voz

Quería divertirme un rato antes de salir a cumplir con mis deberes como rey de Mountain Lands.

De pronto alguien me tapo los ojos...

*Mmmm.... Oh ya se eres Shiro mi apuesto Shiro*

Estaba segura que era el no podría ser alguien más por que aún no se levantaban y el pues debe comenzar a vigilar

-Vaya que lo has adivinado demasiado rápido- dije riéndome- Pensé que ibas a tardar más

En eso le di un beso y me senté junto a ella, apreciaba los momentos que pasábamos a solas contemplando el amanecer.

-Aprovechando que todos están dormidos, ¿qué podemos preparar para el cumpleaños de Erik?- dije

*muy buena pregunta*

Suspiré y le regrese el beso

*Lo que podemos hacer es hacerle una fiesta sorpresa... Conseguir lo que más le guste de comer y así*

-Me parece bien, pero habría que distraerle para que no se de cuenta- dije- Mmmm, ¿te encargas de tu de eso y yo de distraerle para que no se dé cuenta de nada?, también puedo ayudarte en lo que necesites

Hubiera seguido platicando con Leiza sino hubiera sido por un guepardo que me traía trabajo.

-Tengo que irme- dije dándole un beso- Te quiero

Dicho esto me fui siguiendo al guepardo, esperaba que no fuera la cosa muy grave, porque no me apetecía trabajar mucho ese día.

Me puse a pensar como organizar el evento sin que Erik se diera cuenta, quería que fuera sorpresa.... Me puse a caminar y mientras caminaba iba pensando... Que tal si le hacemos una fiesta de disfraces, no mejor no... Mejor una fiesta normal y que haya juegos tal vez no haya muchos cachorros de su edad pero las leonas podrán participar.... Me puse a pensar la caminata hacías las comas la ligera hackean que me inspirara

Por suerte no era una grave, aunque tuve que ponerme serio para separar a los guepardos, se estaban peleando porque se quejaban de sus manchas y de que cada vez su territorio era más pequeño. Para que me hicieran caso tuve que rugirles, a continuación escuché sus quejas y les puse una solución, todos se alegraron y yo me pude marchar para regresar al lado de Leiza, la hallé enseguida y me acerqué a ella sigilosamente para asustarla, cuando estuve lo suficientemente cerca salté sobre ella, rodamos un poco hasta que nos detuvimos y yo acabé encima de ella, no pude evitar reírme a carcajadas.

-Jajajajajaja- me reí- Bueno, ¿has pensado algo sobre eso?-
dije intentado detener la risa

quede encima de el vi que no podia contener la risa asi que lo bese.
*no, no se me ocurre nada*
dije mientras lo miraba a los ojos
*y que tal te fue con los deberes reales?*
le pregunte mientras le acariciaba la melena