Descubriendo mundo (roll privado)

Simba se rió ante lo que le dije y con su pata me revolvió la melena.

-Ey, que ya no soy un cachorro- protesté

Eso hizo que se riera más, ya estábamos de regreso cuando nos encontramos con Rafiki, éste me dijo que le había dicho a Leiza que era necesario que reposara, que comiera mucho por que eso haría que recuperara las fuerzas necesarias para que su parto fuera bien.

-Muchas gracias Rafiki- dije sonriendo- Y no te preocupes, la obligaré a que te haga caso
-En fin, supongo que tendréis que iros porque no habéis dejado a nadie en Pride Lands, pero me hubiera gustado teneros por aquí un poco más- dije

En eso Simba se rió y me dijo que habían dejado a alguien al cargo, a su segundo hijo y lider de la guardia del león, a Kion.

-Bueno, pues en ese caso, ¿por qué no os quedáis un poco por aquí?- dije- Estoy seguro de que sería productivo para todos tener a cuatro celebridades como vosotros por aquí

Simba asintió, pero Rafiki dijo que tenía que irse, de repente llegaron los demás y Jango se ofreció a acompañar el chamán, por lo que se marcharon los dos juntos.

-Bueno, pues entremos a la cueva real, nosotros no tenemos el gran monolito que es la Roca del Rey, pero tenemos una cueva- dije sonriendo

Me adelanté y de repente los las gemelas saltaron sobre mí, no paraban de decirme que iban a ser hermanas mayores.

-¡Que bien por vosotras!, ¿no?, mira Dominika, ya no serás más la pequeña- dije

En eso una sonrisa iluminó su rostro, lo que hizo que me riera, me senté y revolví el pelaje de sus cabezas con mis patas, al estilo de Mufasa con Simba.

-Bueno, ¿qué tal está su madre?- dije

Ellas dijeron que Leiza estaba bien y me guiaron para adentro, una vez allí revolví el mechón de pelo de Erik y le di un beso a Leiza.

-Ya me contó Rafiki- dije- Que sepas que haré lo imposible porque le hagas caso

Lo mire, y le di un sonrisa

*que te hacer pensar que no le are caso?*

Sera muy difícil estar quieta. Por de tras de shiro me pareció ver algo. Era un leona pero no una cualquiera. Era la que alguna vez llame "mamá", no podía despegar mi vista de ella hasta que

-Bueno, es que te conozco y sé que no querrás guardar reposo- dije riéndome un poco

En eso vi que Leiza estaba mirando algo fíjamente, y la sacudí un poco para que reaccionara.

-Leiza, ¿me estás escuchando?- dije preocupado- ¿Pasa algo querida?

Empeze a respirar agutadamente y comenze a retroceder. No quería seguir viendo eso...sali corriendo ya me imagina por que estaba aquí.
Lleve al manantial y me puse a llorar sentí que alguien estaba detrás de mi, me gire y era...

Leiza se marchó corriendo y yo me quedé extrañado.

-Que raro, ¿qué le pasará?- dije

En eso Erik me dijo que mirara a mi izquierda, le hice caso y me sorprendí allí al ver a la leona que se hizo pasar por la madre de Leiza, la miré a los ojos y pude ver como los tenía inmersos en una gran oscuridad, se ve que estaba deseando venganza, y mi pregunta fue, ¿cómo entró sin que me diera cuenta?, ¿fue durante la sequía? Me levanté, saqué las garras y le dije a mi abuelo que sacara de allí a los cachorros.

-¿Qué haces aquí?- pregunté mostrando mis dientes

En eso me dijo que así no podía tratar a la madre de su esposa, eso hizo que me dieran ganas de vomitar y me enfadó aún más.

-Tú no eres su madre- dije enfadado- Nos engañaste a todos, los padres de Leiza son los reyes de Bluelands, no vosotros dos

Ella se sorprendió y me dijo que cómo podía decir eso, ellos criaron a Leiza. De repente entró Simba y dijo que criar a alguien no hace que sean sus verdaderos padres, ya que eso él lo sabía muy bien.

-Exacto- dije enfadado- Y ahora te quiero fuera de mi reino

Ella se puso desafiante y me dijo que no se iba a ir a ningún lado, de repente me atacó, pero Simba la tumbó y la derrotó, iba a darle el golpe final, pero se detuvo diciendo que no era asunto suyo y que me dejaría a mí, por lo que cambiamos de lugar.

-Nunca más volverás a molestar a Leiza, ahora sé por qué salió corriendo- dije enfadado

Después de decir eso le asesté el golpe de gracia y decidí salir a buscar a Leiza, pero no sabía dónde había ido, en eso veo que Nala no estaba afuera, así que le pregunté a Kiara.

-Princesa Kiara, ¿usted o su marido han visto a mi esposa?- dije

Ellos asintieron, los cuatro la habían visto marcharse y me dijeron que Nala fue detrás de ella, en eso me hicieron de guía, mi abuelo y los niños también vinieron.

Me gire era...la reina nala, me levante pero mis lagrimas seguían brotando

*reina nala,perdón que me vea asi*

Ella no me dijo nada solo me abrazo y me seco las lagrimas.me consolo

Al llegar vimos que Nala estaba consolando a Leiza y me acerqué a ella para darle un beso y una abrazo reconfortante.

-Muchas gracias, reina Nala- dije

Nala asintió y se puso al lado de su marido, éste la acarició.

-Querida, sé por qué estás así- dije- Ya vi a tu supuesta madre en la cueva, me pregunto cómo entraría sin que nos diéramos cuenta, bueno, supongo que fue durante la sequía, pues ya se escondió bien
-En fin, no te preocupes más por ella- dije- El rey Simba y yo nos hemos encargado de ella

Lo acaricie en el fondo estaba feliz pero no se por que no podía sonreír
*perdón shiro...tenia miedo de que me volviera a controlar y me ordenara volve a hacer lo que paso hace tiempo*
Lo abracé

-¿Así que fue ella?- pregunté frunciendo el ceño y mirando al vacío
-Bueno, no te preocupes por eso- dije sonriendo- No volverá a pasar

En eso los cachorros se pusieron a jugar entre las patas de Leiza.

-Niños no hagan eso, vuestra madre se podría caer y perderíais a vuestro futuro hermano o hermana- dije

Los tres pararon y se acercaron a mí, en eso pidieron perdón. De repente las niñas esperaron que fuera otra hermanita, mientras que Erik juntó las patas y nos pidió que fuera un niño, aquella escena me hizo reír.

-Jajaja, será lo que los espíritus quieran- dije- En fin, regresemos a la cueva

*claro hay que regresar me siento cansada*

La reina nala me dijo que era por el embarazo. Y que lo mejor que podía hacer es ir a la cueva a dormir

*tiene alteza*

Ella me miro y me dijo que le dijera por su nombre, yo acepte. Después de eso regresamos y las niñas se quedaron conmigo "cuidandome" ya que le hacían como si fueran guardianes.

Las niñas se quedaron con Leiza, me hizo gracia verlas como guardianas.

-Niñas, protejan bien a su madre- dije- Y procurad que repose
-Abuelo, vigilalas a las tres- le susurré

Las dos asintieron y me abuelo me susurró que no me preocupara, él se haría cargo, me sentí aliviado al oír eso y me fui con la familia real de Pride Lands y Erik.

-Siento mucho pediros que me ayudéis a cazar- dije- Lo haría yo solo, pero como quiero enseñar a cazar a Erik me va a ser complicado

Ellos me dijeron que me ocupara de Erik, que ellos iban a cazar, antes me preguntaron si teníamos alguna ley.

-No, simplemente la que tienen todos los reinos para que el ciclo de la vida no decaiga- dije- La de solo cazar para comer, no por placer
-¡Ah!, y este iba a ser el mes kupatana por la sequía, pero ya se acabó y Zuzó los avisó a todos de que se anuló el tratado y todos podían volver a cazar- dije- Así que no pasa nada e id a cazar, yo me quedaré con Erik, y muchas gracias de nuevo

Los cuatro asintieron y se marcharon, en eso me quedé a solas con Erik y nos pusimos patas a la obra, le estuve diciendo las mismas cosas que hace mucho tiempo atrás le enseñé a Leiza.

Mientras nosotras estábamos en la cueva las niñas me decían nombres para su futura hermanita

*y si es un macho?, como se va a llamar*

Las dos se miraron y dijeron SHIRO o SIMBA.

*valla como su padre o como el rey simba. Muy buenos. Nombres*

Erik estaba haciendo grandes progresos y yo estaba muy orgulloso de él.

-Lo estás haciendo muy bien Eirk, pero debes acercarte más al suelo, aún sobresales entre la hierba- dije poniendo mi pata sobre sus cuartos traseros para que no sobresalieran

Erik asintió y prosiguió con la cacería, logró saltar perfectamente sobre la roca.

-Lo has hecho muy bien- dije- Ahora probemos con algo vivo, me voy a tumbar y tú tendrás que saltar sobre mí sin que te esquive, para ello no podrás cometer ningún solo error, ¿entendido?

Erik asintió y se alejó, mientras yo me tumbé, estuve esperando a que apareciera, en eso oigo unos pequeños ruidos, sabía que se acercaba. De repente saltró sobre mí, pero lo esquivé.

-Erik, aún haces mucho ruido- dije- Debes procurar no hacer ruido cuando pisas o controlar tu respiración, mira, aprende de un profesional

Tras decir eso me agazapé y sin hacer ruido le di un buen susto a Zuzó.

-¿Has visto hijo?, así se hace- dije
-Y lo siento Zuzó, es que le estaba enseñando a mi hijo la manera correcta de cazar- dije- Perdona el susto

Él me dijo que no me preocupara y que desde luego le había dado un buen susto, en eso alzó el vuelo y se marchó.

-Venga Erik, la última y nos vamos- dije

Erik se volvió a alejar y yo me tumbé nuevamente a la espera de oírle acercarse a mí, pero esta vez no oí ni vi nada, así que cuando saltó sobre mí no pude esquivarlo aunque lo intenté.

-Ahora sí que lo has hecho muy bien- dije sonriendo- Bueno, pues ya sabes cazar, pero eso sí, con las presas no te pongas a jugar, le clavas bien las garras y si puedes, mordisco a la yugular, de esa forma serán tuyas

Erik asintió, estaba muy contento de haber aprendido a cazar, en eso nos pusimos en marcha y nos reunimos con la familia real quienes ya habían terminado de cazar y se disponían a regresar, por lo que lo hicimos todos juntos. Nada más llegar a casa, Erik fue corriendo a contarle a su madre, a sus hermanas y a su bisabuelo que le había enseñado a cazar.

-Jejeje, no podía esperar para contároslo- dije sonriendo- Bueno, ¿qué tal por aquí?

Mire a las niñas...
*digamos que las niñas ya saben que nombres ponerles*

Las niñas les dijeron que nombre quierian ponerles a su hermana o hermano

-Vaya, sí que habéis pensado nombres por si es una niña- dije- Pero me gustan los que han escogido por si es un niño, el rey Simba y yo estamos muy honrados por ello

En eso el rey Simba se acercó a mis hijas y se puso a jugar con ellas, también les dijo que se sentía honrado por haber pensado en ponerle su nombre si es que fuera un varón.

-Bueno, comamos- dije

En eso cogí dos trozos, uno se lo di a Leiza y el otro era para mí.

-Ya estás tardando en comer, que seguro que tienes mucha hambre pero no quieres decir nada, jeje- dije dándole un beso

jajajja pues te dire que de todo lo que ah pasado no eh pensado en comer, pero comeré

lo mire y empecé a comer, después de ver comido era extraño pero tenia sueño

estoy aburrida, y se supone que asi debo estar hasta que me alivie?

dije y lo mire

-Sí, pero no te preocupes, yo haré que no te aburras- dije sonriendo- Pero antes tendré que comer, jeje

Después de decir eso le hinqué el diente a mi trozo de carne y no tardé mucho en acabar con él, en eso me relamí.

-Bueno, ya que tienes que reposar no te voy a dejar que te levantes, pero podemos entretenernos de otra manera- dije sonriendo

En eso los príncipes se acercaron a nosotros y nos preguntaron si se nos podían unir.

-Claro, faltaría más- dije

En eso Erik me dijo que el tambien se encargaría de no aburrirme
*jajaj claro pro que no*
Nos pusimos a platicar

Después de estar hablando durante un largo rato, Simba regresó con las niñas y me dijo si podía charlar conmigo a solas, yo asentí y me levanté, pero antes le di un beso a Leiza.

-Volveré enseguida, cariño- dije sonriendo

Después salí afuera con Simba y nos pusimos a mirar las estrellas, en eso me dijo si me acordaba de aquel momento.

-Claro que sí, tú fuiste el que me enseñaste todo lo que sé ahora- dije- Sin ti estaría perdido, no sabes cuanto me alegró que vinieras de visita aquel día y me ayudaras y llevaras a Pride Lands una temporada

En eso me dijo que me tomó cariño y que le agradó mi personalidad, además de que quería que Kiara tuviera un amigo que no fuera un desterrado.

-Jajaja, Simba, me usaste para que Kiara se quedara en el reino y no se fuera con Kovu- dije- Me lo pasé muy bien con ella y con Kion, dime, ¿cómo está?

En eso me dijo que estaba genial, a parte de que le iba muy bien como el líder de la guardia del león y de que no podía estar más orgulloso de su hijo.

-Oye Simba, ¿crees que Mountain Lands también haya tenido una guardia del león?, es que me intriga la curiosidad- dije

Él se encogió de hombros, pero vi como a él también le picó la curiosidad.

Cuando estábamos a dentro las niñas nos animaron se pusieron a buscar y Erik tambien ellos hacien que no rieramos a carcajadas

Oímos varias risas y decidimos entrara para ver si nos contagiaban algo.

-¿Qué estáis haciendo?- pregunté

En eso Simba preguntó si dos vejestorios se podían unir.

-¡Oye!, yo aún soy joven, soy algo más mayor que Kiara, pero mucho más pequeño que tú- le protesté

Erik dijo que entonces tenía razón

*Erik.*

Le regañe. El me miro con una cara de travieso

-Erik, otra vez no- dije suspirando

En eso dijo que hasta el rey Simba me había llamado viejo, por lo que debía de ser viejo, cosa que hizo reír a Simba.

-Pero no lo soy- dije- Es más, el rey Simba no debería decir que soy viejo cuando él está a punto de ser abuelo

Lo que dije bastó para hacerlo callar, ahora era yo el que me reía.

-En fin, ¿para cuando serás abuelo?- dije

*shiro*
Le dije. Ya había pasado un mes y todo marchaba bien. Entonces empiezo a sentir fuertes dolores
*shiro, no me siento bien*
Dije y caí desmayada

-Ah, aguanta Leiza- dije apurado- Zuzó, avisa a Sarah

Zuzó asintió y se marchó, mientras yo no paraba, no podía estarme quieto, en eso mi abuelo me puso una pata sobre mi hombro y me dijo que me tranquilizara, que no iba a salir nada bueno de los nervios.

-Tienes razón abuelo- dije sonriendo

Al cabo de un rato llegó Sarah, ésta rápidamente nos echó a todos de allí excepto a dos leonas. En eso los pequeños, que ya habían crecido algo más, puesto que a Erik empezaba a salirle melena por el cuello también, no paraban de preguntarme si su madre iba a estar bien.

-Claro que sí, solo hay que confiar en Sarah- dije

Después de un rato se oyó un llanto, salió Sarah y me dijo que podía pasar, pero solo yo, así que dejé a mi abuelo al cargo de los niños y entré, acaricié a Leiza y le di un buen beso.

-¿Y bien?, ¿qué tal todo?- pregunté- ¿Y qué ha sido?