Descubriendo mundo 3 (roll privado)

*-Está bien, yo solo espero que comprenda que así no puede ir por la vida- dije serio*

Tras decir eso Sarah se nos acercó y me dijo que no iba a poder caminar en algunos días y que si hacía algún esfuerzo con las patas era probable de que no pudiera volver a caminar en la vida, cosa que me asustó un montón.

*que?, tan delicado esta*
Ella asintió.
*me quedare contigo un rato mas, no quiero dejarte solo*
Lo bese y me quede aun lado de el

*-Te lo agradezco, mi cielo- dije*

Tras decir eso la besé y me recosté en ella, estaba bastante cansado, en eso Keita me dijo que me ayudaría con el reino que aunque fuera viejo sería mis patas.

*-Te lo agradeco Keita, será un honor contar con tu ayuda- dije sonriendo*

De repente apareció allí Simba, yo lo miré con una cara de desaprobación y de regaño, pero también de alivio.

*-Me alegra que estés a salvo, pero cuando te hable espero que me escuches y acates lo que digo- dije*

*simba sabes que no me gustas que estes desobedeciendo.*
El agacho la cabeza y se disculpo
*hijo ahora Mark, es parte de la familia y lo debes aceptar*
El iba a protestar pero le dirigi una mirada de enojo y se calló pero el seguí enojado

*-No te enfades tanto con él, con que solo obedezca y no vuelva a poner en peligro su vida ni la mía me doy por satisfecho- dije- Simba, creo que me debes algo, ¿no crees?*

Simba agachó la cabeza y las orejas, después me dio las gracias por salvarlo, pero muy flojo.

*-¿Qué has dicho?, estoy un poco sordo en este momento- dije*

Aunque lo había oído muy bien quería que lo dijera más fuerte y eso hizo, de no ser porque no podía levantsrme me hubiera acerdado a abrazarlo.

Vi la escena y no puede evitar sonreír
*bien que no vuelva a pasar simba me lo prometes.*
El asintió y me abrazo simba me dijo que si jugábamos
*tal vez en otro momento pequeño*

*-Que no sea por mí por lo que no puedes jugar con él- dije sonriendo- Yo me divertiré viendoos*

Simba sonrió y se puso a jugar con su madre, aunque ella se resistió a hacerlo, pero como yo le insistí acabó por jugar con él.

*bien pero con cuidado simba.*
Jugamos un rato pero me sentí muy cansada tanto que ya no podía jugar con el pequeño
*bueno simba es todo por hoy

-Parece que los dos estamos algo cansados el día de hoy- dije sonriendo- Tendrá que ser en otro momento en el que juegues de nuevo con tu madre

En eso Simba asintió y yo me alegré de ver que lo comprendía.

-Keita, me gustaría que le enseñaras a Simba sobre cómo ser un buen rey, ya que a mi no creo que me haga caso- dije

Keita rechazó la oferta, pero no fue el único, ya que para mi sorpresa Simba también dijo que no, su padre y su tío ya le enseñaron y dijo que, como habíamos hecho las paces, quería que le enseñara yo también.

-Que conste que me has hecho muy feliz, de verdad- dije mientras se me escapaban algunas lágrimas de felicidad

Con mucha dificultad respondi
*me alegro*
Cerre los ojo y me quede dormida.
Me sentía muy agotada tanto que no me di cuenta que me quede dormida

Vi como Leiza se quedó dormida, yo la acaricié un poco.

-Bueno, nosotros dos vamos a dormir- dije- Y vosotros deberíais de hacer lo mismo, será mejor que regreséis a casa y durmáis

Los tres asintieron, se despidieron de nosotros y se fueron a casa, en eso Sarah nos dio las buenas noches y ella también se acostó, aunque no sin antes decir que si la necesitábamos la despertáramos, después, yo también me quedé dormido.

El sueño fue muy extraño estaba en una montaña y por algún motivo me lance por el acantilado. Desperté muy aterrada
*ah!!!*

Estaba dirmiendo tranquilamente cuando oí la voz de Leiza gritar, rápidamente me desperté.

*-Querida, ¿estás bien?, por lo que parece has tenido una pesadilla- dije- Pero no te preocupes, solo fue eso, una pesadilla, no ocurrirá en la vida real
-Ahora será mejor que volvamos a dormir o mañana no habrá quien nos despierte- dije sonriendo*

Tras decir eso le di un beso y apoyé mi cabeza sobre ella, no pudiendo evitar quedarme sobado.

Le ize caso y me dormi a la mañana siguiente me desperté y como vi a Mark durmiendo apoye mi cabeza sobre la suya y cerre los ojos

Al día siguiente, cuando me desperté noté a Leiza apoyada en mi cabeza, así que no me moví ni un milímetro, en eso apareció Sarah de la nada.

*-Buenos días Sarah- saludé*

Ella también me dio los buenos días y se puso a echarle un vistazo a todas mis heridas, incluida la del ojo que me hice luchando contra Scar.

*-¿Y bien?- pregunté*

A lo que me respondió que estaba sorprendida, en una sola noche habían cicatrizado bastantes, pero solo las heridas leves, aún me quedaba mucho para estar recuperado, también me dijo que el ojo estaba curado, pero que por desgracia me quedó una cicatriz.

*-Es una pena, pero podría haber sido peor- dije*

Ella asintió y dijo que podría haber perdido el ojo también.

*-Bueno, hablemos de algo más alegre, ¿no?- dije*

Ella me iba a hablar, pero justo en ese momento Leiza se movió y empezó a abrir los ojos, por lo que le di un beso.

*-Buenos días, mi cielo- dije sonriendo*

Desperté no podía creer que me haya quedado dormida. Desperté y le devolví el beso a Mark

*buenos días*

Sarah sonrió y puso su mano sobre mi vientre y me regalo otra sonrisa, me dijo que lo mas probable es que sea 1, al oir eso yo le sonreí

*gracias, sarah*

Escuché su conversación, pero seguía sin entender nada, así que me acordé que la otra vez me quedé a medias y no pudieron responderme porque tuve que irme.

-Sarah, Leiza, ¿qué es lo que pasa?- dije intrigado

Sarah me miro dijo que lo mejor es que yo le contará, se fue y nos dejo solos.

*bueno Mark,veras lo que pasa es que mi cuerpo es débil cuando nació simba me dijo que uno de los dos podría no sobrevivir por que me debilite con las gemelas, y puede que pase de nuevo*

Tras lo que me contó Leiza quedé muy impactado, no iba a permitirme perderla.

-Entiendo, en ese caso no te dejaré sola en ningún momento y cuando sientas que te duele dímelo e iremos a ver a Sarah- dije- Aunque como creo que voy a pasar una temporada aquí y no se si te quedarás a mi lado, la tendremos bastante cerca en ese caso
-Pero prométeme que antepondrás tu vida a la de nuestro bebé- dije serio- No quiero perderte

Tras decir eso la acaricié, haría todo lo que fuera posible porque no muriera ninguno de los dos, pero si pasara algo, preferiría que se salvara Leiza, por supuesto.

*Mark, prométeme si no alcanzo a sobrevivir que no odiaras a nuestro pequeño, promételo. Mark, por favor*

Lo abrace

-Tranquila mi cielo, nunca haría eso, ya que sería un recuerdo de nuestro amor- dije- Y, aunque sería doloroso, pero de seguro que me recordaría a ti y le hablaría de ti todos los días
-Pero no pensemos en eso, porque vais a salir los dos de esta- dije acariciándola

Tras decir eso volvió a llegar Sarah y me trató las heridas, me dijo que iban mejor y yo me alegré, aunque también me dijo que ni se me ocurriera usar las patas para algo, porque aun las tenía débiles.

-Está bien- dije

jajja no te preocupes me quedare contigo hasta que mejores, no pienso salir de aqui sin ti

le di un beso y lo abrace, no queria estar separada de el pero sabia que en algun momento debia salir para traerle algo de comer.

tienes hambre, mark?

-Pues ahora que lo dices, sí que tengo hambre- dije- Pero no quiero que te esfuerces cazando

Tenía hambre, ya que me rugía el estómago, peor no quería ponerla en peligro solo porque quería comer.

-Prométeme que tendrás cuidado, sino no te dejaré salir a cazar- dije

le di un beso en la frente y le dije

no te preocupes por mi estaré bien, estaremos bien

después de un rato sali a buscar la comida y me encontré con reik, me pregunto que a donde iba.

a cazar, algun problema

me dijo que si, que puede ser peligroso que valla sola, me convenció de que me a compañara, despues de ver cazado regresamos al boadad reik dejo la presa y se fue

bueno aqui tienes amor el deayuno

-Muchas gracias mi cielo- dije- Pero tú también debes de comer

Tras decir eso le di un bocado, pero también le ofrecí a Leiza y no iba a seguir comiendo hasta que no viera que ella también lo hacía, más que nada porque ella tenía que alimentarse muy bien debido a que tenía que hacerlo por dos.