Descubriendo mundo (roll privado)

Hacía días que había dejado atrás mi hogar, no me arrepentí en ningún momento de hacerlo, es más, debería de haberlo hecho antes. De repente me entró hambre, miré a mis alrededores y vi que no había ningún rastro de otro animal, pero vi un lago, me acerqué para ver si había peces y tuve suerte.

-No serán como los antílopes y demás, pero por lo menos es carne- dije

Tras decir eso, intenté pescar alguno, me costó bastante, pero por fin logré mi cometido, al comérmelo tuve mucho cuidado de no atragantarme con las espinas, después busqué algo de sombra y me eché un rato, la verdad es que estaba algo cansado debido a que la noche anterior no había podido pegar ojo ya que se oían ruidos raros constantemente. Sin darme cuenta me quedé dormido.

Estaba caminando cuando a lo lejos creí ver a un león durmiendo o eso pensé, me acerque sigilosamente hacia el para no lo despertale, pero claro como soy una excelente cazadora me tropeze con una roca y rodé en dirección asi el, entonces...

Yo estaba durmiendo, cuando de repente noté como algo chocaba conmigo, me desperté sobresaltado y vi que era una leona, no parecía mala, así que me puse a hablar con ella para ver si sabía en dónde estaba, aunque no bajé la guardia.

-¿Quién eres?, debes de tener más cuidado, no puedes ir chocando con todo el mundo- dije- Por cierto, ¿tú sabes dónde estoy?

trage saliva esta hablando con un extraño, no podía hablar con el, debía regresar a casa, y tratar de evitarlo aunque debo admitirlo es muy diferente a los demás, igual que yo... debo hablar

-con una voz medio tímida, medio segura- en verdad lo siento, no quería molestarlo. y bueno se encuentra en el manantial de blueland. Me llamo Leiza,  y ¿tu?

Me dijo que me encontraba en Blueland, pero ese sitio no me sonaba para nada, también de dijo su nombre, por lo que decidí responderla, no quería ser descortés.

-Mi nombre es Shiro, soy un solitario que ya lleva mucho caminado sobre su lomo- dije sonriendo- Por cierto, no quiero sonar descortés ni nada por el estilo, señorita Leiza, pero no me suena el lugar donde estamos, nunca antes había oído de Blueland, y ahora que caigo, es la primera vez que veo una leona con ese color de pelaje, ups, espero no haberla incomodado

no me sorprendi ante su reaccion al verme, muchos otros ya se habrian burlado de mi, pero ahora como le explico de este sitio, vamos piensa

Si bueno , veras no es en si reino si no mas bien una manada, donde decidieron ponerle por nombre, blueland, je. Y no se preocupe muchos ya se hubieran matado de la risa, bueno haci naci. me tomo el atrevimiento de hacerle la misma pregunta señor shiro, creo que nunca eh visto a un leon con ese color de melena 

dije mientras callaba y lo miraba, esperando su respuesta. Para mi sorpresa el no reacciono como yo.

-No se preocupe, señorita Leiza, todos los animales con los que me he topado me hicieron la misma pregunta- dije- Y la verdad es que desconozco la respuesta, ya que nunca conocí a mi madre y mi padre nunca me habló al respecto
-Y bueno, yo nunca me reiría por el color de pelaje o de melena de alguien- dije serio- Y me alegra saber donde estoy, la verdad es que andaba algo perdido

Después de decir eso me estiré, ya que las patas empezaban a entumecérseme, de repente me sonó el estómago, parece ser que el pez que cacé antes no fue suficiente para saciar mi hambre.

-Disculpe, ¿sabe de algún lugar dónde pueda cazar?, y si gusta también puedo cazar algo para usted- dije- Soy muy bueno

Yo la seguí sin decir nada, al llegar vi a un montón de animales, de solo verlos se me hacía la boca agua, en eso recordé lo que dijo.

-Bueno, pues si ya has comido no cazaré nada para ti- dije- Pero puedes observarme si quieres y luego te puedo enseñar

Después de decir eso salté y me escondí entre la maleza, antes que nada sentí el viento, una vez averigüé de dónde venía me puse en su contra para que no me delatara, elegí una presa y, agazapado, caminé lentamente hacia ella, una vez la tenía enfrente y ella no se había dado cuenta de que estaba allí, salté sobre ella. La caza había sido un éxito, cacé una cebra, me la llevé hacia donde estaba Leiza y me la comí como si no hubiera un mañana, por lo que no tardé mucho.

-Wow, me ha sabido a gloria- dije- Gracias por mostrarme el sitio, dime, ¿has aprendido algo al verme cazar?

ah que le digo, no preste nada de atencion, por alguna razon solo lo observava a él. 


am... jeje creo que algo, debes ponerte a favor de la hierva, para que ellos no te vean  [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] 

esto me pasa por no prestar atencion en clase, aunque ni siquiera sabia que era una clase, me sente para no estar a su altura. Decidi cambiar de tema,


y dime shiro has pensado donde pasar la noche?

-Sí, bueno, algo así, creo que será mejor que te de clases, ¿qué te parece?- dije
-Y no, no tengo ningún lugar donde pasar la noche, aunque creo que me he acostumbrado a dormir al raso- dije- Pero no es muy cómodo cuando llueve

En eso me eche en el suelo y la miré fijamente a los ojos, de repente sentí una sensación que nunca antes había experimentado.

siento que mi crebro se estaba volviendo loco, lo mire a los ojos  me sonroje para no verlo a la cara, de lo contrario notara lo roja que me pronde, le conteste aun sin verlo a la cara

Claro me encantaría que me dieras clases, me vendría bien para cuando tenga una familia. si es que la tengo...


me quede viendo el pasto, como es que era sacudido tan fuertemente por el viento, cuando de pronto el viento empieza a ser mas violento, entonces voltee a verlo, le hice una seña para que me siguiera, corrimos por la violenta tormenta hasta encontrar un refugio, en eso a lo lejos logro ver una cueva y le hago una seña indicando que corriéramos a la cueva, y mientras corría empezaron a caer varios truenos y de la nada me cayo uno muy cerca de mi, salí volando varios metros y... 

Ella también me miró a los ojos, pero de repente se giró, eso me dejó algo confundido. En eso me dijo que le encantaría que le diese clases y me alegré, aunque mi rostro se ensombreció cuando ella dijo que no sabría si algún día iba a tener familia. Iba a decirle algo, pero de repente un fuerte viento sopló, noté que me hizo una señal y los dos comenzamos a correr, me hizo otra ya que había visto una cueva y para allá que íbamos, empezaban a caer rayos y uno cayó cerca de Leiza que la mandó a volar. Yo me asusté, fui detrás de ella, vi que estaba inconsciente, la cargué y la llevé a la cueva. Una vez a salvo de la tormenta empecé a revisarla por si se había lastimado, me sentí muy aliviado al ver que estaba perfectamente.

-Que alivio, ya me empezaba a temer lo peor- dije
-No te preocupes Leiza, te cuidaré hasta que despiertes- dije acariciándole el rostro

Me senté a su lado y la estuve contemplando durante horas, no me había fijado, pero era muy bella, además, el color azul de su pelaje me llamó mucho la atención, de repente no puder seguir mirándola y tuve que girarme, en eso me di cuenta de que me había puesto colorado. Odiaba admitirlo, pero es probable que me hubiera enamorado. Me volví para verla, me aseguré que seguía dormida y me atreví a darle un beso, pero rápidamente hice un amago, no tuve el valor de hacerlo, así que me puse en la entrada para ver si amainaba la tormenta.

Off: Cuando este en el cel para hablar sera entre *asteriscos* (ya que no me deja hacer mucho :/)

ON:
Estaba cansada, asustada, pero por alguna razón me sentía con mucha seguridad. Pude sentir una respiración y eso hizo que mi corazón latiera mucho mas, pero no duro mucho puesto que en un momento para otro esa respiración se esfumo. Trate de despertar. Y cuando por lo conseguí estaba acostada en medio de la cueva y pude ver que shiro, no me había abandonado, el estaba hay observando la tormenta, trate de levantarme pero en un santiamén volvi a caer al suelo, eso hizo que llamara la atención shiro, me puse rojo y mi corazón latia mucho mas, entonces...

Yo estaba mirando el horizonte, absorto en mis pensamientos, cuando de repente oí un golpe, me giré velozmente y vi que Leiza ya se había despertado, me alejé de la entrada y me senté a su lado, mostrando una amplia sonrisa.

-Me alegra que despertaras- dije- Llegué a pensar que no lo harías y estaba aterrrado, y mira que yo no le temo a nada, jaja, en fin, ¿cómo estas?

De repente sentí un hormigueo que intenté camuflar, sin darme cuenta me había puesto bastante nervioso.

Al escuchar lo que dijo, no pude evitar ponerme nerviosa, sentia que mi corazon se queria salir del pacho, respire hondo y le conteste 

*estoy bien,supongo. Pero creo que necesito reposar, ya que no me puedo levantar, aun me duele mucho*

Hice una pausa, tengo que admitir. Que es un gran león y se a portado de lo mejor con migo.

*Gracias por preocuparte por mi, solo mis padres se preocupan por mi. Y dime a parte de que eres un león aventurero...tienes familia?*

Espero no sonar muy entrometida con esa pregunta. Esto me hace sentir algo que nunca había sentido antes.

Yo no paraba de mostrarle una amplia y sincera sonrisa, pero cuando oí la pregunta de si tenía familia mi rostro se ensombreció, sin duda ese era un tema que no me gustaba, pero decidí que era mejor contárselo y por ser ella me atreví a contarle.

-Sí tenía, pero nunca los considero como tales, ya que nunca se portaron bien conmigo- dije entre triste y serio
-Verás, mi madre murió al poco de nacer, o eso es lo que dice mi padre, éste nunca me hizo caso, siempre me daba de lado, mi madrastra me despreciaba, porque mi madre había seducido a su marido- dije- Mi hermano mayor se metía conmigo al igual que el resto de cachorros de mi antigua manada, nunca nadie me defendió, así que no les considero como mi familia
-Yo creo que una familia debería protegerse entre ellos y no meterse con los otros miembros, ¿no crees?- dije- Así que yo no tengo
-En fin, el tema de mi familia y de mi antigua manada es un asunto que no me gusta mucho- dije algo serio- Pero bueno, no hablemos más de mí, ¿cómo es tú familia?

Dentro de mi pensaba, ahora si metiste la pata hasta el fondo, le dirigi una mirada de tristeza, no puedo creer que clase es.

*en verdad...lo siento, no quería lastimarte. Bueno mi familia... Mi padre es el líder de la manada, la verdad es que ellos me quieren mucho a diario me lo dicen. Pero la verdad me gustaría que dejaran de protegerme tanto*

Quede muy pensativa, la lluvia no cesaba parecía que se iba a inundar toda África, le regale una sonrisa entonces caí rendida tenia mucho sueño y eso no lo aguante mas y me quede dormida. -medio dormida-

*buenas noches,que descanzes*

Ella se disculpó y me contó que su padre era el líder de la manada y que su familia la quería mucho, ojala la mía hubiera sido así, también dijo que no le gusta que la protejan tanto, yo no pude evitar sonreír. Me di cuenta de que miraba hacia la entrada, así que yo también lo hice, la verdad es que estaba lloviendo demasiado, así que supuse que estaban en esa época del año. En eso Leiza me dio las buenas y se durmió, por extraño que pareciese yo no tenía sueño, así que decidí hacer guardia. Pasaron las horas y mi pasatiempo era mirar si había parado la lluvia y observar a Leiza dormir. De repente vi que amainaba un poco, pues ya no caían rayos, por lo que decidí cazar algo para los dos, salí afuera, la lluvia me mojó entero, pero no le di importancia, fui hacia donde cacé una cebra antes, las manadas se habían ido, así que las busqué, no tardé mucho en dar con ellas y cacé un ñú, que lo llevé a la cueva, una vez allí me comí solo dos patas, le dejé el resto a Leiza por si tenía hambre cuando se despertara. Me acerqué lentamente hacia ella, intenté no hacer ningún ruido que la despertara y me eché a su lado.

-Sin duda tiene un rostro muy bello cuando duerme- dije sonriendo

Estuve así un buen rato, sin darme cuenta acabé durmiéndome yo también.

Mientras dormia no podia evitar tener esa sensacion de que alguien me observaba, decidi hacer caso omiso y solo disfrute de mis horas de sueño. Un rato despues amaneció entonces desperté y vi que shiro estaba a mi lado eso hizo que mi corazón latiera mucho mas, al grado de ya querer salir de mi pecho.

*creo que estoy enamorada*

Lo mire y contemple lo guapo que es, minutos despues deje de verlo e hice un esfuerzo de tratar de pararme pero cada vez que lo intentaba dolía, cuando por fin lo logre camine hacia donde había un ñu y supuse que shiro lo cazo asi que empeze a comer...

Yo estaba durmiendo, pero tuve un mal sueño y me desperté, en eso vi que Leiza no estaba a mi lado, así que me giré y vi que estaba comiendo del ñú que traje, por lo que me levanté, le dediqué una cálida sonrisa y me asomé para ver si había dejado de llover.

-Mira Leiza, ya no llueve- dije- Ya puedes volver con tu familia, que seguro que estará preocupada, si aún te duele te puedo ayudar para que no hagas mucho esfuerzo, pues lo mejor es dejarlo reposar

Me quede pensando en verdad no quería regresar, quería estar con él, vivir con él sentía que mi mundo se desplomaba cuando me dijo que podía regresar.

*yo...no...quiero volver quiero quedarme contigo, dijiste que me ibas a enseñar a cazar. Ademas de que no quiero volver ellos no me dejan salir ni a explorar sola siempre quieren que lleve a alguien de la manada y a nadie le agrada la idea de salir.*

Calle y mire el suelo luego ah él, le regale un sonrisa con ternura.

No pude evitar sorprenderme cuando dijo aquello, giré la cabeza rápidamente y la vi sonriendo con ternura, lo que hizo que me sonrojara un poco, caminé hacia ella y me atrevía darle un beso en la mejilla.

-Leiza, yo también quiero quedarme contigo y descuida, te enseñaré a cazar, no puedo permitir que mi pareja salga lastimada durante la caza- dije guiñándole un ojo
-Pero hay que regresar, no queremos que se preocupen, ¿no?- dije- Mira, los dos vamos juntos a donde está tu manada, y les decimos que ahora somos pareja, y que conmigo a tu lado no tienen nada que temer, por lo menos habrá que avisarles

Después decir todo eso la acaricié y le di otro beso.

Pareja? Dijo pareja me sorprendí era lo quemas deseaba en el fondo de mi corazón estar con el por el resto de mi vida.me acerque ah el y le devolvi el beso.

*esta bien shiro, iremos. Pero no se como se lo valla a tomar mi padre*

 me quede pensativa por un momento 

*pero algún dia debe aceptarlo*

Estaba completamente feliz mi dedo se hizo realidad. Me acerque lo mas que pude y lo abrace...  

*te amo shiro* le dije al oido

-Tendrá que aceptarlo quiera o no- dije- Cuando vea el amor que nos procesamos, puesto que yo también te quiero

En eso le devolví el abrazo y le dirigí una sonrisa llena de felicidad, de repente caí en que por fin había encontrado a alguien a quien le importaba.

-Bueno, ¿nos ponemos en marcha?, no me sé el camino, pero te seguiré hasta el fin del mundo- dije sonriendo- Y apóyate en mí si tienes molestias