Descubriendo mundo 2 (roll privado)

En eso me dijeron que nos había seguido, yo me sorprendí, no me había dado cuenta.

-Vaya, ya se ha hecho toda una experta del sigilo, no me he dado cuenta de que nos seguía- dije- ¿Me pregunto dónde puede estar?

En eso me puse a pensar y el único lugar que se me vino a la mente fue Upendi, así que dejé a Keita al cargo y fui para allá.

Como estaba tan a gusto en el lago no me había dado cuenta que me quede dormida. Estaba soñando o recordando.

En el sueño o recuerdo

Estaba caminando de regreso a la cueva y en el camino me encontré con un león yo lo reconoci al instante era mi amigo al único de la manda que se me apoyaba solo recuerdo que solo estábamos platicando iba a ocurrir algo pero sentí que alguien me sacudia mientras dormía...

Abrí mis ojos y era...

Por el camino un antílope quiso que le ayudara, le dije que tenía prisa, pero no me dejó en paz, así que asentí y fui con el resto de su clan, al llegar vi que se estaban peleando entre ellos por un pedazo de ¿hierba?

-¡Oe!, ¿por qué estáis peleando?, ya está bien, ¿no?- dije molesto

De repente empezaron a hablar todos a la vez, lo que hizo que me doliera la cabeza, así que los mandé callar y que hablaran de uno en uno. Finalmente tomé la decisión de darle la hierba al incoshi y hasta que éste no se lo comió no me marché. Después de esa interrupción seguí con mi camino, esta vez corriendo, por si acaso alguien le daba por pararme. Al llegar vi a Leiza siendo zarandeada por un león que no conocía, así que fui corriendo a por él.

-¡Oye!, ¿qué crees que haces?- dije preparándome para atacar

*que?, shiro?,*
Desvía mi mirada hacia el otro león lo reconocí era jarsiri
*jarsiri?, eres tu?.
El asintió y quede impactada era un amigo de la infancia
*que haces aquí?*
A lo que me respondió es ye quería andar de vagabundo haciendo una cara de travieso. Luego recorde que hay estaba shiro

*shiro, mira te presento a jarsiri es un amigo de la infancia. Jarsiri el es shiro es mi esposo*

Dije mientras abrazaba a shiro y pude notar que ninguno despegaba la mirada

¿Amigo de la infancia?, igual que Jango lo fue para mí, pero no me quedé tranquilo y aunque Leiza me estaba abrazando no le quité la vista de encima. En eso le di un beso a Leiza y me acerqué a él.

-Bueno, pues como dijo Leiza yo soy su esposo- dije- Al igual que soy el rey de las tierras que pisas llamadas Mountain Lands
-Así que amigo de la infancia, ¿eh?, y dime, ¿qué haces por aquí Jarsiri?- dije

No me fiaba, había algo en su mirada que no me gustaba, ya que sabía que no le había quitado la vista a Leiza en todo momento, así que pensé que él quería ser algo más que amigo de la infancia, a pesar de que ella le había dicho que yo era su esposo y yo también.

Vi como entre ellos se lanzaban miradas algo me decía que no terminaría bien. Jarsiri respondió su pregunta dijo que solo anda de vagabundo y que no se estaba quieto en ninguna manada.
Luego me miro y me dijo que le daba mucha volverme a ver
*a mi tambien me da gusto volver a verte después de mucho tiempo, pero dima a caso no te as casado*
El negó con la cabeza me dijo que no por que una leóna le había robado su corazón
Yo solo me quede. Callada la verdad no sabia que decir.
*shirl crees que se pueda quedar un tiempo con nosotros?*

Al preguntarme eso miré a Leiza y después lo miré a él, lo miré de arriba a bajo frunciendo el ceño, al acabar arqueé una ceja.

-Podrá quedarse, pero solo una semana- dije- A no ser que vea sus intenciones, si son buenas le permitiré más tiempo, pero si son malas será desterrado al momento

Tras decir eso empecé a caminar de regreso a la cueva real.

Le di un beso y le agradeci
*bueno jarsiri te quedarás por una semana. Y dime que has hecho en todo este tiempo?*
Estuvimos. Platicando de camino a la cueva cuando llegamos. Varias se nos quedaron viendo y el pequeño simba me abrazo y luego a shiro y al mismo tiempo se puso a jugar con el
*se ven tan tiernos juntos*
Le di un beso a cada uno
*los amo chicos*

Al llegar Simba se puso a jugar conmigo, en eso Leiza nos dio un beso a cada uno, después le dije a Simba que intentara atrapar mi cola, pero que cuando lo hiciera que no fuera con mucha fuerza que dolía, Simba asintió y se puso a perseguir mi cola. En eso se acercó Loli, yo vi cómo estaba aguantando las lágrimas, así que la agarré y la subí a mi melena.

-Pequeña, no llores- dije- El llorar no os sienta bien, créeme
-Anda y dile a mi hijo que juegue contigo- dije

De repente Simba atrapó mi cola, ya que me distraje, pero no cumplió con su parte del trato, ya que me dolió, iba a quejarme, pero justo en ese momento Loli le dijo de jugar y los dos se pusieron a jugar al pilla pilla.

-De verdad que hacen buena pareja- dije sonriendo- Espero que Simba la anime

Mire la escena y creo que llego la hora
*bien bien tu ganas si...hacen una buena pareja lo admito*
Dije mientras lo miraba en eso jarsiri me dijo que si podíamos ir a caminar yo acepte y nos fuimos a dar un recorrido

No me gustó nada que Jarsiri le pidiera que fueran a dar un paseo los dos juntos, aquello me sentó fatal y como no me fiaba llamé a Zuzó.

-Zuzó, quiero que los vigiles- dije muy serio- Y si ves que él se pone en plan romántico con ella los interrumpes como sueles hacer, mmm, le puedes dar el reporte matutino a ella

Zuzó asintió y se marchó, en eso me empecé a preocupar, yo confiaba en Leiza, pero no en su amigo de la infancia.

Estábamos caminando platicando cosas de la infancia cuando íbamos caminando yo me resbale cayendo encima de el me puse muy roja
*hay lo siento yo...perdon...*
No termine de hablar por que me beso...en ese momento lo apareció. Zuzo llamandome y me separe de jarairi
*zuzo!, que pasa*
Están tan roja. Zuzo me dio el reporte
*aguarda por que no se lo das a...*
Me volvió a interrumpir diciendo que seria mejor que regresara que ya era de noche y... Jarsiri le interrumpió y le dijo que se adelantara que debía hablar con migo
*aja*
Dije sorprendida hablar de que pensé, cuando zuzo se fue
*dime de que quieres hablar?*
El se me acerco y yo retocedia y...

Empezaba a hacerse de noche y yo seguía muy nervioso, me preguntaba que podrían estar haciendo esos dos a solas y si Zuzó logró su cometido. La noche llegó y con ella Zuzó, éste vino apurado y me contó lo sucedido.

-Sabía que no debía fiarme de ese león- dije frustrado- Sabía que él la amaba

Tras decir eso salí corriendo en su busca, cuando los hallé iba a saltar sobre él, pero decidí espiarlos, ya que confiaba en Leiza y esperé a ver que se decían.

*jarsiri basta, que te pasas caso no recuerdas que estoy casada*
En eso el me tiro y se puso arriba me dijo que regreso por que me extrañaba y por que me amaba y que no creía que yo amaba a ese rey de pacotilla
*cállate, yo lo amo con locura y no es un rey de pacotilla el es el mejor rey de todo el mundo*
El me miro y me beso yo trataba de quitarmelo encima pero valla que el tiempo le favoreció pues esta mas fuerte que cuando antes

Ak ver aquella escena me enfurecí.

-Sabía que no podía fiarme- dije enfadado

Iba a intervenir, ya tenía las garras extendidas, pero de repente algo golpeó mi cabeza y quedé inconsciente.

*sultame. Que te pasa. Dejame en paz!!*
Le di un zarpaso tanto que puede quitármelo de encima. El me miro y yo sali corriendo cuando estaba por irme vi el cuerpo de shiro
*shirl!?!,*
Me acerque a el trate de despertarlo pero fue inutir entonces jarsiri me sujeto
*suéltame jarsiri. Ya basta!!*

Yo estaba K.O., pero de repente oí la voz de Leiza pidiendo ayuda y logré despertarme, pero me dolía un montón la cabeza, traté de levantarme, pero recibí otro golpe, esta vez en la espalda, de esa manera no pude levantarme.

-Maldito, suelta a Leiza- dije

Esas fueron las últimas palabras que dije antes de que algo me golpeara en la cabeza otra vez.

*ya basta suéltame*
A lo lejos puede ver a zuzo
*ZUZO TRAE AYUDA*
no termine pues me tapo la boca yo luchaba por safarme de el pero no podia

Lo último que oí fue a Leiza diciéndole a Zuzó que buscara ayuda, después de eso me sumergí en un profundo sueño, aunque era algo raro, vi a una cachorra azul y pensé que era Dominika, pero me sorprendí al ver que era Leiza.

-¿Otra vez se convirtió en cachorra?, ¿entonces yo también?- pregunté

Miré a mi alrededor a ver si había algún lago donde pudiera verme y cuando hallé uno fui a ver mi reflejo, me sorprendí al ver que yo seguía adulto, no comprendía que estaba pasando. Volví a mirar a Leiza y también vi a sus falsos padres y a otro cachorro de león que reconocí enseguida, era Jarsiri, así que fui hacia ellos.

-Leiza, aléjate de él, es una mala influencia- dije- Además, éstos no son tus padres

Pero no me hizo caso, era como si no existiera, de repente se dirigieron hacia a mí y me atravesaron, definitivamente no existía. Así que solo me quedó la opción de verlos sin poder hacer o decir nada, ya que no me iban a ver. En eso me fijé en Jarsiri y pude comprobar que desde cachorro estaba enamorado de Leiza.

-¿Esto es un sueño o estoy reviviendo los recuerdos de alguien?- me pregunté

De repente me entró un fuerte dolor de cabeza que hizo que todo se viera borroso, estaba volviendo a la realidad. Me desperté y al abrir los ojos lo primero que pude ver fue la silueta de un león oscuro, se parecía un montón al malvado Scar, éste se giró y me clavó sus ojos rojos como el fuego.

-¿Quién eres?- fue lo único que pude preguntar

Él me dijo que era el nuevo rey de Shadow Lands y que simplemente estaba ayudando a su amigo a conseguir a su amada Leiza, yo me sorprendí y abrí los ojos como platos, no podía creer lo que me acababa de decir.

que quieres?
las lagrimas comenzaban a brotar estaba demasiado cansada como para seguir enfrentándolo.
solo dime que quieres por favor
el empezo a acariciarme, me dijo que me convirtiera en su esposa
jamas sere tu esposa, ni aunque fueras el ultimo leon
el me dijo que me lo pensara por que si no, me volteo la cabeza hacia shiro y como un leon lo golpeaba

De repente me volvió a golpear, en eso Leiza estaba mirando para acá, oí perfectamente lo que dijo Jarsiri y si conocía a Leiza sabía lo que haría por protegerme.

-Leiza, no lo hagas, ya verás que todo saldrá bien- dije- Te lo prometo

Pero de repente me volvió a golpear, mientras me decía que me callara.

-¡No me da la gana!, mi mujer está en apuros y debo salvarla- dije enfadado e intentando levantarme

Él me volvió a golpear, pero yo apreté los dientes e intenté levantarme.

-Ningún rey de pacotilla me va impedir levantarme y ayudar a mi amada- dije enfadado

Tras decir eso intenté levantarme y éste me golpeó más fuerte, tanto que pude oír como mis vértebras crujían, después de ese golpe no pude volver a levantarme, no sentía las patas. En eso me dijo que él no era ningún rey de pacotilla, él merecía el trono y me dijo algo que me dejó helado, me dijo que él era Kizuato y que era la reencarnación de Scar.

-No puede ser- dije sorprendido

En eso oí la risa de Jarsiri y le dediqué una mirada llena de odio, lo que hizo que se riera más, también me dijo que la ayuda nunca llegaría, porque Zuzó nunca llegaría a su destino.

-¿Qué?, no puede ser, ¿qué le habéis hecho a Zuzó?- dije enfadado- Aguanta Leiza, te salvaré a como de lugar, saldremos los dos de esta y lo haremos juntos

no podía evitarlo quería llorar hacer lo que pudiera para que esto acabe vi a jarsiri, y llorando le dije

tu no eres mi amigo, mi amigo me queria, me protegia y me entendia. donde esta el viejo jarsiri

me dijo que ese jarsiri murio

jarsiri, se que estas enamorado de mi pero entiende yo no puedo corresponderte, por una vez en tu vida haz algo sensato y ponte a buscar a alguien especial para ti que no sea yo. por favor basta ya dejen a shiro en paz

me iba a odiar por lo que iba a decir

are lo que quieras, pero ya basta

dije mientras bajaba la cabeza

Giré la cabeza sorprendido, sabía que iba a decir eso, en eso Jarsiri mostró una sonrisa, había logrado su cometido.

*-¡No, Leiza!, no lo hagas- dije desesperado*

En eso Kizuato también mostró una malévola sonrisa y me dijo que no podría impedirlo, en eso Jarsiri le dijo a Kizuato que me matara, ya no me necesitaba, además, alguien en mi estado iba a morir eventualmente y como un gesto de generosidad me iba a matar rápidamente.

*-Bastardo- mascullé entre dientes*

quede elada ante la orden que le dio a ese otro leon, me enfureci tanto que me agazepe y sin que me viera y completamente sigilosa esacape de ese escenario cuando estaba algo lejor sali corriendo hacia la cueva pidiendo ayuda, pero me di cuenta que jarsiri me vio y me estaba siguiendo por suerte la esposa de zuzo me vio y se me acerco yo le conte todo y no dudo en ir a la cueva a pedir ayuda mientras yo corria se me acabo el camino y esta acorralada. este me carga y me llevo donde antes, parece que vas a ver como muera tu esposo, me dijo

Leiza logró escapar y recé porque lograra ponerse a salvo, pero al cabo de un rato Jarsiri la trajo de vuelta y mis esperanzas se esfumaron. De repente éste dijo que iba a ver como moría yo negué con la cabeza, no podía ser posible y no iba a dejar que eso pasara, pero no podía moverme, necesitaba un milagro. En eso oí una voz en mi cabeza y de estar en aquella escena me transporté a otra que estaba cubierta de nubes.

-¿Acaso he muerto del susto?- pregunté

Pero nadie me respondió, de la nada salió un rayo de sol muy fuerte, tanto que acabó cegándome y cuando volví a abrir los ojos vi a un majestuoso león, me quedé mirándolo, por alguna extraña razón lo consideré como alguien muy importante, así que le hice una reverencia.

-Señor, ¿podría decirme que hago aquí?- dije muy respetuosamente

En eso él se rió, yo me extrañé aún más, de repente me dijo que se llamaba Ahieu y que me iba a conceder la oportunidad de volver a ponerme de pie y luchar contra mis enemigos.

-¿En serio puede hacer eso?- pregunté sorprendido

En eso él me dijo que no había nada que él no pudiera hacer, de repente aquel lugar desapareció de la misma manera en que apareció y volví a donde estaba antes. Pero había algo extraño y era que notaba la patas, entonces lo de antes no había sido un sueño. Justo cuando Kizuato iba a darme el golpe de gracia, fui yo quien le di un buen zarpazo, alejándolo de mí. Me levanté y más rápido que un rayo corrí hacia Leiza y la alejé de Jarsiri.

-Querida, ¿estás bien?- dije sonriendo