Descubriendo mundo 2 (roll privado)

No la dejé terminar, rápidamente fui a abrazarla, había estado muy preocupado por ella.

*-¿De verdad que está bien, cariño?- dije aún preocupado
-Sarah, te encargo que vayas a limpiar ese agua de inmediato- dije muy serio
-Querida, quédate aquí que voy a traerte comida y después regresamos a la cueva- dije serio y preocupado*

Tras decir eso me fui a cazar y logré atrapar un antílope, rápidamente lo llevé al Baobad y se lo di a Leiza.

*-Aquí tienes, come mi vida- dije- Por lo que parece Sarah ya fue a limpiar el agua del lago, la verdad, eso es muy peligroso, ya que de ahí beben muchos animales, a partir de mañana pondré a Zuzó a vigiliar todos los manantiales*

vi el antilope y no pude resistir que mis tripas rugan, tenia mucha hambre

esto es muy extraño, quien pondría veneno el agua, para hacernos daño, verdad?, no quieres un trozo dudo que me la pueda acabar, aparte de que ya habia comido, quieres?


le ofrecí por que la verdad no podria acabarme el antílope yo sola, lo mire, no pude resistirme y lo bese, mientras estaba inconsciente, estaba muy asustada, en ese momento solo deseaba estar con el... empece a comer

*-Yo jamá le hago un feo a la comida- dije empezando a comer
-Y no sé quién podría querer envenenarnos a todos, lo único que se me ocurre es que sean los monos sin pelo que atacaron el reino de tus padres- dije*

Después de decir eso seguí comiendo y enseguida nos acabamos el antílope.

*-Bueno, cuando lleguemos a casa les diremos que no te encontraba, no vamos a preocuparlos sin saber todos los datos- dije*

En eso apareció Zuzó y nos dijo que Sarah ya había limpiado el lago, aproveché que estaba allí para decirle que vigilara todos los lagos por si veía a alguien sospechoso que me avisara de inmediato, éste asintió y se marchó.

*-Bueno, regresemos a casa- dije*

termine de comer y bosteze

ah, shiro no me quieres llevar tu, tengo mucho sueño


le regale una cara de traviesa y tierna 


por favor, si?!

*-Jajajá, será posible, venga, está bien- dije*

La cargué en mi espalda y así regresamos casa, una vez allí al vernls llegar así pensaron que había pasado algo, pero yo les dije que había tardado en encontrarla y que como estaba cansada la había cargado. En eso la dejé en el suelo y me acosté a su lado, me acerqué a Simba con la pata, ya que aún estaba jugando con Loli.

*-Venga, ya está bien por hoy, ya has jugado mucho, mañana más- dije- Buenas noches a todos*

Tras decir eso me dormí profumdamente.

a la mañana siguiente me desperté y estaba en la cueva real, y le di un beso a shiro y con voz tierna y bajita

bueno dias mi rey, has dormido bien?


dije me senté a su lado

*-Buenos días mi reina, yo he dormido muy bien, ¿y tú?- dije*

En eso me levanté, me estiré y me senté. De repente me acordé la presentación de Simba.

*-Leiza, o presentamos hoy a Simba o no lo haremos nunca- dije*

Tras decir eso salí afuera y con mi porte elegante me quedé allí como si fuera una estatua, excepto el momento de rugir. Empezaron a llegar todos los animales, Zuzó me hizo una reverencia, de repente se abrió un pasillo entre los animales y apareció Sarah, los dos nos dimos un abrazo y entramos adentro, allí Sara untó la frente de Simba con el líquido rojo de la fruta de su bastón, lo cargó, lo sacó afuera y lo alzó en brazos para que todos pudieran verle, enseguida vi que le hacían una reverencia y no pude evitar sentirme orgulloso. Al acabar todos se marcharon.

*-Le han aceptado, no puedo sentirme más orgulloso- dije- Ahora le puedo enseñar todo lo que necesita para rwinar como es debido*

*mi hijo fue presentado que emoción, estas feliz simba*

El brinco de alegria y me dijo que si podía ir a jugar con mi amiga

*su hijo adelante*

En eso Simba y Loli se marcharon corriendo, pero no sin que antes los detuviera.

-No tan deprisa, procurad no alejaros mucho de la cueva- dije- Y no habléis con desconocidos

Los dos asintieron y se marcharon, yo me quedé preocupado, no podía mandar a Zuzó a que los vigilara porque él estaba vigilando los lagos. En eso Keita me dio una palmadita en la espalda y me dijo que él los vigilaría.

-No sabes cuanto te lo agradezco- dije aliviado- Pero ten cuidado tú también

Keita asintió y se marchó tras los cachorros, en eso me acerqué a Leiza y la acaricié.

-¿Ves?, se llevan bien- dije sonriendo

Lo mire por un momento tal vez tenga razón, se llevan bien

*bueno, lo admito tienes razón se llevan bien*

Hice una pausa

*pero si algún dia se llega a enterar...*

No pude seguir por que

La interrumpí porque le di un beso, la acaricié y la abracé.

-No te preocupes, se lo diremos a su debido tiempo- dije
-Reina Imara, ¿vosotros le habéis dicho algo a Loli- dije

Ella negó con la cabeza y nos dijo que ellos le contaron que como no había más cachorros en su reino iban a venir de visita aquí porque en estas tierras vivía un cachorro de su edad.

-Entiendo, en ese caso es lo mismo que le hemos contado nosotros a Simba- dije- En fin, no hay prisa por contarles la verdad a los dos, dejemos que pasen una buena infancia y a ser posible que las semillas del romance actúen solos

Lo mire, lo abrace
*voy a ir a caminar, quieres acompañarme*
Dije mientras me ponía de pie, tenia que ir a caminar no podía seguir mas hay.

-Contigo iría hasta el fin del mundo- dije sonriendo
-Reina Alika e Imara, ¿podrían vigilar a los niños?- dije

En eso protestaron diciendo que ya eran mayores para necesitar niñeras, todos nos reimos por eso.

-Jaja, de eso nada, aún sois pequeños- dije- Otra cosa es que os hayáis enamorado temprano
-Bueno, vamos a dar un paseo, mi reina- dije sonriendo

Tras decir eso salimos de la cueva para dar un paseo.

Salimos cueva para comenzar un paseo que tanto esperaba por que siguia rodeada de leonas seguro que me escapo

*sabes me alegra mucho ver chocado contigo cuando nos conocimos, y eso que no me iba a acercar a ti por miedo*

Dije mientras lo veia

-Jaja, no sabía que podía llegar a dar miedo- dije- Bueno, yo también me alegro de que te chocaras conmigo

En eso llegó una brisa que levantó mi melena.

-Hay que ver cuantas cosas nos han pasado y míranos, tan felices juntos- dije sonriendo

De repente un guepardo llegó y nos dijo que el príncipe estaba en peligro, que estaba en las tierras oscuras y unos desterrados los estaban atacando, también nos dijo que el rey Keita los estaba defendiendo.

-Vamos Leiza, hay que ayudarles- dije empezando a correr

No me lo pensé dos veces y salí corriendo a las tierras oscuras lleve y abrace a mi hijo

*estas bien?*

Al llegar Leiza abrazó a Simba, mientras que yo rugí para hacer que retrocedieran, me di cuenta que eran chacales, en eso busqué con la mirada a Keita y me lo encontré en el suelo con un montón de heridas.


-Keita, ¿estás bien?- dije

Él asintió y me preguntó por los cachorros, yo eché un vistazo y vi que estaban a salvo, con Leiza.

-No te preocupes, están con Leiza y no tienen ningua herida- dije- Los has protegido muy bien

Él sonrió, le hice un gesto a Leiza para que cargara a su padre y se marcharan, mientras yo me giré y empecé a gruñirles.

-¿Se puede saber por qué atacan?- pregunté enfadado

De entre los chacales apareció un león, él dijo que era su líder y que fue él quien les ordenó que les atacaran, en eso los cachorros lo reconocieron, lo habían visto antes en el reino y había sido él quien les había hablado de las tierras oscuras. Me giré hacia él y le rugí, pero él me devolvió el rugido.

-¿Cómo te atreves a engañar a mi hijo y a su amiga?, lo pagarás caro- dije mostrando los dientes y sacando las garras

En eso él se relamió y los dos empezamos a luchar.

Mi padre me dijo que nos fueramos de aquí...que no es el lugar adecuado para los cachorros

*si, vamonos niños vamos. Simba tu papa va a estar bien, no te preocupes*

Ayude a mi padre y juntos salimos de hay cuando llegamos a la cueva me senté afuera y espere a shiro

Estuvimos luchando un buen rato, pude darme cuenta de que los chacales nos rodearon, pero se quedaron sentados, no atacaron en ningún momento. En eso me distraje y mi rival me dio un zarpazo en el ojo derecho, yo rugí de dolor. Él simplemente sonrió, yo me toqué el ojo, me salía sangre y llegué a pensar que lo había perdido, en eso me enfadé y se lo devolví pero con el doble de fuerza. Nos intercambiábamos zarpazos, pero ya me cansé y le di uno tan fuerte que lo tumbé.

-Se acabó- rugí

Después de decir eso acabé con su vida, los chacales me miraron asustados, yo los miré a ellos y éstos salieron corriendo por patas. Yo me reí, pero la felicidad me duró poco porque enseguida me dolió el ojo, así que fue a ver a Sarah. Ésta negó con la cabeza y me dijo que no me hiriera más en los ojos, yo simplemente me encogí de hombros.

-¿Podrás salvarlo?- pregunté

Ella negó con la cabeza y me dijo que no era nada, no era tan profunda como la anterior, solamente me quedará una pequeña cicatriz, pero que desde luego me dio con toda la pata.

-Bueno, iré a casa, deben estar preocupados- dije- Y gracias Sarah

Ella asintió y sonrió, yo la abracé y me fui a casa, al llegar Simba me abrazó la pata y no me la quería soltar.

-Vale pequeñín, estoy bien, pero si no me sueltas la pata entonces estaré en problemas- dije sonriendo

Viendo el ojo de shiro

*no otra vez?, es encerio shiro*

Dije mientras veía du ojo

*pero lo que me importa es que estas bien*

Lo bese y lo abrace

*vamos a dentro, vamos simba*

Simba lo soltó y nos metimos dentro de la cueva

-No te preocupes Leiza, es solo la cicatriz, puedo ver perfectamente- dije

Una vez adentro, fue Loli quien se me enganchó a la pata y llorando me dio las gracias por salvarlos a los tres.

-No hay de qué, pequeña- dije sonriendo

En eso me soltó la pata y yo le sequé las lágrimas, ella me dijo que yo era muy valiente y que quería ser como yo de mayor.

-Jajaja, ¿de qué me suena eso?- dije mientras miraba a Simba

Éste giró la cabeza avergonzado y vi como Loli se le acercó y le dijo que juntos iban a ser como yo, Simba la miró y asintió.

-Uyyy, las pequeñas semillas de romance están floreciendo- dije con una sonrisa traviesa

Los dos me miraron con una gran interrogación en sus caras, lo que hizo que me riera más aún.

Me reí aante la escena
*jajaj tranquilos niños, cuando sean mas grandes lo entenderán *
Lo abrace bueno shir creo que debes descansar después de esa batalla

-Sí, yo también lo creo- dije- Ha sido un día bastante largo, venga, ahora todos a dormir
-Niños, dejense ya las parejitas y a dormir con sus padres- dije mirando a mis hijos

Éstos protestaron, aún querían estar con sus parejas, además de que querían dormir con ellas, en eso me acerqué a ellos.

-Aún son muy pequeños para eso, así que vayan ahora mismo a la roca real a dormir si no quieren que les castigue- dije serio- Y en cuanto a vosotros tres, id a dormir a vuestro sitio

Recogí a mis tres hijos y los llevé a regañadientes a la roca real, una vez allí los obligué a dormir, yo me eché a un lado de ellos. En eso Simba se puso entre mis patas y me di cuenta que Loli se puso a un lado.

-Loli, ¿no prefieres dormir con tu abuela?- dije

Ella dijo que quería dormir conmigo, miré a su abuela y ella sonrió.

-Bueno, está bien por esta noche- dije sonriendo

En eso bostecé e iba a cerrar los ojos, pero de repente me acordé de algo.

-Oye Simba, mañana te voy a enseñar el reino, así que hay que levantarse antes del amanecer- dije

Al oír eso Simba se emocionó, pero tuve que calmarlo ya que íbamos a dormir, en eso nos deseó buenas noches y pude llegar a oír que estaba deseando que ya fuera de día para que le enseñara el reino.

Me acosté al lado de shiro y las me rodearon y me pidieron que les cantara y acepte
Después de cantarles me quede profundamente dormida

Al día siguiente, no fui yo quien desperté a mi hijo, fue Simba quien me despertó a mí, ya que se levantó muy temprano porque estaba ansioso.

-Está bien, está bien, ya voy- dije bostezando

Tras despertarme dejé a Loli al lado de Leiza y subí con Simba encima de la cueva, desde allí se podía ver todo el reino.

-Mira Simba, toda la tierra que baña la luz es nuestro reino- dije

Pude oír su exclamación de asombro, en eso decidí continuar.

-El tiempo que dura el reinado de un rey asciende y desciende como el sol, algún día Simba, el sol se pondrá en mi reinado y ascenderá siendo tú el nuevo rey- dije

En eso me preguntó si todo iba a ser suyo, yo asentí y repitió lo que yo dije hasta que dio con algo que estaba oscuro y me preguntó que era aquello.

-Eso está más allá de nuestro reino, no debes de ir allá- dije serio- Aunque ya habéis estado allí, son nuestras tierras oscuras, sitio que tienes vetado volver a pisar

Simba me prometió que no volvería a ir allí y yo me sentí más aliviado, pero me preguntó que era la otra zona sombría.

-Simba, no tientes- dije serio- Es otro lugar al que no debes ir allí

En eso me dijo que se pensaba que los reyes podían ir a donde quisieran, yo me reí.

-Simba, ser rey significa mucho más que salirte siempre con la tuya- dije

En eso se sorprendió y me dijo que como podía ser posible que significara más, ya que si eres el rey puedes hacer lo que quieras, yo me volví a reír y le dije que me siguiera. Bajamos la montaña y una vez en en las praderas continuamos con la lección.

-Mira Simba, todo cuanto ves se mantiene unido en un delicado equilibrio, como rey debes entender ese equilibrio y respetar a todas las criaturas- dije- Desde la pequeña hormiga hasta el veloz antílope

Pero tras decir eso me detuvo y me dijo confundido que si nos comíamos a los antílopes no podíamos respetarlos, yo me reí.

-Sí Simba, verás, te explicaré- dije sonriendo- Al morir, nuestros cuerpos alimentan la hierba y los antílopes se comen la hierba, y así, todos estamos conectados en el gran ciclo de la vida

De repente llegó Zuzó con el reporte matutino, yo le hice una seña a mi hijo para que prestara atención, pero a la mínima que me descuidé lo vi que estaba intentando cazar un saltamontes, pero fue en vano y me acerqué a él.

-Deja que un profesional te enseñe- dije sonriendo
-Agazapate entre la hierba, ni un sonido, nos ponemos contra el viento para que nos delate, que zarandeé tu melena hacia atrás- dije bajándolo con mi pata para que no sobresaliera de entre la hierba- Espera al momento idóneo y...

Justo en ese momento saltó sobre Zuzó y lo tuvo bajo sus patas, yo me reí un montón, en eso Simba vino saltando hacia a mí con una gran sonrisa en su rostro.

-Lo has hecho muy bien- dije sonriendo