Descubriendo mundo 2 (roll privado)

*ahora es muy niche para recordar, shiro, sera mejor que regresemos, sarah debe dormir al igual que tu*

Dije ahora si me despedi de sarah y me puse en marcha hacia la cueva, cuando llegamos yo no entré

Al regresar a casa vi que Leiza no entró, así que di media vuelta y me eché cerca de ella.

-Si no entras yo tampoco lo haré- dije sonriendo- Aunque es probable que me quede durmiendo, jeje, en ese caso puede recostarte a mi lado aunque no te duermas

Tras decir eso bostecé y empecé a quedarme dormido hasta que caí en los brazos de Morfeo.

Lo mire dormiendo no podia creer, no quiero que shiro este involucrado en esto pero, por que sarah, dijo que era eso, espero que no se haga realidad, mire a las estrellas y desde el fondo de mi corazon desee que no se hiciera realidad.

*duerme bien mi joven rey*

Le di un beso y me recoste en el, nl me dormi solo contemplaba las estrellas y aveces a la estrella que tenia a mi lado.

Al día siguiente, cuando me desperté vi a Leiza a mi lado contemplando el amanecer.

-Buenos días, mi reina- dije

Bostecé, de repente recordé lo que pasó anoche y mi semblante cambió a uno de preocupación, miré a Leiza a los ojos y con una sonrisa de preocupación le pregunté.

-Leiza, recuerdas lo que nos dijo anoche Sarah, ¿verdad?, bien, ¿podrías explicarme lo que te dijo?, es que yo no lo entendí bien y no me gusta no enterarme de las cosas- dije

escuche lo que había dicho, debía pensar en algo, no quería decirle la verdad, justo cuando estaba por hablar, fini llego y nos dijo que unos leones venían para acá

hay no, donde los viste, fini


a lo que me respondió que venían cerca de la cueva, yo salí disparada no podía involucrar a shiro, ni a mi familia en esto, mientras corría lloraba y rogaba por que no fueran ellos, pero cuando los vi de frente, mi esperanza cayo al vacio

Leiza se marchó, pero yo no era tonto y sabía que estaba evitando mi pregunta, así que retuve a Fini y le dije que me guiara con una cara muy seria, tanto que la acabé asustando, aun así ella asintió y me guió. Al llegar la vi como algo absorta y decaída, así que me acerqué a ella.

-Leiza, ¿estás bien?- dije preocupado

En eso uno de ellos se acercó, pero yo no iba a permitir que se acercara a Leiza, así que caminé hacia él.

-No sé quienes son ustedes, pero os quiero fuera de mi reino- dije mostrando los dientes- ¡Ahora!

Lo que dije hizo que se riera, en eso me dijo que un viejo como yo no podría contra él y que si este reino lo regentaba alguien tan mayor como yo, iba a ser fácil adueñarse de él. Lo que me dijo solo hizo que yo me enfureciera.

-Grrr, ¿cómo te atreves, maldito?, arrepiéntete ahora y perdonaré tu asquerosa vida- dije extendiendo mis garras

Pero el otro no se retractó, al contrario, él también se preparó para luchar.

me puse en medio de ambos, no quería que shiro saliera lastimado.

ya basta, largarse de aquí, y para su información, el es mucho mas fuerte que ustedes, vallanse.


uno de ellos se me acerco y me susurro que me esperaba en los limites que regresaríamos con la manada, y que mas vale que pareciera sola, si no. cuando dijo eso se le quedo viendo a shiro


!largo¡, !!!AHORA¡¡¡


ellos se fueron y yo me deje caer al suelo, me puse a llorar


lo siento, shiro. ellos son mis "hermanos", quieren que vuelva a la manada a cumplir con un estúpido trato que había hecho "mi padre"

-¿En serio?, mmm, ¡ah!, tu padre adoptivo- dije- En fin, Leiza, sea lo que sea que te haya dicho, no te dejaré que lo hagas

Tras decir eso la miré seriamente y con ceño fruncido, sabía que ella era capaz de hacer lo que fuera con tal de protegernos a mí, a nuestra familia y al reino, ya que yo haría lo mismo, pero no estaba dispuesto a dejarla sola.

-Cariño, ¿qué es exactamente ese estúpido trato?- dije serio

suspire, llego la hora leiza, pensé

el trato era que, bueno la cosa es... mi padre adoptivo hico un trato con la líder de una manada vecina, mi padre le propuso que juntáramos las manadas, esta acepto con una condición que, si el llega a tener una hija que se la iba a dar a cambio de paz y si no habria guerra entre ambas manadas, y como yo no soy hija de sangre del el, de alguna manera se entero y ahora quiere guerra y parece que mis cobardes "hermanos" no van a responder por su padre, y ahora me va a tocar, aunque no se su hija, me involucraron en esto.


hice una pausa mientras dije eso jamas mire a shiro a los ojos, no podía.


el supuesto trato decía que: el que propuso el trato, no lo cumple por cualquier cosa, el hijo mayor (osea el leon con el que casi se pelea con shiro) deberá responder, pero si no lo hace sera el siguiente hijo y así sucesivamente hasta que uno responda. ninguno de los dos respondió y voy a tener que ser yo


p.d. espero verme explicado

Tras decir eso me enfadé un montón, no con ella, sino con sus supuestos hermanos.

-Mmm, entiendo- dije serio- Pero tú no tienes por qué encargarte, ahora estás casada y con hijos, además, no eras su verdadera hija
-Pero ellos se atreven a venir aquí y quieren que tú respondas por ellos- dije enfadándome- ¡No se los voy a perdonar!
-Leiza, si piensas ir a algún lado no lo harás sola, yo iré contigo- dije serio

Tras decir eso llamé a Fini, la puse al corriente de lo sucedido y le dije que avisara a Keita, ya que le dejaba el reino y a mis hijos a su cuidado.

-Bien querida- dije- ¿Nos vamos?

me sorprendí jamas lo había visto tan enojado

shiro espera, tu no entiendes, ellos son leones que juegan sucio, no digo que no podrás contra ellos, pero temo a que te pueden hacer algo terrible y no quiero sentirme culpable por lo que te hagan, y si tienes razón eso ya no tiene que ver conmigo pero...
 
no termine de hablar por que no quería que nos peleáramos, pero yo estaba diciendo la verdad, esos tipos son peligrosos.

bueno vamos, ellos están en los limites

-Bien, yo te sigo- dije aún enfadado

Estaba preparado para luchar, ya que tenía mis garras extendidas, además, en ningún momento bajé la guardia, si como decía Leiza ellos jugaban sucio, entonces yo también podía hacerlo, no obstante he luchado contra varios tramposos a lo largo de toda mi vida. Tras caminar bastante llegamos a las fronteras, yo le hice una seña para que los vigiláramos un poco desde detrás de unos matorrales, camuflándonos.

-Esto, ¿quiénes son?- dije algo confuso

En eso vi más leones, así que me encontré algo confundido y solo me quedó esperar que ella supiera quienes eran los otros.

Cuando llegamos vimos mas leones, entre ellos estaban mis supuestos hermanos, pero los demas no los reconocí, pero quizá estaban hay por alguna tontería que les dijeron mis "hermanos"

*no se, jamas los havia visto, sera mejor qu lo averigüe, que date a qui*

Empece a caminar en dirección hacia ellos y cuando enraba llega do con mis hermanos senti que todos se me quedaban viendo lovual era muy incomodo


*ya estoy aqui, como dijeron, antes de lo que sea que tengan planeado, quienes son todos estos*

Ellos solo sonrieron y los leones me acorralaron

Al ver que Leiza estaba acorralada decidí ir en su ayuda, pero antes de que pudiera salir noté una presencia extraña detrás de mí, me volteé y me sorprendí allí al ver a mi hermano.

-¿Qué haces aquí?- pregunté sorprendido
-Esta pelea es mía- dije enfadado al mirarlos

En eso me dijo que también era suya, ya que yo iba a estar en ella, me alegré al oír esas palabras y asentí, de repente hice una señal y los dos nos abalanzamos contra ellos. Nos quitamos a bastantes de en medio y enseguida nos reunimos con Leiza.

-¿Estás bien?- pregunté

En eso mi hermano le preguntó si me habían hecho daño, los dos nos preocupamos por ella.

Me sorprendi al ver que ambos estaban preocupados

*estoy bien, no me han hecho daño...*

Entonces mi hermano miro a shiro y supuse que buscaba pelea

*no espera, por que haces esto, bien que buscas pleito con mi esposo, por que un pleito sobre la mañana y no te mete en ese y me dejas tranquila*

El se rio y estuvo diciendo que yo me case con un viejo y lo decía en tono de burla.me izo enojar tanto que le di un zarpaso

*jamas lo confundas con un viejo por que a diferencia de ti, tus canas si son naturales, asi que mejor largate y arregla ese asunto por que yo no entrare en eso, ya no es mi manad y sabes por que?, tu no eres mi hermano*

Le dije muy enojada

Me sorprendí al ver que le dio un zarpazo y también lo que le dijo a continuación, aunque no fui el único, mi hermano también se sorprendió y además añadió que Leiza tenía un buen coraje.

-Je, sí que lo tiene- dije sonriendo mientras la veía

En eso veo el león que una vez fue su hermano se preparaba para devolverle el zarpazo a Leiza, pero yo no se lo iba a permitir, así que fui corriendo hacia donde estaba y me lancé sobre él, quedando encima, en eso le puse una pata en su garganta y fui incrementando la presión, haciendo que no pudiera respirar.

-Ni se te ocurra levantarle la pata a mi querida esposa- dije- ¡Ah!, y dejame decirte que si tengo el pelo gris es porque fue una condición de Ahieu para regresar a la vida, sino tendía mi color verde de siempre
-Y otra cosa más, no quiero que nos volváis a molestar, ¡nunca jamás!, de lo contrario juro que os mataré uno a uno de la forma más cruel posible- dije muy enfadado y acercando mis dientes a su cara- Quiero que solucionéis vuestros asuntos, como bien dice Leiza, porque ya no son suyos, ya que no sois hermanos, sus padres no son los mismos que los vuestros, ya que vuestros padres la raptaron y la adoptaron
-¡Ahora quiero que os larguéis de mi vista antes de que me arrepienta de dejaros a todos vosotros con vida!- grité muy enfadado

Tras decir eso y antes de liberarlo, le marqué la cara para que recordara que no iba de farol. Después de eso lo solté, los reunió a todos y, los que quedaban con vida, se marcharon corriendo asustados.

-Menudos gallinas- dije riéndome

En eso se acercó mi hermano y me dijo que no sirvieron ni de calentamiento, los dos nos miramos y empezamos a reírnos. Después me acerqué a Leiza y la abracé.

-Ya pasó, querida, ¿qué tal si regresamos?- dije sonriendo

*si tu me llevas, jajjaa, mejor una carrera a la cueva el ultimo es una gallina*

Dije mientras salia disparada dejándolos atrás
Me alegre que shiro los sacra del reino, se lo tien merecido espero no verlos nunca mas

Leiza salió corriendo de regreso a la cueva, en eso miré a mi hermano y los dos empezamos a correr detrás de ella. Leo logró alcanzarla, pero por alguna extraña razón yo no pude, y notaba se alejaban más y más, mientras que yo me notaba cansado. Tuve que parar un momento para poder recuperar el aliento.

-¿Qué me pasa?, es la primera vez que me encuentro tan cansado- dije- ¿Acaso será que la enfermedad de nuestra maldición aún me sigue haciendo efecto?

Me alarmé tras hacerme esa pregunta, rápidamente sacudí mi cabeza y me dije a mí mismo que eso no podía pasar. Tras recuperarme un poco volví a la carrera y traté de alcanzarlos, aunque fue inútil, ellos ya habían llegado a la cueva y me estaban esperando para cuando yo llegué.

-Fuu, parece que soy una gallina- dije riéndome

*jaja estas bien, no fue una carrera tan larga, sin embargo te vez muy cansado, todo esta bien*

Le dije algo preocupada, no queria perderlo lo eh perdido dos veces y la tercera es la vencida. Me acerque y lo abrace. En eso llego nala y me pregunto si podíamos jugar

*jaja claro pequeña, voy con nala quieren venir?*

Dije mientras miraba a ambos hermanos

Mi hermano dijo que se apuntaba, pero yo decidí declinar la oferta, estaba demasiado cansado por la carrera.

-Mejor que disfrutéis vosotros dos con Nala del juego- dije- Yo voy a hablar con Sarah

En eso me dispuse a marcharme, pero Nala me dijo que estaba adentro, así que le di las gracias y entré a la cueva. Una vez allí busqué a Sarah y le pedí que fuéramos a un lugar más reservado, ella asintió y nos alejamos los dos juntos. Cuando creí que ya nadie nos oía decidí hablarle.

-Sarah, verás- dije, no sabía cómo contarle- Me ha pasado algo muy raro, haciendo una carrera junto a mi hermano y a Leiza, me he sentido muy cansado y tuve que parar para recuperar el aliento, eso nunca antes me había pasado

Sarah se frotó el mentón, de verdad que era raro lo que me pasaba y la babuina lo sabía, pero lo que no sabía era el por qué, así que me dijo que me iba a poner en contacto con los espíritus para ver si ellos sabían lo que me ocurría. Vi como cogía su bastón, lo alzó en el aire y me golpeó la cabeza, quedando incosnciente. Cuando volví a abrir los ojos me llevé la pata a la cabeza.

-Maldita Sarah, ¿es qué no conocía de otro método?- dije molesto

De repente veo que se acerca una figura, era Ahieu, por lo que le hice una pequeña reverencia y enseguida le miré a los ojos. Iba a explicarle lo que me pasaba, pero él me dijo que no hacía falta, ya que él lo sabía todo.

-Entonces, ¿qué me pasa?- dije preocupado- ¿Acaso voy a morirme?

Él negó con la cabeza y me explicó la situación, tras mi segunda muerte él alteró el transcurso del tiempo para que yo siguiera con vida, pero como consecuencia mi melena se volvió gris. Bien, pues eso no fue lo único que cambió, mi corazón también se volvió más viejo, así que carreras como esa me iban a cansar fácilmente.

-Osea, en otras palabras, Erik y Nala tenían razón- dije- Soy un maldito viejo

Ahieu se rascó la melena y asintió, me dijo que aunque mi cuerpo seguía siendo el mismo, mi melena y mi corazón habían envejecido.

-Entiendo, ¿pero eso no quiere decir que moriré pronto?, digo, si ya soy un viejo- dije

Él negó con la cabeza y me dijo que no me preocupara por eso, ya que moriría cuando me llegara la hora y eso sería dentro de muchos años, porque en realidad era joven, solo que por su culpa había envejecido de golpe. También me contó que me iba a fatigar más rápido y que evitara las sorpresas o los sustos, ya que podrían no sentarle bien a mi corazón.

-Está bien- dije

Tras decir eso, todo se volvió oscuro. Volví a abrir los ojos, pero esta vez me encontraba en la realidad y estaba al lado de Sarah, quien me preguntó cómo me había ido, así que le conté todo lo sucedido. Ella se llevó la mano a la barbilla y asintió.

-Bueno, por lo menos sé que es lo que me ha pasado antes- dije- Ya no soy tan joven como aparento, jeje, parece que los molestos de Erik y Nala tenían razón, aunque odio que me llamen viejo

Tras decir eso, Sarah me dio unas palmaditas en la espalda y me dijo que no me preocupara por ello. Después, los dos regresamos a la cueva.

Fuimos al manantial y nala se puso a jugar con leo y yo los miraba pronto empezo a acercarse una tormenta

*sera mejor que nos vallamos parace que va a llover*

Nos pusimos en marcha a la cueva nala se fue con erik y yo con shiro me acerque y le acaricie la melena

*mi joven rey ya llege*

Cuando Leiza dijo lo de joven rey noté como si mi pecho me doliera, en eso fingí que no me paó nada y le dirigí una sonrisa.

*-Bienvenida a casa- dije sonriendo*

Iba a preguntarle sobre qué tal les fue, pero un rayo me lo impidió y como que me forzó a cambiar el tema.

*-Vaya, no me había dado cuenta de que se aproximaba una tormenta, es toy perdiendo facultades- dije riéndome sarcasticamente
-En fin, vayamos a dormir- dije- Por cierto, Roky, Reik y Leo, ¿cuándo piensan volver a sus reinos?, sus familiares deben de estar preocupados*

Mi hermano me dijo que había avisado que iba a pasar unos días aquí, así que no había problema por su parte, pero en cuanto a los otros dos, ellos dijeron que se iba a ir mañana.

*-¿Tan pronto?, bueno, si es su decisión, solo espero volver a veros, ¿no, cuñado?- dije sonriendo*

*ojala hubiéramos pasado mas tiempos hermano*

El asintió y me abrazo, pude observar como mis padres nos veian, entonces mi hermano y yo fuimos a abrazarlos yo a mi papa y reik a mi mama, por fin estabamos en familia.

*ojala podamos estar asi algún dia*

Ellos me dijeron que asi sera, tambien nos dijeron que pensaban ir con reik a conocer a su familia mi hermano asintió y dejaron que iban a partir mañana. Me volvi a hacercar a shiro

*y que te dijo sarah?*

Tragué saliva, estaba entre mentirle o contarle la verdad, finalmente opté por decirle, así que le dije lo que hablé con Sarah y con Ahieu.

*-Y eso fue todo lo ocurrido, por eso me sentí cansado cuando corríamos- dije*

Solo esperé que no se preocupara mucho por mí y me impidiera seguir protegiéndola tras haberle contado aquello.

*shiro, no quiero perderte se que tienes la fuerza del leon joven que siempre has sido pero, no quiero que te pase nada*

Unas cuantas lagrimas empezaban a salir la sola idea de perdelo, no podría soportarlo.