Descubriendo mundo (roll privado)

Yo estaba distraido corriendo cuando oí que Leiza gritaba, miré para donde estaba ella y vi a Erik caer por el barranco, en eso emprendí la carrera más veloz de toda mi vida, oí como Leiza me llamaba.

-¡Voy!- grité

Tras decir eso, ya estaba a su lado y salté, extendí mis garras y descendí por la pared, vi a Erik caer por suerte aún no había llegado abajo del todo, en eso di otro salto y agarré a Erik con mi boca, mientras caíamos me di la vuelta para caer boca arriba. Al llegar al suelo solté a Erik para poder rugir del dolor, después abrí mi ojo y vi que Erik estaba a salvo.

-Menos mal que estas bien- dije- Si te hubiera pasado algo no sé que haríamos
-La próxima vez mira por donde vas- dije

Tras decir eso iba a levantarme, pero no pude hacerlo, me dolía demasiado todo el cuerpo.

decidi bajar para ayudarlo 

shiro, estas bien


erik me abrazo estaba triste decia que era su culpa, de no ver sido por que le llamo la atencion la oscuridad, no hubiera pasado esto, estaba al borde del llanto.


no, cielo, tranquilo tu papa, se va aponer bien vas a ver que si por ahora iré por sarah, erik quédate con tu papa, de acuerdo


le di un beso en la frente y otro a shiro iba a partir pero...

Leiza iba a ir a por Sarah y me dejó a Erik, pero justo cuando se marchaba apareció alguien a quien ya habíamos visto, era el antiguo prometido de Leiza, éste lo había observado todo y se estaba riendo de nosotros.

-¿Qué te hace tanta gracia?- pregunté enfadado

Iba a levantarme, pero no pude, así que me quedé donde estaba, en eso él nos dijo que lo que le hacía reírse era lo patético que le resultaba, eso me hizo enfadar, también nos contó que me tenía muchas ganas, pues por mi culpa había sufrido una gran humillación, por no hablar de que había sido desterrado de su manada y ahora vivía como un vagabundo.

-Eso fue cosa tuya, ahora lárgate de mi reino- dije gruñéndole

En eso él se encogió de hombros e hizo un gesto de que se largaba, pero todo lo contrario, vino corriendo hacia mí, sorteó a Leiza y me propinó un zarpazo con todas sus fuerzas que me lanzó varios metros atrás.

Oí el grito de Leiza, pero no pude reaccionar, es más caí inconsciente. Cuando volví a despertar estaba en el Baobad rodeado por mi padre, Erik y Sarah, ellos me explicaron todo lo sucedido, también me dijeron que Sarah me había curado, pero que tuviera cuidado que no estaba al 100%.

-¡Maldición!, maldito sea Makomen- dije enfadado- ¿Alguien sabe donde se ha ido ese maldito?

En eso me dijeron que tal vez Zuzó lo sabría, así que lo llamé a gritos, no tardó mucho en aparecer.

-Zuzó, ¿has visto a Leiza?- dije enfadado

Zuzó me contó todo lo que había visto, me dijo que la había visto con otro león cruzando la frontera por la montaña del este que era por donde había un bosque.

-Suficiente- dije serio

Después de decir eso me levanté, bajé del árbol y empecé a correr a una velocidad algo peligrosa hacia aquel lugar.

ya basta, bájame 


este me tiro al suelo intente escapar pero no pude por que se puso arriba de mi,


makomen por que estas haciendo esto?, no es mi culpa que mi padre te haya desterrado


se rió tan malvadamente que medio mello (miedo), el me dijo que yo seria la única que faltaba para su colección, me quede helada cuando dijo; colección.


colección, de que?, de leonas embarazadas.


ese comentario lo hizo enfurecer, y me dijo aparte, y despues dormiras para nunca despertar, 


QUE, NO, ALEJATE DE MI, SHIRO


que tonta el esta lastimado, me dijo makomen y también dijo que mas me iba a encontrar y si lo hacia seria demasiado tarde, en eso se acerco a mi  y yo solo grite de puro miedo y coraje.

Yo estaba corriendo, ni siquiera me di cuenta de que había llegado ya a la frontera, una vez allí gritos, me paré en seco, pero me choqué contra un árbol porque llevaba mucha velocidad. En eso me fijé en los gritos y los seguí buscando su origen, de repente vi a Makomen acercándose a mi esposa, rugí de ira, salté y le di un zarpazo para quitárselo de encima.

-Cariño, ¿estás bien?, ¿te hizo algo?, ¿hace falta que lo mate?- dije entre preocupado y enfadado

cuando vi que llego shiro sentí un gran alivio.

shiro...por que a mi, pero como no estabas herido

le dije mientras lloraba, voltee y vi que makomen le iba atacar

cuidado shiro

me puse en medio de los dos por lo que lógicamente yo iba recibir el golpe que iba dirigido a shiro 

-Tú lo has dicho, lo estaba- dije

En eso me dijo que tuviera cuidado y Leiza se puso entre los dos, iba a recibir el golpe de Makomen, en ese momento sentí como si mi vida se fuera al traste, lo que hizo que me enfureciera, me giré rápidamente y aparté a Leiza, poniéndola a una distancia segura.

-No te preocupes, estoy bien- dije sonriendo
-Yo me encargaré de ese tipo tan desagradable- dije mirándole fijamente

Nada de decir eso corrí hacia él, éste me iba a dar un zarpazo, pero lo sorprendí y fue él quien lo recibió, después le ataqué una y otra vez, no le di ningún respiro, en eso le di un zarpazo directo a la cara y, al ver una apertura, un mordisco a la yugular.

-¡Je!, esto se acabó- dije- Fiu, creo que necesito unas buenas vacaciones, jeje

Estaba exhausta no podía pararme asi que solo cerre los ojos y sentía que lo que había dicho fuera real pero se que es por el agotamiento, mi respiración no era normal

En eso vi que Leiza actuaba de forma rara, por lo que me acerqué a ella.

-Leiza, ¿estás bien?, te noto un poco rara- dije preocupado- ¿Acaso llegué demasiado tarde y sí te hizo algo?

Me preocupó un montón, estaba tan inmenso en saber qué era lo que le pasaba a Leiza que ni me di cuenta de que se volvieron a abrir mis heridas ni del dolor que empezaba a tener.

Intente hablarle pero por algún motivo mis palabra no sonaban solo movia los labios sin poder emitir algún sonido. Lo único que pude decir fue
*ten...go...mi...edo...*
Y eso fue todo lo que pude decir sentí que ya de ver ducho eso me agotada aun mas

Al decir Leiza que tenía miedo me dejó paralizado, espero que no lo tuviera de mí.

-Querida, tranquilízate, ya pasó todo- dije abrazándola- No temas, siempre estaré a tu lado, esto no volverá a ocurrir, tranquila, ya pasó

Tras decir eso le di un beso y le insistí en que volviéramos a casa, allí ya no teníamos nada más que hacer.

Yo quería decirle que tenía miedo de lo que me dijo makomen, asentí a la respuesta de shiro trate de pararme, lo había logrado pero me dolía todo, no podía hacer mucho esfuerzo y menos deseaba que shiro me ayudara ya que el estaba en las mismas

Caminé un poco, en eso giré la cabeza y vi que Leiza no me seguía, así que regresé y me puse a su lado, intentando ayudarla.

-No te preocupes por mí, soy más fuerte de lo que aparento ahora mismo, jeje- dije
-Venga, apóyate en mí y regresemos a casa- dije- Erik tiene muchas ganas de verte

Después de decirle eso me quedé viéndole los ojos, los tenía apagados, así que no dejaba de preguntarme qué era lo que le había hecho que se quedara petrificada.

-Leiza, ¿de verdad que no te hizo nada?, porque no lo parece- dije preocupado

*lo siento shiro...en verdad no quisiera que esto afectara nuestra relación pero no dejo de pensar en lo que paso, y eso me preocupa demasiado *

Trate de respirar decidi contarle antes de llegar sino erik se puede enterar.

*shiro en verdad lo siento, tengo miedo de que me vallas a abandonar, pero ya no puedo mas el...el...ya sabes, es lo que cualquier león quisiera*

Le dice al bode del llanto tenia miedo de que me valla a abandonar por eso y perderlo

Me paré de golpe, sin duda alguna me quedé helado, no sabía cómo reaccionar a eso, el maldito de Makomen sí que la había hecho buena, en eso me separé de Leiza la miré a los ojos y me marché hacia donde estaba el cuerpo de ese sinvergüenza, una vez allí seguí dándole golpes, tenía que soltar mi frustración.

-¡Maldito seas!, ¡maldito seas!- dije enfadado y con lágrimas rodando por mis mejillas- ¡Maldito seas!

Después, cuando me cansé de darle golpes me eché en el suelo, estaba tan dolorido, tanto física como mentalmente que no pude evitarlo y rompí a llorar.

*shiro yo lo siento, no quería. Sera mejor que me valla*

Dije y con mucha dificultad empecé a correr aunque por lo malherida que estaba no podía correr muy rápido por lo cual todos podían arrebasrme en el camino iba llorando como es posible que makomen se atreviera, estaba destrozada lo único que deseaba era que esto fuera una pesadilla...

Después de estar allí un rato me levanté, tenía que hablar con Leiza, así que volví a donde la había visto por última vez, pero al llegar allí no la vi y me preocupé de que hubiera hecho alguna tontería, así que intenté localizar su olor, una vez averigüé el camino que tomó fui corriendo a su busca. No tardé mucho en encontrarla, en eso le salí al paso.

-Leiza, yo... quería pedirte perdón- dije triste- Fue mi debilidad lo que hizo que pasara esto
-Pero déjame decirte algo, esto me ha dolido mucho sí, pero por nada en el mundo dejaré que me separe de ti- dije- Esto simplemente nos unirá más, pues pienso cuidar siempre de ti y, ¿qué clase de león y esposo sería si dejara a mi mujer porque uno ha abusado de ella?, en estos momentos es cuando más calor debo darte

Tras decir eso la abracé, ya que estaba seguro de que necesitaba un abrazo, al igual que yo.

-Espero que sigamos juntos pase lo que pase- dije

No aguante mas lo abraze y me puse a llorar, ese abrazo se sinto tan bien que de inmediatamente sentí seguridad al estar con el

*shiro yo...perdón lo siento...te amo shiro no me quiero separar de ti, quiero estar contigo hasta el fin del mundo*

Lo mire ala cara y lo bese

-Yo también quiero estar contigo hasta el fin del mundo y más allá- dije- Pues para mí tú eres todo mi mundo

En eso se me ocurrió una idea, rugí con todas mis fuerzas y de la nada apareció Zuzó.

-Avisa a los demás de que pasaremos la noche fuera- dije- Tenemos asuntos que arreglar

El ave asintió y se marchó, en eso me acerqué a Leiza y le susurré algo al oído tiernamente.

-Es la noche del amor- le susurré

Cuando escuche eso sentí como mi corazón latia mas fuerte y mas rápido. Le regale una tierna sonrisa, y de la misma manera le dije

*claro pero primero deberás atraparme*

Salí corriendo en dirección a nuestro segundo upendi. Y la verdad ni el dolor sentir es como si se hubiera quiso por arte de magia

Me regaló una sonrisa y me dijo que antes tendría que atraparla, en eso me puse a perseguirla, ya no sentía ningún dolor, mi amor por Leiza lo había calmado, o por lo menos lo había callado. No tardamos tanto en llegar, una vez allí empezó nuestra noche del amor.

-Leiza, espero hacerte olvidar todo lo malo que te haya pasado y evitar que nada malo te vuelva a ocurrir- dije

En eso se me ocurrió cantar una canción que una vez escuché mientras paseaba por un reino, esa canción se llama: Es la noche del amor/Esta noche es para amar.

Lo mire con mucha ternura lo bese y le conteste...

*después de esto, olvidare lo que paso y solo pensaré en ti y en las personas que son importantes para mi*

Lo bese la canción prosiguió. Durante la noche hubo momento de paz de, amor en los que olvidamos todos lo problemas y solo nos dejamos guiar por el momento

Esa noche nos lo pasamos muy bien, tanto que no queríamos que llegara el día, pero desgraciadamente llegó. Cuando me desperté vi que estaba abrazado a Leiza y no pude evitar sonreír, le di un beso y me levanté intentando que no despertara, en eso salí de nuestro segundo Upendi para cazar algo para comer, no me costó mucho localizar una manada de oryx y cazar uno, después lo llevé hacia donde estaba Leiza.

-Buenos días cariño, te he traído el desayuno- dije