La historia de Ahadi (mi versión)

Capítulo 1: El nacimiento de Ahadi

Era una noche de tormenta, en una húmeda y fría cueva había una leona dando a luz, ella estaba siendo ayudada por su amiga y por un babuino, tras un escalofriante trueno se oyó el llanto del pequeño bebé, el babuino se lo entregó a la madre, quien le dio un lametazo para limpiarlo, estaba muy contenta con su hijo, en eso lo inspeccionó: su piel era dorada como la suya, tenía la nariz de su padre (negra), los ojos verdes como los de ella, ya solo faltaba de qué color sería la melena. De repente, tras otro trueno, entró un león en la cueva, su pelaje era marrón oscuro, la melena negra, nariz outlander, ojos rojos y cicatrices por todos lados.
-Mira Lars, es nuestro hijo- dijo la leona
-Iris, déjame verle- ordenó Lars
-Claro- dijo Iris
La leona le mostró al cachorro, Lars puso una cara de decepción, acto seguido golpeó a la leona, ésta se sorprendió, no entendió a que vino ese golpe.
-Lars, querido, ¿qué te pasa?- dijo Iris
-Es débil, yo quiero un hijo fuerte- dijo Lars enfadado- Pero no pasa nada, ¡yo le haré fuerte!
Tras decir eso se marchó, no mostró ningún afecto por su hijo y eso a Iris no le gustó, de repente entró una leona, que al ver a su amiga llorar fue corriendo a su vera.
-Iris, ¿qué te ocurre?, ¿acaso tu pequeño nació sin vida?- dijo la leona
-No, Duma, es solo que Lars me ha vuelto a pegar, dice que nuestro pequeño es débil y que le hará fuerte- dijo Iris
-Eso es horrible, déjame verle- dijo Duma- Pues para mí es perfecto, seguro que las traerá a todas de cabeza
-Gracias Duma, me alegra poder contar siempre contigo- dijo Iris
-Claro, no por nada somos las mejores amigas, jaja- dijo Duma- Lo mejor que me pudo pasar aquí es conocerte, sino hace tiempo que me hubiera largado de Dark Lands, odio a este rey
-Shhhh, yo también le odio, pero no podemos decirlo muy fuerte- dijo Iris- Puede tomarla con los pequeños
-Cierto- dijo Duma
-Por cierto, te noto diferente- dijo Iris- ¿Te pasa algo?
-¿Qué?, no, claro que no- dijo Duma
-Vamos, dime lo que te pasa- dijo Iris
-¡Ah!, no hay quien te oculte nada- dijo Duma- Hass me ha obligado a casarme con él
-¡No!- exclamó Iris en un grito de angustia
-Esa fue mi reacción, pero no pude negarme, usó a mis padres para chantajearme, además de que estoy esperando un hijo suyo- dijo Duma
-¿En serio?, madre mía, si necesitas algo puedes pedírmelo, te ayudaré- dijo Iris
-Gracias Iris, eres la mejor- dijo Duma- No por nada eres la voz de las leonas del reino
-¿Quién me llama así?- se sorprendió Iris
-Todas las leonas, eres nuestro pilar- dijo Duma- Tú nos proteges de todos los machos, pues eres la única que tiene fuerzas para revelarse contra Lars
-Bueno, simplemente no soporto ver cómo nos tratan- dijo Iris- Y ahora que he tenido un hijo menos
-Por cierto, ¿le has puesto nombre?- dijo Duma
-Pues no, la verdad- dijo Iris
-En ese caso tienes que ponerle uno- dijo Duma
-Mmmm, creo que ya lo sé- dijo Iris- Ahadi
-¿Ahadi?- se sorprendió Duma
-Sí, significa promesa, creo que es un buen nombre para él- dijo Iris- Pues será quien nos libre de Lars y eso te lo prometo
-Ya veo, jaja- dijo Duma- En ese caso, bienvenido al mundo Ahadi, nuestro salvador
-No te preocupes, yo te protegeré, no dejaré que Lars ni nadie te ponga una pata encima- dijo Iris
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Fin del capítulo, espero que os haya gustado.
PD: Para que os hagáis una idea de como son algunos personajes, aquí os traigo a los padres de Ahadi.

Lars:

Iris:

Ahadi bebé entre las patas de su madre:

Genial gran capitulo y valla no recuerdo ver conocido a los padres de ahadi bueno vervusto imágenes de ellos. En fin por algún motivo me gusto el diseño del malavado león.
Continua pronto espero el siguiente
Capitulo con muchas ganas.
Saludos

Capítulo 2: Las lecciones de un padre

El tiempo pasó y Ahadi era un cachorro bastante vivaz, la verdad es que traía alegría a un reino tan abatido como Dark Lands, y eso se agradecía, pero no todos le querían, su padre y sus seguidores le trataban de manera indiferente y brusca. Aquel día, Lars decidió que ya era hora de enseñarle a su hijo, pero a su manera que era la fuerza bruta.
-¡Ahadi!, ya está bien, presta atención o te golpeo- dijo Lars
Ahadi se sentó, estaba temblando de miedo, Lars rio satisfecho y siguió con la lección.
-Tienes que ser fuerte, el más fuerte de todos, de lo contrario no serás respetado ni temido, ¿queda claro?- dijo Lars con tono de enfado, pero ese es su tono habitual
-Sí, señor- dijo Ahadi temblando
-Un rey debe sonar firme, sin titubeos ni temblores- dijo Lars- ¿Entendido?
-Sí, señor- dijo Ahadi intentando no temblar
-Bien, un rey debe sonar fuerte, sin sentimientos, como mucho solo el de la ira- dijo Lars- Los sentimientos hacen a los reyes ser unos flojos, la justicia tampoco vale nada, solo la ley del más fuerte es lo que importa, así que si quieres ser hijo mío y por ende rey, debes ser como yo
-Sí, señor- dijo Ahadi
-Por esa razón pasaremos mucho tiempo juntos- dijo Lars- Tu madre te hace un blando y eso no lo puedo tolerar, cada vez que demuestres sentimientos te golpearé, no tengo ningún reparo en matarte si no me obedeces, ¿queda claro?
-Sí, señor- dijo Ahadi
-Así me gusta- dijo Lars- Ahora quiero que caces un búfalo
-¿Cómo?- se asustó Ahadi- Es imposible, es demasiado grande y peligroso
-¿En serio?- dijo Lars con una cara que daba miedo
-Sí- dijo Ahadi
En eso Lars golpeó a Ahadi, éste salió volando y se estampó contra una roca, Lars se acercó a él y le volvió a dictar la orden de antes.
-Vas a cazar un búfalo y no es una pregunta- dijo Lars enfadado
-Sí, señor- dijo Ahadi
Ahadi fue a la sabana, seguido por Lars, allí localizó a un búfalo, por suerte no tenía manada, pero sabía por su madre que esos solían ser los más peligrosos, además, pudo observar que tenía muchas cicatrices, señales de que había salido victorioso sobre muchos depredadores, le dirigió una mirada a su padre para ver si cambiaba de opinión, pero todo lo contrario, en su mirada solo encontró un vacío que le heló los huesos, sin duda a su padre no le importaba lo más mínimo la vida de su hijo. tragó saliva y lentamente se acercó al búfalo, se puso a sus espaldas, esperó un buen momento y se abalanzó sobre él, como era pequeño no llegó al lomo, pero logró herirle una pata, la bestia reaccionó y al ver al cachorro intentó zafárselo de sus patas, el pequeño salió despedido y el búfalo corrió hacia él, Ahadi pensó que su vida se acababa, pero justo antes de que el animal se abalanzara sobre él, se desplomó en el suelo, el pequeño se asustó, pero al ver a su madre, saltó de alivio hacia ella, quien no tuvo reparos en enfrentarse a Lars.
-¿Cómo se te ocurre hacer esto?, nuestro hijo aún es muy pequeño para enfrentarse a un búfalo, ¿a caso quieres matarle?- dijo Iris enfadada
-¡Cálmate!, si él no fuera débil esto no hubiera pasado- dijo Lars- Lo proteges demasiado, deja que se lesione, así aprenderá
-Jamás, no pienso hacer eso, no estoy loca, a diferencia de ti yo quiero a mi hijo tal y como es- dijo Iris enfadada- Para mí es más fuerte que tú
Eso hizo enfadar a Lars y le lanzó un zarpazo con las garras fuera, Iris no lo vio venir, por lo que lo recibió de lleno, el malvado rey iba a asestarle otro a Ahadi, pero la leona se puso en medio, recibiendo otra vez el golpe, en eso Lars se marchó.
-No hace falta perder más mi tiempo con débiles- dijo Lars- No os volváis a acercar a mí, no quiero saber nada de vosotros hasta que no aprendáis que aquí manda la ley del más fuerte
Tras decir eso desapareció, Ahadi se alivió de que se largara, pero estaba muy preocupado por su madre, ésta le dijo que se calmara, que iba a ver a un amigo suyo y el dolor desaparecería, el problema era que no podía ponerse de pie, le dolían las patas, así que el pequeño cargó con ella todo lo que pudo, para su suerte se encontraron con Duma, quien los ayudó apuradamente. Tras una larga caminata, llegaron a una gran cueva, Ahadi tuvo miedo de entrar, pero Duma le dijo con una sonrisa que el lugar era seguro, pero aún así no se despegó de ellas, una vez dentro se oyeron cánticos que el pobre Ahadi no entendía, de repente apareció alguien, era un babuino con un grandísimo bastón, cosa que sorprendió al pequeño, debido a que el bastón era tres veces el mono tanto a lo largo como a lo ancho.
-Ponla en la piedra- dijo el babuino
Duma dejó a su amiga en una gran piedra plana que se encontraba en el centro de la cueva, después abrazó a Ahadi para confortarle, en eso el babuino la inspeccionó, se esfumó como por arte de magia y volvió a aparecer de la misma manera, pero ahora traía consigo como una especie de cesto, de él sacó varias hojas, Ahadi no entendía nada, pero el cálido abrazo de Duma le hacía olvidar aquello, se estaba tan cómodo que se acabó durmiendo sin darse cuenta. Cuando se despertó, lo primero que hizo fue maldecirse por haberse dormido en un momento como ese y lo segundo fue buscar a su madre, sintió un gran alivio al verla levantada y hablando con Duma y el mono.
-Vaya, mi pequeño príncipe se ha despertado- dijo Iris- ¿Has dormido bien?
-Siento haberme dormido, mamá- dijo Ahadi- ¿Cómo estás?
-No importa, seguro que estabas muy agotado, tu padre sabe como agotar a la gente muy bien- dijo Iris- Ya estoy bien, gracias a él, por cierto, creo que no le conoces
-La última vez que le vi era un recién nacido- dijo el babuino- Por lo que no creo que me recuerde
-Cierto, jajaja- dijo Iris riendo
-Ahadi, él es nuestro chamán- dijo Duma- Se llama Jama, es un buen tipo y el mejor chamán con el que te vas a encontrar
-Jajaja, es un placer recibir vuestros halagos, pero no soy el mejor- dijo Jama- Hay una chamán en Pride Lands que es muy buena
-¡Bah!, seguro que no te llega ni a la altura de tu cola- dijo Iris- ¡Ah!, Pride Lands, es nuestro reino soñado
-¿En serio?, ¿por qué?- preguntó Ahadi extrañado
-Allí vive un rey que es muy bueno, sabio, fuerte y justo- dijo Duma
-Todos nosotros añoramos ir allí- dijo Iris
-Pero Lars nos tiene amenazados- dijo Jama- Como se nos ocurra nos mata, debido a que él y sus seguidores son mucho más fuertes que nosotros, ninguno se ha atrevido a plantarle cara y así es como estamos ahora
-No te preocupes mamá, yo seré como el rey de Pride Lands- dijo Ahadi- Os salvaré
-Jajaja, si te oyera Mohatu le harías mucha gracia- dijo Iris
-¿Ese quién es?- preguntó Ahadi
-Ése es el rey de Pride Lands- respondió Iris
-Ups- dijo Ahadi
-Jajajaja, no te preocupes, que esto no salga de estas paredes- dijo Iris
-Vale, pero mamá, no hace falta que te lleves mis palizas, ya tienes bastantes con las tuyas- dijo Ahadi
-Hijo, una madre no soporta ver a su hijo herido- dijo Iris- Así que te protejo siempre que puedo, ten en cuenta que algún día ya no me tendrás, así que aprovecho ahora
-Pero como sigas así no durarás mucho- dijo Ahadi preocupado
-Pero si dejo que te lastime, serás tú el que no viva mucho- dijo Iris- Te protegeré de tu padre y no se hable más
Tras decir eso, Iris le dio un gran beso a Ahadi, seguido de un abrazo, después se despidieron de Jama y regresaron con la manada, al llegar se sorprendieron, pues todas estaban siendo maltratadas por Lars y sus seguidores, Iris no aguantó ni un segundo y fue a detenerlos.
-¡Ya está bien!, ¿qué os habéis creído?- dijo Iris enfadada y en pose para atacar- No somos vuestras esclavas
-¡Eh, majestad supremo!, deberíais controlar a esa leona tuya- dijo uno de sus seguidores
-Y tú deberías hablarme con más respeto- dijo Lars dirigiéndole una mirada asesina
-Sí, señor- dijo el seguidor
-Iris, ¿qué crees que haces?- dijo Lars empezando a enfadarse
-Proteger a mis amigas- dijo Iris enfadada
-¿Amigas?, ese tajo de leonas te vendería a la más mínima con tal de que las dejáramos tranquilas- dijo Lars- No tienes amigas y el renacuajo tampoco, los débiles no tienen amigos, solo los fuertes, así que déjanos terminar
-¡No!- gritó Iris
-¿No?, muy bien, ¡tú te lo has buscado!- dijo Lars enfadado
Lars se abalanzó sobre Iris, pero una pequeña figura se interpuso entre ellos y le dio un mini zarpazo en la cara, haciéndole retroceder.
-¿Qué?- se sorprendió Lars
-¡No dejaré que le pongas una pata encima a mi madre!- exclamó Ahadi muy enfadado- Seré pequeño, pero defiendo a los que quiero hasta la muerte
-Je, nos ha salido un héroe- dijo Lars- Por ahora las dejaré tranquilas, pero que conste que no será por siempre, ya podéis darle las gracias al pequeño, de no ser por la muestra de coraje no os hubiera dejado en paz, nos volveremos a ver
Una vez dicho esto, Lars y su séquito se marchó, las leonas respiraron aliviadas, gracias a Iris y a Ahadi no les había pasado nada más, la verdad es que no sabían como agradecérselo, como había dicho el desgraciado antes, eran sus héroes.
-Ahadi e Iris, muchas gracias por salvarnos- dijo Kisha
-No fue nada- dijo Iris
-Sí que lo fue, siempre eres la única que se revela contra Lars- dijo Lika
-Nos gustaría ayudarte, pero tenemos tanto miedo- dijo Hima
-No pasa nada, cuando sea mayor cambiaré las cosas- dijo Ahadi
Todas se rieron, la verdad es que estaban encantadas de que Ahadi se pareciera más a su madre que a su padre. Tras lo sucedido a todas les apeteció un buen sueño tranquilizador.
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Fin del capítulo, espero que os haya gustado.
PD: Eso es porque los creé después de terminar la historia.

Valla padre continua pronto espero el siguiente capitulo
Saludos

Capítulo 3: Las lecciones de una madre

Pasaron algunos meses, Ahadi asistía a las lecciones de su padre, pues habían hecho un trato, él sería más fuerte si dejaban en paz a las leonas, pero no veía la hora de que acabara para poder ir con su madre y las demás, además, tras oír muchas anécdotas del rey Mohatu del reino vecino, éste se había convertido en su héroe y en su ejemplo a seguir. Aquel día terminaron temprano y se fue con su madre, quien le enseñaba todo lo contrario que su padre.
-Mira hijo, para ser un buen león tienes que saber compartir- dijo Iris- Sino jamás serás un buen ejemplo a seguir
-¿Cómo el rey Mohatu?- preguntó Ahadi
-Exactamente, el rey Mohatu comparte con los demás, por esa razón es muy querido por los suyos- respondió Iris
-Vaya, quiero ser como el rey Mohatu- dijo Ahadi
-No te preocupes, mi príncipe, algún día lo serás- dijo Iris- También debes de ser comprensivo, tienes que ponerte en el lugar de los demás para poder tomar buenas decisiones y que todas las partes salgan satisfechas
-Vaya- dijo Ahadi
-Jaja, también tienes que ser muy sabio, pues la sabiduría es la base para ser un buen rey- dijo Iris
-Guau, quiero ser como el rey Mohatu cuando sea mayor- dijo Ahadi
-No te preocupes, estoy segura que lo serás- dijo Iris
-Como me gustaría que él fuera mi padre- dijo Ahadi- Me gustaría conocerle
-Desgraciadamente no lo es, te ha tocado éste y tendrás que conformarte, mi pequeño príncipe- dijo Iris- Y estoy segura que algún día le conocerás
-Yo quiero conocerle ya- dijo Ahadi- Papá podría hacer algo por nosotros e invitarle a venir
-Me temo que no es posible, tu padre se lleva fatal con el resto de reinos- dijo Iris- Es odiado por todos y nadie quiere verle
-No me extraña nada- dijo Ahadi- Menos mal que tú no eres así, mamá
-Claro que no, y me alegra que tú te parezcas más a mí que a él- dijo Iris- El resto de animales de Dark Lands también opinan lo mismo que yo
-Jeje, te prometo que liberaré Dark Lands del tirano de Lars- dijo Ahadi
-Así me gusta- dijo Iris- Pero prométeme una cosa, nunca guardes rencor a tus enemigos
-¿Qué?, ¿por qué?- se extrañó Ahadi
-No se lo merecen- dijo Iris- Nuestros enemigos no merecen tener un espacio en nuestra mente, ni siquiera en cuanto a venganza, así que si alguna vez pasa algo, tú no guardes rencor a quien te lo hizo, ¿podrías cumplir esa promesa?
-Está bien, si tú lo dices- dijo Ahadi- Pero solo porque eres tú, si llega a ser otro el que me lo pida no lo haría
-Jajaja, ese es mi hijo, el más listo de Dark Lands- dijo Iris- Tu padre no lo verá, pero yo veo en ti un gran potencial
-¿De veras?- se interesó Ahadi
-Claro, a pesar de tu edad tienes muy buena vista y oído- dijo Iris- Además, estás bastante bien formado, tienes una buena capacidad de arranque, tus movimientos, aunque son torpes, son bastante precisos
-Ala, no sabía que yo tuviera todo eso- dijo Ahadi sorprendido
-Jajajaja, sí y lo haces muy bien- dijo Iris- Pero como tu padre no pasa mucho tiempo contigo no lo ve, además de que te he estado enseñando yo para que desarrollaras todos esos puntos
-Si es que mi madre es la mejor- dijo Ahadi dándole un abrazo
Iris se sonrojó, después se pusieron a jugar los dos, se lo pasaron muy bien en ese día, pero al regresar a casa, otra vez vieron una escena desagradable, Ahadi fue corriendo hacia su padre.
-Me lo prometiste- dijo Ahadi enfadado
-Chico, ¿es que no sabías que no cumplo mis promesas?- dijo Lars sin mirarle
-No- dijo Ahadi
-Adelante, tenéis vía libre- dijo Lars
-No te voy a dejar- dijo Iris
-¡Tch!, continuad- dijo Lars
-Por encima de mi cadáver- dijo Iris enfadada
Los seguidores de Lars se abalanzaron sobre ella, pero no por nada Iris se enfrentaba a ellos, era la leona más fuerte, además de que era una experta, pero siempre lo había mantenido en secreto, por lo que pudo con ellos fácilmente.
-Lars, no voy a dejar que tus estúpidos seguidores les pongan una pata encima- dijo Iris enfadada
Lars fue a por ella, a pesar de que ella era fuerte, desgraciadamente él lo era más y le dio una paliza, Iris pensó que iba a morir, pero al mirar a Ahadi y ver su cara decidió hacer algo que nunca se había atrevido a hacer por miedo a lo que pasara. La herida leona se levantó, Lars iba a rematarla, pero ella le esquivó, tomó a Ahadi y salió corriendo, el malvado rey se quedó sorprendido, pero actuó rápido, mandó que fueran por ella y la acabaran, para su desgracia, ella era muy rápida y logró evadirlos. Tras varias horas corriendo y asegurarse que los habían perdido, se desplomó en el suelo, Ahadi se preocupó un montón por ella, así que con sus mini fuerzas la arrastró hacia una cueva cercana, al ver que no se despertaba él tuvo que ocuparse de todo por lo que aprendió a ser más fuerte por sí solo. Pasó un mes y por fin Iris se despertó, Ahadi lloró de alegría al ver que abrió los ojos.
-¡Mamá!, ya pensé que no te ibas a despertar- dijo Ahadi llorando
-Tranquilo hijo, ya todo pasó- dijo Iris dándole un beso
En eso Iris quiso levantarse, pero volvió a caer al suelo, estaba demasiado débil como para poder hacerlo, en eso Ahadi le dijo que no se preocupara y salió afuera, pasado un rato, el pequeño volvió con una cría de cebra y varios rasguños
-Toma mamá, no es gran cosa, pero es lo único que he podido cazarte- dijo Ahadi
-Vaya, mi principito se está convirtiendo en un rey, jeje- dijo Iris- No hace falta que caces para mí
-Claro que sí, no pienso dejar que mi madre pase hambre- dijo Ahadi
-Lo mismo puedo decir yo- dijo Iris- ¿Cuánto hace que no comes?, te veo más flaco
Ahadi agachó la mirada, la verdad es que pese a que ha ido a cazar muchas veces, ésa era la primera vez que había logrado atrapar una presa grande, normalmente había pillado ratones.
-Lo sabía- dijo Iris- Anda, ven y comamos juntos
A Ahadi se le iluminó la mirada, asintió, se sentó al lado de su madre y entre los dos devoraron a su presa, se notó que estaban hambrientos, pues no tardaron mucho, después se pusieron a hablar.
-Juro que te vengaré, cuando crezca y sea más fuerte me enfrentaré a Lars y le mataré por lo que te ha hecho- dijo Ahadi enfadado
-Hijo, no debes pensar así- dijo Iris- La bondad debe superar a la maldad siempre, sino serás como tu peor enemigo
-Pero…- dijo Ahadi sin poder acabar
-Sin peros, hijo mío- dijo Iris
-Está bien, pero un poquito de venganza aún me queda- dijo Ahadi
-Me conformo con que el bien gane dentro de ti- dijo Iris sonriendo- Por cierto, ¿me he perdido algo?, aunque te veo más delgado a la vez te veo más robusto
-Jajaja, eso es porque me he estado entrenando- dijo Ahadi- Pero como no había mucha comida no se me nota mucho
-Ya veo, así que mi príncipe se ha vuelto más fuerte- dijo Iris
-Sí, ahora me parezco más al rey Mohatu- dijo Ahadi
-Vaya, vaya, sin duda cuando se te mete algo en la cabeza es imposible sacártelo, ¿eh?- dijo Iris- Por cierto, si quieres podemos ir a que le conozcas, eso sí, antes tendré que volver a poder caminar
-Vale- dijo Ahadi
Al oír que podía conocer a Mohatu le entró un subidón que su madre notó de inmediato, al principio se echó a reír, pero al ver que no paraba le tuvo que detener.
-Por cierto, ¿te he contado alguna vez como es físicamente?- dijo Iris
-Pues no- dijo Ahadi
-Ups, vaya despiste- dijo Iris- ¿Quieres escucharlo?
-Claro- dijo Ahadi emocionado
-Verás, en resumen, Mohatu es marrón, jaja- dijo Iris- Tiene el pelaje marrón, su melena es un marrón algo oscurito, ojos rojos y nariz de color marrón también
-Vaya, pues es muy marrón- dijo Ahadi
Ante el comentario de Ahadi, Iris no pudo evitar descojonarse, aunque fuera cierto le hizo muchísima gracia.
-Sí, la verdad es que si- dijo Iris- Pero escucha, nunca debes insultar a los demás ni hacer comentarios groseros, debes de ser amable con ellos, las cosas feas las dices en tu mente o directamente no las digas, ¿de acuerdo?
-Sí, mamá- dijo Ahadi
-¡Ay!, si es que eres el mejor, te comía a besos- dijo Iris
-Mamá, que no me dejas respirar- dijo Ahadi intentando librarse del abrazo de su madre
-Jajaja, si es que abrazarte da mucho gusto- dijo Iris
-Ya, pero duele- dijo Ahadi
-Jajaja, ya, ya- dijo Iris- Bueno, ¿qué podemos hacer para matar el tiempo?
-Pues no sé, ¿qué tal si vamos con tu recuperación?- dijo Ahadi- Intenta ponerte de pie
Iris asintió, a continuación hizo fuerza en sus patas para levantarse, logró alejarse del suelo un centímetro, pero volvió a caer.
-Mamá- se preocupó Ahadi
-No pasa nada- dijo Iris- Es solo que me siento tan pesada que no puedo ni con mi alma, pero no te preocupes, lograré hacerlo, te lo prometo
Ahadi asintió, Iris siguió intentándolo hasta que llegó la noche, solo había logrado levantarse tres centímetros ese día, pero eso ya lo consideraban un logro, la primera en dormirse fue Iris, mientras el pequeño salió afuera de la cueva y, aprovechando que nadie le veía, se puso a llorar.
-Mamá- dijo Ahadi llorando
Pasaron dos meses, hacía un mes que Iris ya podía caminar, pero no distancias largas, así que hacían muchas paradas en su camino hacia la Roca del Rey de Pride Lands para conocer al Rey Mohatu. Ahadi estaba desesperado, quería encontrar agua para su madre, pero parece que cerca no había ningún manantial, quiso preguntar a algunos animales pero siempre huían de él, por suerte se encontró con una guepardo que amablemente le dijo que había un lago yendo hacia donde estaban los árboles, regresó a por su madre y la guió hacia allá, al ver que lo que le dijo la guepardo era verdad casi llora de alegría. Iris bebió agua y después se echó, Ahadi también bebió agua, estaba tan sediento que no podía más, iba a cerrar los ojos para dormir un poco, pero vio que a su madre le pasaba algo, así que veloz como el viento se levantó y se acercó.
-Mamá, ¿qué te pasa?- dijo Ahadi
-Parece que ya no puedo más- dijo Iris
-¿Qué?, no digas eso- dijo Ahadi- Aún te queda mucho por vivir
-Lo siento, hijo mío- dijo Iris- Este es mi final
-No, no es cierto- dijo Ahadi llorando- Juro que mataré a Lars por hacerte esto
-Ahadi, escúchame, no le guardes rencor a tu padre- dijo Iris
-¿Cómo que no le guarde rencor?, estoy deseando poder vengarte- dijo Ahadi llorando y molesto
-Por favor, cumple la última promesa que te hago- dijo Iris- No te vengues, por favor, mi príncipe
-Pero, mamá- dijo Ahadi llorando
-Hijo, por lo que más quieras, no lo hagas- dijo Iris
-Está bien, por ser tú, te lo prometo- dijo Ahadi
-¿El qué?- preguntó Iris
-Te prometo que no me vengaré por tu muerte contra Lars- respondió Ahadi
-Así me gusta, mi hijo es el mejor de todos- dijo Iris- Seguro que te irá muy bien en la vida, al fin y al cabo eres mi pequeña promesa hacia el mundo, ahora tengo mucho sueño, no me despiertes, mi futuro rey
-Espera, no puedo vivir sin ti- dijo Ahadi llorando
-Vive sin rencor hacia tu padre, no mires atrás y vive el presente, también espero que sigas teniendo esa amabilidad por más cosas que te pasen- dijo Iris
Tras decir eso, Iris cerró los ojos para siempre, el pobre Ahadi no paraba de llorar, acababa de perder a la única familia que le importaba, no quería separarse de ella, así pasaron varios días, hasta que ya no le quedan más lágrimas y decidió, tras darle un último beso y abrazo al cuerpo de su madre, marcharse.
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Fin del capítulo, espero que os haya gustado.

Que león tan malo y pobre ahadi casi lloro continua pronto

Capítulo 4: Una vida de solitario

Habían pasado cinco meses, intentó cazar cebras, aunque fueran a sus crías, pero no lo conseguía, así que volvió a cazar animales pequeños, por lo menos saciarían su hambre, aunque fuera un poco. Ahadi siempre tenía presentes las últimas palabras de su madre, pero no podía evitar guardar rencor a su padre. El pobre Ahadi no tenía sentido de la orientación ni del tiempo, pues no sabía dónde estaba su destino ni en qué día estaba, también tenía mucha hambre, hacía ya tiempo que no había probado bocado, pues hasta las presas pequeñas estaban ocultas o eran muy rápidas, las piernas cada vez le pesaban más, ya no podía más, pero justo en ese momento una cachorra chocó con él, ambos cayeron al suelo, Ahadi se fijó en que poco más pequeña que él, cuando la cachorra se levantó se puso a temblar.
-¿No puedes mirar por dónde andas?- preguntó Ahadi
-Lo siento- dijo la pequeña temblando más que un flan
-¡Tch!, maldita mocosa- dijo Ahadi
-No te había visto antes por aquí, ¿quién eres?- dijo la pequeña aún con miedo
-¿A ti que te importa?- se molestó Ahadi
-Me importa porque soy Uru, la hija del rey- dijo la pequeña seria
-Vaya, ¿y a mí que más me da?, seguro que es un farol- dijo Ahadi
-Eres un mal tipo- dijo Uru
-¡Oh!, no me digas, ¿y tú eres buena?, te has chocado conmigo- dijo Ahadi
-Fue sin querer- dijo Uru
-Ya, claro, eres una cachorra bastante malcriada- dijo Ahadi- Seguro que no tienes amigos
-Eso no es cierto, yo tengo muchos amigos- dijo Uru
-Claro, por supuesto que sí- dijo Ahadi con ironía
-¿Y tú que sabrás?, la princesa Uru tiene muchos amigos- dijo Uru
-¿Ahora hablas de ti en tercera persona?, eres una rarita- dijo Ahadi
-Por lo menos he dicho mi nombre- dijo Uru
-No tengo por qué decir mi nombre a alguien como tú- dijo Ahadi molesto
-No eres muy simpático, seguro que eres tú el que no tiene amigos- dijo Uru enfadada
-¡Bah!, no los necesito- dijo Ahadi
Uru le sacó la lengua, cosa que hizo enfadar a Ahadi, de repente la princesa se puso a llorar y a llamar a su padre.
-¿Es qué te he hecho algo?, eres una miedica- dijo Ahadi molesto
-¡Papááááááá!- gritó Uru
Ahadi se desesperó, pero tras oír un potente rugido, se asustó vivo, de detrás de Uru apareció un león adulto de color marrón y con fuertes músculos, claro está, era el padre de Uru y el rey de Pride Lands, Mohatu.
-Hija mía, ¿qué te pasa?, ¿por qué lloras?- dijo Mohatu
-Ese león es muy malo, me ha atacado- dijo Uru mintiendo
-¿Cómo?- se enfadó Mohatu
-Eso no es cierto- protestó Ahadi
-¿A quién crees que voy a creer, a mi hijita del alma o a ti?- preguntó Mohatu
-A ella- dijo Ahadi derrotado
-Bien, ahora lárgate de mi reino, no eres bien recibido en Pride Lands- dijo Mohatu- Y por si hay dudas, yo soy el rey Mohatu
Ahadi tragó saliva y salió corriendo, mientras corría giró la cabeza y pudo ver como la mocosa le sacaba la lengua, eso hizo que se enfadara, no podía creerse que fuera la hija del gran rey Mohatu, había oído hablar de él, decían que era un buen rey, sabio, fuerte y justo, pero tras lo ocurrido, muy justo no lo vio que fuera. Sin darse cuenta llegó hasta un barranco, Ahadi se maldijo, pues se había perdido por completo, iba a dar la vuelta, pero el suelo se rompió y cayó, por suerte había un saliente.
-¡Tch!, eso duele- dijo Ahadi
Tras decir eso se levantó, iba a trepar por la pared, pero se acordó de Mohatu y tuvo miedo de que le esperara allá arriba, así que se quedó allí sentado y después se echó.
-No puedo creerme que quisiera ser como el rey Mohatu, pues no le he visto tan justo y sabio como mi madre me decía- dijo Ahadi molesto- Pues ya no hay ningún rey que me guste, son todos malos, no existe el rey modélico, solo leones malvados que no dudan en matar o golpear a los demás
Ahadi estaba muy enfadado por su encontronazo con su héroe, que acababa de dejar de serlo, decidió cerrar los ojos para olvidar todo aquello y no pudo evitar soñar con su madre, inconscientemente lloró.
Al día siguiente, se despertó tras tener una pesadilla, estaba intentando olvidarla cuando oyó una voz.
-¡Oye!- gritó la voz
Ahadi se levantó, se giró para ver que era esa voz y cuando vio que era la mocosa que le había metido en problemas con su ex-héroe se enfadó.
-¿Otra vez tú?, ¿qué hace una mentirosa como tú cerca de un solitario?, no quiero nada que ver con tu padre, si me acerco a ti llorarás y entonces él no será tan benévolo conmigo- dijo Ahadi
-Tranquilo, no voy a llorar- dijo Uru- Vengo a pedirte perdón y como muestra de arrepentimiento te he traído un trozo de comida
-Seguro que es un farol- dijo Ahadi
-¿Quieres arriesgarte?, mi padre me dijo que era probable que no hubieras comido desde hace días- dijo Uru
Ahadi tuvo que tragarse su orgullo y trepó por la pared del barranco, una vez arriba vio que lo que le dijo la pequeña no era broma.
-Adelante, es para ti- dijo Uru
-Gracias- dijo Ahadi sin mirarla, solo tenía ojos para el pedazo de carne
Y veloz como un guepardo se abalanzó sobre el pedazo y lo devoró con grandes ansias.
-Si quieres, te puedo traer todos los días comida- dijo Uru
Eso le sorprendió, pareciera como si aquella cachorra tuviera dos personalidades y pareciera que ahora le estaba mostrando su lado más simpático
-Ahadi- dijo Ahadi
-¿Qué?- se extrañó Uru
-Me llamo Ahadi- dijo Ahadi
-¡Qué guay!, Ahadi es un buen nombre- dijo Uru- Yo te diré por tu nombre, por lo que también puedes llamarme por el mío en lugar de mocosa u otras cosas
-Está bien, Uru- dijo Ahadi
En eso Uru le propuso jugar, al principio Ahadi la rechazó, pero acabó accediendo, pues pensó que así se olvidaría de la pesadilla relacionada con su padre. Los dos lo estaban pasando muy bien, cuando de repente apareció un león adulto, era Mohatu, del susto los dos se asustaron.
-¿Cómo te atreves?, te dije que no te acercaras a mi hija- dijo Mohatu muy enfadado
-Fue ella la que se acercó a mí- dijo Ahadi aterrado
Aun así Mohatu no quería escucharle, pero Uru se puso en medio e intervino.
-Papá, en realidad te mentí- dijo Uru- Él no me pegó, fui yo la que mintió
-¿Cómo?- se sorprendió Mohatu
-Lo siento, papá- dijo Uru
-Hija, ¿por qué me mentiste?- dijo Mohatu
-Lo siento, no me agradaba ese tipo, pero al final me he hecho su amiga- dijo Uru- Se llama Ahadi
-Vaya, bueno, en ese caso le perdonaré- dijo Mohatu- Pero sigo sin quererle en mi reino
-Pero, ¿puedo venir a verle?, porfi- dijo Uru poniendo ojitos
-Bueno, vale, pero ten cuidado- dijo Mohatu- Hay peligro de hienas
-Está bien- dijo Uru
Tras decir eso, Mohatu los dejó solos, Ahadi respiró aliviado, de la que se acababa de librar, había visto pasar toda su vida en un segundo, aunque no le agradara la idea tenía que admitir que Uru empezaba a caerle bien y él a ella.
-Oye Ahadi, ¿te apetece jugar?- dijo Uru
-No- dijo Ahadi rotundo
-¡Oh!, vamos- dijo Uru
-En serio, ¿no tienes a nadie más con quien jugar?- dijo Ahadi
-No, tú eres mi único amigo- dijo Uru
-Sabía que no tenías más amigos- dijo Ahadi- Pero déjame aclararte que yo no soy tu amigo
-Pues en ese caso no te traeré comida- dijo Uru
-Vale, vale, seré tu amigo- dijo Ahadi- Mira que ganarme con comida, es humillante
-Jajaja, soy muy mala- dijo Uru riendo
-Ni que lo digas- dijo Ahadi
-Oye Ahadi, ¿quieres ser mi mejor amigo?- dijo Uru
-Está bien, ya que si digo lo contrario me quedo sin comida- dijo Ahadi
Tras decir eso, los dos se rieron, después se pusieron a jugar.
-Vamos a jugar al pilla pilla y tú la llevas- dijo Uru
-¡Oye!- se quejó Ahadi
Pero ya era tarde, Uru empezó a correr, así que a Ahadi no le quedó de otra que perseguirla, no tardó mucho en alcanzarla, ahora era ella la que la ligaba, así estuvieron jugando un rato largo, hasta que Ahadi se paró en seco, Uru chocó contra él, pues no se lo esperaba.
-Oye, ¿qué te pasa?, ¿por qué te paras?- dijo Uru tocándose la cabeza
-Shhhh, he oído algo- dijo Ahadi
-¿El qué?- preguntó Uru
-Creo que son hienas- dijo Ahadi- Oigo sus risas
-Pues yo no oigo nada- dijo Uru
En eso Ahadi le dijo que corriera, Uru no lo pensó dos veces y le hizo caso, los pequeños emprendieron una gran carrera, pero las hienas los rodearon y les atacaron, Ahadi empujó a Uru quien acabó en un agujero de un tronco, allí estaría a salvo de los carroñeros, desde allí pudo observar como su amigo recibía todos los golpes, aunque también daba alguno, pero se asustó un montón cuando le vio caer y no se volvió a levantar. Ahadi oyó ruidos, hizo un gran esfuerzo por abrir los ojos, en eso vio que Mohatu hizo huir a las hienas y sintió un gran alivio al saber que Uru estaría a salvo, aunque también pensó que sería su final y que por fin iba a reunirse otra vez con su madre, en eso cerró los ojos, le pesaban demasiado.
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Fin del capítulo, espero que os haya gustado.

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Capítulo 5: La recuperación

El tiempo pasó, y por fin Ahadi se despertó, al hacerlo vio que Uru estaba a su lado, no pudo evitar mostrar una sonrisa al ver que efectivamente estaba a salvo, pero no sonrió solo por eso, también porque estaba dormida, la verdad es que le gustó ver esa faceta suya, en eso escuchó dos voces, una que parecía adulta y otra de un pequeño, de repente vio a un simio enfrente de él.
-Vaya, ya te has despertado- dijo Ula- La pobre Uru quería ser la primera en verte despertar, pero el cansancio pudo con ella
-¿Quién eres tú?- preguntó Ahadi
-Soy la chamán de Pride Lands- dijo Ula- Mi nombre es Ula, un placer conocerte, Ahadi
-¿Cómo sabes mi nombre?- preguntó Ahadi
-Me lo dijo Uru, bueno, en realidad siempre te llamaba para ver si despertabas y pues, me lo aprendí- dijo Ula
-Ya veo- dijo Ahadi
-Ahadi, ¿de dónde eres?- dijo Ula
-De todas partes y a la vez de ninguna- dijo Ahadi- No tengo casa, soy un solitario
-¿Cómo alguien tan joven puede ser un solitario?, ¿y tus padres?- preguntó Ula
-Se defenderme, aunque no lo parezca después de lo de las hienas- respondió Ahadi- Y en cuanto a mis padres, mejor dejemos ese tema
-¿Murieron?- preguntó Ula
-No, solo que ellos no quieren saber nada de mí ni yo de ellos- respondió Ahadi
-Vaya, eso unos buenos padres no lo harían- dijo Ula
-Ya, los míos no es que fueran muy buenos- dijo Ahadi esquivando la mirada
-Pobrecillo- dijo Ula
En eso se oyó un golpe que asustó a ambos, Uru tenía el sueño bien profundo por lo que no se despertó, Ula fue a averiguar que había sido, cuando vio que era su hijo que se cayó.
-Hijo, ¿estás bien?- dijo Ula
-Sí, no ha sido nada- dijo el pequeño simio- Mamá, despertó
-Sí, ¿quieres verle?- dijo Ula
-Sí- asintió el pequeño
-Ahadi, él es mi hijo, Rafiki- dijo Ula
-Hola Ahadi- saludó Rafiki
-Hola- saludó Ahadi
-Has estado un mes inconsciente, pensé que estabas muerto- dijo Rafiki
-¿Cómo?- se sorprendió Ahadi
-¿No te lo habían dicho?- preguntó Rafiki
-No- respondió Ahadi
-Rafiki, no seas tan brusco- le regañó Ula- Las cosas hay que decirlas con delicadeza
-Sí, mamá- dijo Rafiki
En eso una sombra subió a la copa del árbol y se acercó a ellos, era Mohatu.
-Vengo a recoger a mi hija- dijo Mohatu
-Majestad, el cachorro se ha despertado- dijo Ula
-¿En serio?- dijo Mohatu arqueando una ceja y mirando hacia él
Ahadi no sabía qué hacer, si asustarse, cerrar los ojos y que fuera lo que tuviera que ser o salir corriendo, pero sus miedos se sofocaron cuando el rey le dirigió una amable sonrisa.
-Me alegra que despertaras- dijo Mohatu- De esa manera mi hija dejará de salir de casa para venir a verte
-¿Cómo?- se sorprendió Ahadi
-Es cierto, no te lo dije- dijo Mohatu- Formas parte de mi manada temporalmente
-¿En serio?- se sorprendió Ahadi
-Sí, quiero tenerte cerca para ver quién eres en realidad- dijo Mohatu- Además, a Uru le caes bien y tenerte aquí es una manera de asegurarme que no se aleje de la Roca del Rey, y déjame decirte algo, cuando no esté yo, tú la vigilarás
-De acuerdo, señor- dijo Ahadi
-Bien, así me gusta- dijo Mohatu- Bueno, me llevo a Uru
Ula asintió, el rey cogió a su hija, pero antes de irse dijo una cosa.
-Mañana me llevaré al cachorro- dijo Mohatu
Tras decir eso se marchó y se quedaron solos los tres, Ahadi quería salir a caminar, pero Ula no le dejaba, así que Rafiki le ayudó a escaparse y juntos dieron un paseo bajo el estrellado cielo.
-Hace una buena noche- dijo Ahadi
-Sí, los espíritus están en armonía esta noche- dijo Rafiki
-Oye, ¿vosotros que pensáis que son aquellas luces?- dijo Ahadi
-Los espíritus de los que ya no están con nosotros- dijo Rafiki- Sus almas se convierten en estrellas que nos guían
-Ya veo- dijo Ahadi
-¿Tú que crees que son?- preguntó Rafiki
-Luces para que se vea por la noche- respondió Ahadi
-Vaya, usted no es muy creyente, ¿verdad?- dijo Rafiki- Es una pena
-No es eso, nadie me ha enseñado nada, por lo tanto es lo que creo yo- dijo Ahadi serio
-Ya veo, una lástima- dijo Rafiki- Si quieres te podemos enseñar nosotros, o ya sería el rey
-Déjalo, no hace falta- dijo Ahadi- Y regresemos o Ula se enfadará
Ambos regresaron, tuvieron la suerte de que Ula estaba dormida y no se había dado cuenta, por lo que sin hacer ruido entraron y se durmieron.
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Fin del capítulo, espero que os haya gustado.

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Saludos

Capítulo 6: Uno más

Al día siguiente, cuando se despertó se asustó, pues no conocía el lugar, en eso Uru saltó y se puso enfrente.
-Buenos días- dijo Uru
-Buenos, ¿dónde estoy?- dijo Ahadi
-En la Roca del Rey, ejem, bienvenido a Pride Lands- dijo Uru- A partir de ahora pasaremos juntos mucho tiempo
Ahadi no pudo evitar llorar, en eso pensó para él: “Lo he logrado mamá”, Uru se preocupó.
-¿Por qué lloras?- preguntó Uru
-Por nada, cosas mías- respondió Ahadi mientras se secaba las lágrimas
-Bueno, vayamos a jugar- dijo Uru
-Sí- asintió Ahadi
Justo al salir de la cueva se encontraron con una leona adulta muy bella, Uru fue hacia ella saltando de alegría, la leona sonrió y le dio un beso.
-Que enérgica estás esta mañana- dijo la leona
-Es que tengo un amigo con el que jugar- dijo Uru
-Jajaja, es cierto- dijo la leona- Ya pensaba yo que eras antisocial
-¡Mamá!- protestó Uru
-Jajaja, bueno, ¿me lo presentas ahora que está despierto?- dijo la madre de Uru
-Claro, Ahadi ven- dijo Uru
Ahadi asintió, no tenía que tener miedo, pues era la madre de Uru, además de que se le veía muy simpática, así que se acercó.
-Hola, soy Ahadi- dijo Ahadi
-Un placer, yo soy Asali, la madre de Uru y esposa de Mohatu- dijo Asali- Así que soy la reina
-Bueno mamá, nos vamos a jugar- dijo Uru
-Vale, pero no os alejéis mucho, ¿entendido?- dijo Asali
-Sí, mamá- dijo Uru- ¡Vamos!
Tras decir eso, los dos se fueron a jugar y así estaban cuando llegó Mohatu, en la presencia de su padre Uru se puso firme.
-Uru, nos vamos- dijo Mohatu
-¿A dónde?- preguntó Uru
-A ver a los polluelos de Zac, tú decidirás quien será tu mayordomo- dijo Mohatu
-¡Qué bien!, oye papá, ¿puede venir Ahadi con nosotros?- dijo Uru
-Mmmm- dijo Mohatu mirando al chico- Está bien, al fin y al cabo no es privado
-¡Genial!- gritó Uru contenta
Los tres se encaminaron hacia el nido de Zac, al llegar éste les recibió alegremente, después llamó a sus hijos y todos bajaron, en eso Zac los presentó. Uru estuvo pensando y se puso a consultarlo con Ahadi, éste se sorprendió, pues no pintaba nada decidiendo quien sería el mayordomo de Uru, pero ella quería su opinión, al final los dos se pusieron de acuerdo y eligieron a la única hija de Zac.
-Quiero que sea Zuzú mi mayordomo- dijo Uru
-¿Estás segura?- preguntó Zac
-Sí- afirmó Uru seria
-Me alegra que la hayas escogido, la verdad es que es la más responsable de todos- dijo Zac
-Bien, me alegra que ya hayas elegido a tu mayordomo- dijo Mohatu- Bueno, regresamos
Ahadi seguía sin comprender cuál había sido su misión allí, pero lo pasó por alto. Tras decir eso, los tres leones se despidieron y regresaron a la Roca del Rey, al llegar, Uru le contó a su madre que ya había elegido a su mayordomo y que era una chica, su madre sonrió amablemente y le dio la enhorabuena, después le dio una caricia a su hija y un beso a su esposo, los tres entraron juntos a la cueva del rey, mientras que Ahadi se quedó afuera, al ver eso, Mohatu se acercó a él.
-Ahadi, ¿podemos hablar?- dijo Mohatu
-Claro, alteza- dijo Ahadi
-No seas tan formal, eres el amigo de mi hija- dijo Mohatu- Trátame de tú, ¿vale chico?
-Solo si me llama por mi nombre, alteza- dijo Ahadi
-Está bien, Ahadi- dijo Mohatu
-¿Y de qué quieres hablar?- preguntó Ahadi
-Verás, nada más que llevas un día aquí, pero antes me he comportado de manera fría contigo y quería disculparme- dijo Mohatu- Pues no estaba siendo yo mismo, suelo ser justo, pero contigo no lo he sido
-Acepto las disculpas- dijo Ahadi- La verdad es que he oído hablar de ti, de que eras un rey sabio, fuerte y justo, pero no me dio esa impresión al ver cómo me trató
-Mil perdones- dijo Mohatu- ¿Has oído hablar de mí?
-Sí, incluso un solitario oye anécdotas de los reinos- dijo Ahadi
-Ya veo- dijo Mohatu- Pero hay algo que me huele mal
-¿El qué?- preguntó Ahadi
-Que no creo que seas un simple solitario- dijo Mohatu- Si tienes ganas, ¿podrías contarme tu verdadera historia?
-Es cierto que soy un solitario- dijo Ahadi- Pero no siempre, al principio no era un solitario, tiene razón
-Puedes sincerarte- dijo Mohatu comprensivo
-Empezaré desde el principio- dijo Ahadi
-Adelante- dijo Mohatu
En eso Ahadi le contó toda su historia, al oírla Mohatu se entristeció, la verdad es que la vida le había ido muy mal al pequeño.
-Vaya Ahadi, no sabía que lo hubieras pasado tan mal- dijo Mohatu- Lamento lo de tu madre
-Gracias- dijo Ahadi llorando al recordar todo aquello
-Dime, ¿guardas rencor hacia tu padre?- dijo Mohatu
-Sí y no- dijo Ahadi veloz
-¿Y eso?- preguntó Mohatu sorprendido
-Le odio por lo que nos hizo y por la muerte de mi madre- respondió Ahadi- Pero a la vez no le odio, pues mi madre me dijo que no lo hiciera
-Entiendo, tienes una gran controversia- dijo Mohatu
-Sí, eso parece- dijo Ahadi
-Oye Ahadi, me has caído bien- dijo Mohatu- ¿Qué te parece si te enseño lo que un buen padre tiene que enseñarle a su hijo?
-Sería un gran honor- dijo Ahadi- Que alguien tan conocido e importante como Mohatu me enseñe como si fuera mi padre
-Jejeje, trato de ayudar a los necesitados- dijo Mohatu- No veo razón para no hacerlo también por ti, bueno, a partir de ahora te acojo como mi hijo, te enseñaré todo lo que mi padre me enseñó
-Muchas gracias, Mohatu- dijo Ahadi
-Puedes decirme papá- dijo Mohatu- Pero no abuses, la que tiene derecho oficial a llamarme así es mi pequeña Uru
-Está bien, papá- dijo Ahadi- Te llamaré así en privado y Mohatu en público
-Mmmm, no está mal- dijo Mohatu acercando a Ahadi con su pata- Hijo
Ahadi se abalanzó sobre Mohatu y ambos estuvieron jugando un rato, hacía siglos que Ahadi no se lo pasaba tan bien, al jugar con Mohatu se acordó de aquellos días en los que jugaba con su madre cuando su padre no estaba, después entraron a la cueva y cada uno se fue a dormir a su sitio.
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Fin del capítulo, espero que os haya gustado.

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Capítulo 7: Malos reencuentros

Al día siguiente, Ahadi ya estaba despierto y en la entrada de la cueva cuando Mohatu se despertó, éste se puso a su lado y se marcharon juntos, dieron un paseo por el reino, el rey le enseñó todos los lugares y él se quedó impresionado de la belleza que en aquellos paisajes había.
-Vaya, ni punto de comparación con mi antiguo hogar- dijo Ahadi
-Te gusta más este sitio, ¿verdad?- dijo Mohatu
-Totalmente- dijo Ahadi
Mohatu seguía enseñándole cosas, tanto como rey como padre, el pequeño se lo estaba pasando muy bien, nunca había estado así con su verdadero padre, pero la felicidad se borró de un plumazo cuando vieron a unos leones, que Ahadi enseguida reconoció y se resguardó bajo las patas de Mohatu, estaba aterrorizado, éste al verle actuar así se agacho para preguntarle que sucedía.
-Hijo, ¿qué ocurre?, son unos simples forasteros- dijo Mohatu
-Son de mi anterior manada- dijo Ahadi temblando como un flan- El que los lidera es mi padre
Al oír eso, Mohatu no hizo más preguntas, escondió a Ahadi en un agujero para que no lo vieran y él les salió al paso, desde el escondite el pequeño oyó toda la conversación.
-¿Qué hacen en mi reino?- preguntó Mohatu enfadado
-¿Usted es el rey?- preguntó el líder
-Así es, no me hagan repetir la pregunta- respondió Mohatu enfadado
-Tranquilícese, alteza- dijo el líder- Venimos buscando a un cachorro de piel amarilla y de melena oscura
-Lo siento, no le he visto- dijo Mohatu enfadado- Ahora lárguense de mi reino
-¿Por qué nos tratas así?, ¿qué reino es éste?, voy a decirle al resto de reyes que el rey tiene muy mal genio- dijo el líder
-Este reino es Pride Lands y el rey se llama Mohatu, y ahora que ya saben en dónde están, será mejor que se vayan- dijo Mohatu- Pues este reino goza de pactos importantes con otros grandes reinos
Los forasteros se callaron, habían metido la pata hasta el fondo, pues aunque sea desde hace poco tiempo, ese reino era uno de los más importantes.
-Lo siento muchísimo, rey Mohatu- dijo el líder- Mis disculpas
-Bien, ahora lárgate- dijo Mohatu
-Espere, ¿de verdad que no has visto a un cachorro de color amarillo, mechón de pelo negro y ojos verdes?- dijo el líder- Es que es mi hijo, se escapó de casa y he estado buscándole
-Si se escapó será por algo, ¿no?- dijo Mohatu
-Que va, soy muy buen padre- dijo el líder- Yo quiero mucho a mi hijo y también a mi mujer, estoy buscándole para llevarle a casa y que los tres seamos una familia
Mohatu recordó lo que le había dicho ayer Ahadi, de que ella murió, así que pensó o tenía una nueva mujer o mentía, así que optó por lo segundo.
-Mira, no sé quién eres, pero no te quiero en mi reino- dijo Mohatu- Así que vete
-Grr, yo soy Lars, rey de Dark Lands- dijo Lars molesto- Y pienso recuperar a mi hijo, si no está aquí no tengo por qué seguir aquí, ¡vámonos!
Tras decir eso, Lars y su grupo se marchó, Mohatu sintió como si se quitara un peso de encima, cuando ya no los vio por el horizonte se acercó a Ahadi y se lo llevó a la Roca del Rey, allí les recibieron Asali y Uru.
-Gracias- dijo Ahadi
Mohatu asintió, pues aún lo tenía en la boca y no podía hablar, en eso le soltó y lo dejó en el suelo con cuidado.
-Ahadi, será mejor que te quedes cerca de casa, por tu bien- dijo Mohatu- Puede que vuelvan y no esté cerca, por lo tanto será mejor que te escondas hasta que estemos seguros que Lars y los demás no vuelvan
-Sí, está bien- dijo Ahadi
En eso Ahadi caminó triste hasta el interior de la cueva, al llegar a su sitio se echó, desde allí pudo escuchar la conversación de la familia real, pues tenía muy buen oído y también una muy buena vista.
-Pobrecito, él lo ha pasado peor que tú, cariño- dijo Asali
-Eso es cierto- asintió Mohatu
-¿Qué te pasó a ti, papá?- preguntó Uru
-Nada cielo, aquello ya pasó, no hace falta recordar aquellas cosas- respondió Mohatu
-No veo por qué no se lo cuentas- comentó Asali
Mohatu se dio por vencido y le contó todo su pasado a su pequeña joya, quien se sorprendió bastante, en eso el rey le dio un reconfortante abrazo.
-No te preocupes por mí, ahora tienes que hacerlo por tu amiguito- dijo Mohatu
-Está bien, pero, ¿qué pasó con el tío Selfish?- dijo Uru
-No he vuelto a saber de él y espero que siga así, porque la última vez que nos vimos no es que fuera un encuentro agradable- dijo Mohatu- También espero no encontrarme con mi padre
-¿Pero no murió?- preguntó Uru
-Sí, pero ese fue mi padre adoptivo, mi padre biológico fue un cretino que espero no ver otra vez- dijo Mohatu
-Vaya, pues ya no quiero conocerles- dijo Uru
Mohatu y Asali rieron, no pudieron evitarlo, el rey le dio un beso, y después Asali a su pequeña.
-Bueno, mañana empezaremos tus lecciones para ser reina, ¿qué te parece?- dijo Mohatu
-Guau, que bien- dijo Uru encantada- Podré estar mucho tiempo contigo
En eso Ahadi se puso a recordar que de no ser por Mohatu, su padre le habría encontrado y probablemente no hubiera salido ileso de ese reencuentro, eso le hizo pensar que tenía que fortalecerse, pensó pedirle ayuda a Mohatu, pero él iba a estar ocupado con Uru, quiso pedírselo a su amiga, pero aún era muy pequeña, además de que iba a estar ocupada con su padre, así que optó por pedírselo a Asali, ya que era la reina y líder del grupo de caza por lo que tenía que ser fuerte, pero ya se lo pediría mañana.
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Fin del capítulo, espero que os haya gustado.

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Saludos

Capítulo 8: Entrenamiento

Al día siguiente, cuando Ahadi se despertó su amiga y su padre ya se habían ido, miró a la entrada y vio que Asali se iba, así que rápidamente se levantó y le salió al paso.
-Asali, espera- dijo Ahadi
-¿Eh?, ¡oh, Ahadi!, dime, ¿necesitas algo?- dijo Asali
-Sí, me gustaría que me enseñaras a cazar- dijo Ahadi
-Vaya, vaya- dijo Asali- Está bien, vamos a las praderas
Ahadi asintió y los dos se fueron a las praderas, allí Asali le estuvo dando lecciones de caza y de lucha al pequeño. Pasaron varias horas y de repente llegó Mohatu, Ahadi se sorprendió al verle allí, pues le hacía con Uru.
-Pensé que estarías en la Roca del Rey- dijo Mohatu- Uru ha ido para allá para jugar contigo
-Lo siento, pero quería aprender a luchar para que no haga falta que me proteja nadie- dijo Ahadi
-Ay chico, pensé decirte que ahora estás en una manada- dijo Mohatu- No hace falta que te defiendas tú solo, puedes contar con los miembros de tu manada
-Pero es que no me gusta que me ayuden, estoy acostumbrado a la soledad- dijo Ahadi
-Aún eres un cachorro, habrá tiempo para que te acostumbres a la compañía- dijo Mohatu guiñando un ojo
-Bueno, en ese caso te dejo encargado de entrenarle- dijo Asali- Yo iré con Uru a decirle que Ahadi no podrá jugar con ella hoy
Ambos asintieron y Asali se marchó, los dos aprovecharon para llamarse padre e hijo ahora que estaban solos y, como un padre debe hacer, le enseñó todo lo que sabía sobre lucha y caza, aunque un solo día no sería suficiente, también decidió enseñarle cosas sobre el reino como rey, tal y como explicarle cuales eran las fronteras o, aunque no fuera rey, contarle que debe respetar a todas las criaturas, parecía como si le estuviera enseñando como ser rey. El día se pasó rápido y Ahadi llegó molido a casa, entró derechito a la cueva para dormir.
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Fin del capítulo, espero que os haya gustado.

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Saludos

Capítulo 9: Venganza y tristeza

Los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses y los meses en años, los jóvenes cachorros ahora eran adolescentes, a Ahadi le empezaba a salir la melena, el mechón de pelo de la cabeza ahora era más grande y le estaba saliendo un matorral negro en el pecho, por su parte, Uru era muy bella, seguía siendo juguetona, pero estaba algo más centrada.
Aquel día, Ahadi iba paseando junto a Uru, Mohatu y Asali, los cuatro estaban hablando de cosas del reino, cuando de repente apareció el mismo león que hace ya varios años se quiso enfrentar a Mohatu pero que acabó rectificando.
-¡Sabía que estaba aquí!- gritó Lars- ¡Ahadi, vas a venir conmigo, quieras o no!
-¿¡Otra vez en mi reino!?- gruñó Mohatu
-Sí, me mentiste, mi hijo está aquí- dijo Lars enfadado- He venido a recuperarlo
-Me temo que no te voy a dejar- dijo Mohatu preparado para luchar
Lars saltó encima de Mohatu, pero Ahadi intervino, dándole un zarpazo a su padre.
-Mohatu, déjame esto a mí- dijo Ahadi serio- Es un asunto personal
-Está bien- dijo Mohatu- Pero, ¿qué vas a hacer?
-Lo primero es disculparme con mi madre por no poder cumplir con su última voluntad- dijo Ahadi- Y lo segundo es vengar su muerte
Tras decir eso, el semblante de Ahadi pasó de una cara amable hacia un rostro lleno de odio y sed de venganza, se lanzó sobre Lars y estuvieron intercambiando fuertes zarpazos, Ahadi iba a por las partes más vulnerables, cosa que sorprendió a Lars, tras un largo rato de lucha, Ahadi acabó encima de su padre.
-He ganado, ¿sabes?, toda mi vida he soñado con éste momento- dijo Ahadi- Pero ahora que ha llegado, parece como si mi madre me estuviera reteniendo para que no te mate, al fin y al cabo fue su última voluntad que no te guardara rencor ni me vengara
-¿Y qué vas a hacer?, ¿no matarás a tu propio padre?- preguntó Lars temblando de miedo
-No Lars, no soy como tú, que mataste a mi tía, primos e incluso a mi abuelo- dijo Ahadi- Huye, márchate de Pride Lands y no vuelvas jamás a molestarnos.
Lars asintió y como si fuera un gatito asustado, se marchó llorando, tropezó varias veces, pero se largó, Ahadi sintió como si se hubiera quitado un peso de encima, Mohatu estuvo muy orgulloso de él, al igual que Uru, por lo que los dos fueron a felicitarlo a la vez que veían con él como se marchaba Lars, pero un grito les hizo volverse, sus rostros se tornaron angustiosos al ver como uno de los seguidores de Lars estaba hincando sus fauces sobre el cuello de Asali, Mohatu, veloz como guepardo, se abalanzó sobre aquel león, lo apartó de su esposa, quien fue cargada por Ahadi y llevada al Baobad.
-¡Ula, rápido!- gritó Uru
-Es Asali, está malherida- dijo Ahadi
En eso se asomó Ula y la verles se asustó, rápidamente llamó a Rafiki y entre los dos subieron a Asali, les dijeron que esperaran un poco allí abajo, después les permitieron subir. Los dos babuinos daban de sí, corriendo de un lado para otro con hierbas, cuencos con ungüentos que después le ponían a Asali y todo para al final acabasen con caras largas. Ula se acercó a los dos, puso su mano en el hombro de Uru, después le dio un abrazo.
-Lo siento mucho- fue lo único que pudo decir Ula
En eso Rafiki me dio un abrazo y yo se lo devolví, había oído lo que le había dicho Ula a Uru y sabía que ese abrazo era de consolación, después le dio uno a Uru, ella se lo agradeció.
-Tranquila, no llores, yo estaré a tu lado por siempre- dijo Ahadi abrazándola
-Gracias- dijo Uru llorando
-No llores pequeña, a una leona tan guapa como tú las lágrimas estorban- dijo Ahadi
-¿Gracias?- preguntó Uru llorando, no entendió mucho lo que le dijo
-Era un cumplido- dijo Ahadi
-¡Ah!, gracias- dijo Uru
Ahadi iba a dejar de abrazarla, pero Uru le agarró la pata para que no se fuera.
-¿Podemos seguir así un poco más?- preguntó Uru
-Está bien- respondió Ahadi
Y así estaban cuando llegó Mohatu, algo cansado por la batalla que libró, al ver que todos estaban tristes se temió lo peor, en eso Ula le salió al paso.
-Lo siento, majestad, cuando la trajeron ya era demasiado tarde para poder salvarla- dijo Ula triste
-Entiendo- dijo Mohatu
El rey se acercó a ella, se tumbó a su lado y nadie lo apartó de ahí, Ahadi insistió en llevárselos a los dos, pero finalmente solo se llevó a Uru de regreso a casa, donde explicaron lo sucedido, todos lanzaron un rugido al aire de tristeza. Esa noche Uru no podía dormir, tras varias insistencias de parte de Ahadi, la princesa se durmió, pero la noche estaba tan entrada que no debería de faltar mucho para que amaneciera. Al día siguiente, los dos salían de la Roca del Rey cuando se encontraron con Rafiki, éste les contó lo que le pasaba a Mohatu, Uru no le respondió, pero sí Ahadi.
-Pues el rey ni siquiera durmió- dijo Rafiki- Hay que hacer algo, o le consuelas o vigilas tú el reino
-Creo que iré a consolarle- dijo Ahadi
-Puede vigilar el reino, eres muy fuerte- dijo Rafiki
-Pero no tengo poder para tomar decisiones- dijo Ahadi- Soy un simple forastero que fue aceptado por el rey
-Sí, pero te has hecho muy amigo suyo de su hija- dijo Rafiki
-Ya, pero eso no me da derecho a tomar decisiones en su lugar- dijo Ahadi
-Vaya, sí que eres un testarudo- dijo Rafiki- Bueno, vayamos al Baobad
-¿Y qué hago con Uru?- preguntó Ahadi- No puedo llevarla allí ahora que está su madre
-Mmmm, pues no sé qué podrías hacer- dijo Rafiki
-Yo puedo encargarme de ella hasta que volváis- dijo un león que nunca antes habían visto
-¿Quién eres?- preguntaron los dos
-Mi nombre es Ushio, era amigo de Mohatu- dijo Ushio- Ahora no soy más que un viejo, pero aún puedo hacer cosas, aunque Mohatu se empeñe en que no haga esfuerzos
-Si eres amigo de Mohatu está bien- dijo Ahadi- Te encargo a Uru
-No te preocupes, la dejas en buenas patas- dijo Ushio- Ve y trae a nuestro rey de vuelta a la tierra
Ahadi asintió y se marchó, no sin mirar de reojo a Ushio y Uru, con Rafiki al Baobad. Al llegar, el joven león se sorprendió al ver así a Mohatu, no se esperaba verle tan mal.
-Aquí hay trabajo- comentó Ahadi
Tras decir eso, Ahadi se puso patas a la obra, tardó un montón, pero al final del día convenció a Mohatu, los dos regresaron a la Roca del Rey, no sin antes enterrar a Asali en el cementerio real al lado de la madre de la leona. Una vez en casa, Mohatu se alegró de volver a ver a Ushio y éste de verle a él, el viejo león había cuidado de Uru, pero no había tenido éxito en animarla, le dijeron que descansara, ya que ahora les tocaba a ellos. Entre los dos lograron animarla, había pasado nada más que un día, pero ya habían logrado superarlo, y todo gracias a Ahadi.
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Fin del capítulo, espero que os haya gustado.

Lars volvió NOOOOOOOO
je continua no me vallas a dejar con la intigra que eso no se vale, rey scar

Capítulo 10: Regreso a Dark Lands

Pasaron algunos años, Ahadi ya era un joven adulto, la melena ya le había crecido por completo, tal vez le faltaba algo más porque la de Mohatu era más grande, pero ya le cubrían los hombros, su semblante era más serio, ya hacía tiempo que había dejado de ser un cachorro y se notaba en su rostro y forma de comportarse. Uru también había crecido, tanto física como psicológicamente, ahora era la leona más guapa de la manada y Ahadi se lo decía siempre. Aunque mantenían en secreto su relación de pareja, sospechaban que algunos ya lo sabían, como por ejemplo Mohatu. Ahadi ya se había acostumbrado a la vida en la manada de Mohatu, se había ganado el cariño de todos allí, en especial el de la realeza. Ese día, Mohatu los citó a los dos juntos, pues quería hablar con ellos.
-¿Y bien?, ¿me vais a contar si sois pareja o qué?- preguntó Mohatu frunciendo el ceño
Ambos se miraron y decidieron que fuera Uru la que se lo contara.
-Sí, papá- dijo Uru sonrojada- Somos novios, pero no te lo tomes mal
-Jajaja, ¿cómo pudo tomármelo mal?- dijo Mohatu- Hacía tiempo que pensaba que vosotros dos erais pareja, desde cachorros os demostrabais cariño, aunque a Ahadi se le notaba menos, pero de adolescentes quedaron todos los cabos atados, aunque como no decías nada yo tampoco quería decir nada
-Entonces, ¿no te lo tomas a mal?- dijo Ahadi
-Claro que no- dijo Mohatu- Es más, me alegra que seáis pareja, jaja, aunque ya lo sospechaba y por eso te metía cosas indirectamente sobre cómo ser un buen rey
-Vaya- dijo Ahadi arqueando una ceja
-Mañana te quiero despierto antes del amanecer, pues te quiero enseñar el reino- dijo Mohatu- Vamos a pasar todo el día juntos, hija, no te importa que te robe al novio a partir de ahora, ¿no?
-Tranquilo papá, podré soportarlo- dijo Uru
-Bien, en compensación os dejaré pasar el día de hoy juntos, no sin antes anunciar que sois pareja oficialmente- dijo Mohatu- Aunque me costará bastante que el resto de reinos te acepten, pero haré lo posible para que lo hagan, aunque serán muchas reuniones, esos días podrás aprovecharlos para estar con mi hija
-Papá, ¿por qué no le iban a aceptar?- dijo Uru extrañada
-Bueno, es el hijo de Lars, rey de Dark Lands, un reino que desgraciadamente colinda con el nuestro por la frontera norte- dijo Mohatu- Lo más seguro es que le asocien a que es como él
-Pero eso no es cierto- dijo Uru
-Ya, pero solamente somos nosotros lo que lo sabemos- dijo Mohatu- Ellos no tienen ni idea
-Ya veo- comprendió Uru
-No te preocupes, seguro que Mohatu lo arregla todo, es un gran rey- dijo Ahadi- Gracias a él, Pride Lands es ahora mismo el reino más importante de todos
-Eso es cierto- dijo Uru
-Por cierto, Mohatu, podrías hacer una reunión de reyes aquí para que todos me vean y sepan que no soy como mi padre- sugirió Ahadi
-No es mala idea, pero tendré que pensármela- dijo Mohatu
Ahadi asintió, de repente llegó Zac volando, ahora venía más lento, pues ya era algo viejo.
-Zac, ¿qué te trae por aquí, viejo amigo?- dijo Mohatu
-Señor, vengo con noticias de Dark Lands- dijo Zac
-¿Qué pasa ahí?- preguntó Mohatu sin mucho interés y como si escupiera cada palabra
-Lars ha muerto- respondió Zac- Y como no tuvo más descendencia que Ahadi, él es el nuevo rey de esas tierras
-¡Qué!, ¡ni muerto!, aquellas tierras me traen malos recuerdos, se las regalo a los seguidores de mi padre- dijo Ahadi entre sorprendido y enfadado
-Ahadi- dijo el ave como un suspiro
-Ahadi, deberías aceptar esas tierras- dijo Mohatu- Tal vez puedas cambiarlas y salvar a los que en ellas habitan
Ahadi pensó en lo que decía Mohatu, pensó que tal vez tenía razón, si se convertía en rey de Dark Lands podría salvar a los que como él sufrieron o sufren por ser débiles, así que aceptó.
-Está bien, iré a por esas tierras- dijo Ahadi resignado- Seré el rey de Dark Lands
-Así me gusta- dijo Mohatu contento
-Podremos fusionar ambos reinos cuando yo sea la reina de Pride Lands- dijo Uru
-No me parece mala idea- dijo Ahadi acariciando a su pareja
-¿No hacen una buena pareja, Zac?- preguntó Mohatu
-Ya lo creo, mi señor- respondió Zac
-Uru, amor mío, me temo que tendremos que estar separados un tiempo- dijo Ahadi- Pero volveré, nada me separará de la leona que más amo
-Está bien, ve y vuelve a mi lado cuando hayas acabado- dijo Uru
-Adiós Mohatu, nos veremos pronto- dijo Ahadi
-Adiós, hijo- dijo Mohatu sonriendo- Ve con cuidado y se más inteligente que nunca, allí te depararán grandes peligros que habrás de sofocar
Ahadi se despidió del león que le había tratado como un verdadero hijo y de la leona que más amaba y con la que se casaría algún día y sería la madre de sus hijos, después de las despedidas vino la marcha, empezó a correr en dirección a aquel lugar que tanto odió, no sin echar un vistazo atrás. Siguió corriendo y corriendo hasta que llegó a la frontera, en eso se puso a recordar.
-He tardado menos que cuando salí de aquí con mi madre- dijo Ahadi- Tal vez se deba a que antes era un cachorro y encima tenía a mi madre herida, pues tampoco estaba tan lejos
Tras decir eso tragó saliva, aquel sitio le seguía imponiendo a pesar de que era adulto y de que Lars había muerto, temeroso puso una pata dentro y después las otras tres, ya estaba dentro, se tragó sus miedos y fue hacia el lugar que recordaba vagamente, pensó que allí seguirían las leonas y no se equivocó, pues allí se hallaban. Ahadi se acercó a ellas lentamente, éstas se asustaron, pues no le conocían y tenían miedo de que les hiciera algo, él vio que estaban aterradas y trató de calmarlas.
-Tranquilas, no os voy a hacer nada- dijo Ahadi
-No nos fiamos de los machos- dijo una vieja leona- Y menos de los desconocidos
-No soy un desconocido- dijo Ahadi- Yo he vivido aquí
-Pues no te conocemos, ¿cuál es tu nombre?- dijo una joven leona
-Soy Ahadi- dijo Ahadi
Solo las leonas viejas le conocían y se pusieron a llorar, las jóvenes no comprendían porque se pusieron así sus madres o abuelas, en eso una leona en especial se acercó a él, le inspeccionó y al acabar le dio un abrazo.
-Te he estado esperando- dijo la leona- Pensé que no volverías, ¿y tu madre?
-Ella murió hace mucho, recuerda que estaba muy herida cuando salimos de aquí- dijo Ahadi
-Cierto, lo siento mucho- dijo la leona
-No pasa nada, ya lo superé- dijo Ahadi- Por cierto, me suena tu cara, pero no me acuerdo de tu nombre
-Eras muy pequeño, jeje, soy Duma, ¿ya recuerdas?- dijo Duma
-¡Claro!, ¡qué alegría verte!- exclamó Ahadi contento
Todos estaban festejando el regreso de Ahadi, cuando llegaron otros machos que el recién llegado reconoció, eran los seguidores de Lars.
-Vaya, ¿quién es el forastero?- dijo el líder
-Este forastero es tu rey, pues es el hijo de Lars- dijo Ahadi
-¿Qué?, ¿Ahadi?- se sorprendieron
-¿Y qué haces aquí?, renunciaste al reino al no volver con Lars- dijo el líder
-No, yo renuncié a él, la verdad es que no quería volver, tengo malos recuerdos de este lugar y estaba muy bien en Pride Lands- dijo Ahadi- Pero he venido para liberar los que vosotros consideráis débiles
-Grrr, tienes suerte de que es de noche, pues no soy nocturno- dijo el líder- Te concederé dos días pasado mañana se decidirá quién manda en Dark Lands
Tras decir eso, el grupo de seguidores de Lars se marcharon, las leonas sintieron un gran alivio cuando se fueron.
-No os preocupéis, yo os defenderé- dijo Ahadi- Tal y como mi madre lo hacía
-Sin duda le debemos un montón a Iris, nos protegía siempre de ellos- dijo Duma- Y así acabó
-Sí, bueno, vayamos a dormir, mañana tenemos en prepararnos- dijo Ahadi
-Tienes razón- dijo Duma- Por cierto, tengo que presentarte a mi hija
-¿Tienes una hija?, jaja, ¿dónde está?- dijo Ahadi
-Se marchó hace dos días, nos dijo que volvería en cuatro días- dijo Duma
-Vaya, me hubiera gustado conocerla- dijo Ahadi
-La verás cuando regrese- dijo Kisha
-Kisha, que alegría verte- dijo Ahadi
-Vaya, de ella si te acuerdas, ¿eh?- dijo Duma
-Bueno, en realidad me la topé de camino, pero ella tenía prisa, así que solo nos saludamos y ahí fue donde me dijo su nombre- dijo Ahadi
-Ya, excusas- dijo Duma
Todos se rieron, hacía mucho tiempo que no lo hacían, para ser exactos desde que Iris y Ahadi se fueron, después se fueron a dormir, esa noche, por primera vez en años podían dormir tranquilas al saber que el hijo de Iris estaba allí con ellas.
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Fin del capítulo, espero que os hay gustado.

*_* que hermoso ahadi volvió a su hogar que bien continua pronto espero el siguiente

Capítulo 11: El entrenamiento

Al día siguiente, Ahadi se levantó muy temprano, quería prepararse para la batalla al mismo tiempo que preparaba a las leonas.
-Vamos, todas arriba- dijo Ahadi
-Cinco minutos más- dijo una leona
Ahadi levantó una ceja sorprendido, después rugió para despertarlas, todas se levantaron asustadas, pero al ver que era Ahadi se calmaron.
-Que susto- dijo Duma
-Ahadi, no vuelvas a hacer eso- dijo Kisha
-Mamá, me ha asustado- dijo una leona
-Tranquila hija- dijo Kisha- Por lo menos es de los nuestros
-Lo siento, oye Kisha, ¿quién es?- dijo Ahadi
-Es mi hija Safura- dijo Kisha
-¡Oh!, encantado de conocerte- dijo Ahadi- Soy Ahadi, hijo de Iris, antigua reina y amiga de tu madre
-Un placer- dijo Safura
-Bueno, vamos a entrenar- dijo Ahadi- Tenemos que vencerles
Tras decir eso rugió, a su rugido se unió el de todas las leonas. Al acabar, se fueron a entrenar, iban en pareja, Ahadi luchó contra Safura, Duma contra Kisha y así.
-Vamos Safura, con todas tus fuerzas, que sienta el golpe- dijo Ahadi
-Pero es que no quiero hacerte daño- dijo Safura- Al fin y al cabo tú eres el que más vas a luchar, si te hiero ya no podrás luchar
-No te preocupes por mí- dijo Ahadi- Lo importante es que tú no salgas herida
-Ay, no puedo hacerlo- dijo Safura
-¡Ah!, ¿quién es tu padre?- dijo Ahadi
-Uno de los seguidores de Lars- dijo Safura triste
-Ya veo, jeje, imagina que soy él- dijo Ahadi- ¡Y ataca!
Safura cerró los ojos, se imaginó a su padre, cuando los volvió a abrir ya no estaba Ahadi enfrente, sino que era su odiado padre, sacó sus garras y se abalanzó sobre él, Ahadi se alegró de que fuera contra él, ahora podían luchar de igual a igual. Las demás acabaron de luchar y al ver que Ahadi y Safura seguían decidieron observarles, todas se dieron cuenta de que Safura estaba luchando de verdad como si quisiera matarle y se preocuparon un montón por él, pues ella podía ser muy agresiva, pero para su sorpresa Ahadi se defendía muy bien y acabó ganando.
-Ya basta Safura, el entrenamiento acabó- dijo Ahadi
Pero ella no le hacía caso, Ahadi no supo que hacer para que volviera a ser ella misma, hasta que se le ocurrió algo, pero no confiaba del todo en esa idea.
-Safura, cálmate, soy yo Ahadi- dijo Ahadi- Olvida que soy tu padre, cierra los ojos y piensa en mí, no soy tu enemigo, soy tu aliado, tu amigo
Ahadi le repitió eso varias veces, hasta que pareció que se calmó, entonces se quitó de encima, Safura no sabía cómo reaccionar, estaba muy avergonzada.
-Lo siento muchísimo Ahadi- dijo Safura
-No pasa nada, aunque he podido comprobar que odias bastante a tu padre- dijo Ahadi- Creo que no te volveré a pedir que te imagines que yo soy él
-Lo siento de veras- dijo Safura
-Que no pasa nada- dijo Ahadi- Por lo menos sé que estás preparada para la lucha de mañana, jaja, ahora vayamos a descansar, que estaremos todos agotados y hay que reponer fuerzas, seguiremos una vez las recuperemos
Todas asintieron y se fueron a descansar, en ese tiempo le preguntaron a Ahadi que había estado haciendo desde que se marchó y él les contó de los tres meses con su madre, su vida de solitario y su estancia en Pride Lands, todas se sorprendieron al saber que Ahadi se había ganado la confianza del reino y de su rey, además de la de la princesa.
-Vaya, vaya- dijo Duma
-No me puedo creer que seas amigo del rey Mohatu, es el mejor rey que existe- dijo Kisha
-Ni que lo digas, aún me acuerdo cuando hablaba sobre él con mi madre- dijo Ahadi- Y yo siempre decía que quería ser como él
-Y ahora vives con él- dijo Duma
-Es increíble- dijo Safura
-Jajaja, no creo que sea para tanto- dijo Ahadi
Y así estuvieron por un rato bastante largo, hasta que Ahadi dijo que tenían que volver a entrenar para librarse de una incómoda pregunta y todas le hicieron caso.
-Bien, Safura- dijo Ahadi- Vamos a luchar
-Sí- dijo Safura
-Pero por favor, no pierdas la calma- dijo Ahadi
-Lo siento- dijo Safura triste
Tras decir eso, los dos se pusieron a luchar, la verdad es que eran los que mejor peleaban de todos, las demás pensaban que se podía deber a que eran más jóvenes que ellas, aunque había algunas que pensaban que era talento. Sin darse cuenta, la noche acaeció y regresaron a donde dormían, allí se dieron las buenas noches y se acostaron, sin embargo Ahadi no se durmió todavía, se quedó pensando.
-Uru, tengo muchas ganas de volverte a ver- pensó Ahadi- Te quiero tanto que no puedo esperar, ojala estuvieras aquí ahora, a mi lado, te juro que cuando vuelva no me volveré a separar de ti, al menos no tanto tiempo, ¡ah!, te quiero tanto
Después, se echó y cerró los ojos para tener un lindo sueño en donde salían Uru y Mohatu, la verdad es que Ahadi lo disfrutó.
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Fin del capítulo, espero que os haya gustado.

Eso bungocionante (es una frase de bunga) jeje continua tu historia se pone cada vez mas interesante

Capítulo 12: La batalla, regreso a casa y nuevas amistades

Al día siguiente, Ahadi y las demás leonas fueron a donde sería la batalla, allí les estaban esperando los seguidores de Lars, el líder de ellos habló con Ahadi.
-Vaya, pero si habéis venido- dijo el líder
-Grrr, no nos rendiremos- dijo Ahadi- Recuperaré Dark Lands para los que vosotros que decís que son débiles, pero aquí tenéis la respuesta, ¡no lo son!
-¡Ja!, yo no estaría tan seguro, chico- dijo el líder- Míralas, cada vez están más lejos, se alejan poco a poco para que no te des cuenta
Ahadi no le creyó, pero al girarse para decirle que se equivocaba se llevó un buen chasco, pues era cierto, las leonas cada vez estaban más lejos, él fue a decirles que no huyeran, pero el líder le atacó y empezaron a luchar, las leonas iban a correr, pero los seguidores las acorralaron y lucharon.
De repente, Ahadi notó una presencia familiar a su lado, giró la cabeza para ver quién era y se sorprendió al ver que era Mohatu, él estaba luchado a su lado y había traído a dos más.
-Mohatu, ¿qué haces aquí?- se sorprendió Ahadi, mientras le daba un zarpazo a uno
-Pues ayudarte, claro- dijo Mohatu, mientras le hacía una herida mortal a otro
-Y vino con ayuda, soy Shiko, rey de Grasslands- dijo Shiko mientras mató a uno
-Y yo soy Kío, rey de Sand Lands- dijo Kío mientras se zafaba de uno
-Muchas gracias a todos, de verdad- dijo Ahadi mientras se quitaba a uno del lomo
Estuvieron luchando un rato bastante largo, al final, a pesar de ser menos, acabaron ganando, Ahadi se enfrentó al líder de los seguidores de su padre y le ganó.
-Bien, ahora que ya no hay más objeciones, ¡YO SOY EL REY!- dijo Ahadi
-Sí, alteza- dijo el líder de los seguidores de Lars
-Así me gusta- dijo Ahadi
Ahadi se encaminó hacia una roca, la trepó y rugió, todos los animales acudieron de inmediato, al ver quien era se alegraron, pues sabían que él no era como su padre, ya que se fugó de él cuando era pequeño.
-Amigos míos, a partir de hoy el reino de Dark Lands ya no existe- dijo Ahadi- Lo disuelvo y se lo regalo a Pride Lands
Eso los pilló a todos por sorpresa, inclusive a los reyes que allí estaban, Mohatu no podía tener la boca más abierta del asombro que tenía.
-A partir de ahora, este sitio será donde vayan los desterrados del reino de Pride Lands, así que, los seguidores de mi padre se quedarán aquí- dijo Ahadi- Los demás, por favor, vengan conmigo a Pride Lands, donde de seguro Mohatu los acogerá, sin más, le doy la palabra a Mohatu, quien fue como un padre para mí
Mohatu, quien aún seguía sorprendido, tuvo que reaccionar y trepó a la roca, tomando él la palabra ahora.
-Muchas gracias Ahadi, la verdad es que me has pillado por sorpresa, no me esperaba lo que has hecho- dijo Mohatu- Bueno, para mí será un placer aceptar a todos los seguidores de Ahadi en mi reino, espero que podamos llevar una vida agradable para todos donde la ley del más fuerte no existe, por lo que, bienvenidos a Pride Lands
Todos los que estaban en contra de la ley del más fuerte de Lars se alegraron al oír esas palabras.
-Y como ha dicho Ahadi que estas tierras serán ahora el lugar para los desterrados de Pride Lands, este territorio se llamará Las Tierras Oscuras- dijo Mohatu- Una vez estemos en casa, os explicaré las nuevas normas relacionadas con estas tierras, para ir avisando, está penado que los desterrados pisen las Tierras del Reino, si lo hacen la pena es la muerte, bueno, los que estén conmigo y no vayan a causar problemas que nos sigan
Tras decir eso, Mohatu emprendió el viaje hacia Pride Lands, seguido de Ahadi, Shiko, Kío y los animales que estaban a favor de Ahadi y ahora de Mohatu, por el camino, el rey iba pensando que ahora había cambiado sus fronteras, pues ya no colindaba con Dark Lands, ahora ese reino formaba parte del suyo, por lo que tendría que hablar con Mía sobre eso. Al final del día, cuando ya empezaba a oscurecer, llegaron a la Roca del Rey, una vez allí, Mohatu rugió con fuerza y todos los animales acudieron para ver que sucedía, una vez todos reunidos, el rey les contó lo sucedido, Mía también dio su aprobación y Mohatu dictó las leyes con respecto a esa zona, finalizando con las nuevas fronteras de Pride Lands.
-Ahora Pride Lands tiene nuevas fronteras, pues ahora colinda con Grasslands, Sand Lands, Gold Lands, Desert Lands y War Lands- dijo Mohatu- Una vez dicho esto, los nuevos integrantes, por favor váyanse con las manadas de aquí, los líderes los llevaran a sus respectivos hogares y una vez allí os dirán cual es vuestro lugar y ocupación
Tras decir eso, todos se marcharon, quedando solo los leones, Mohatu se acercó a las leonas y sus cachorros de Dark Lands.
-Bienvenidos, a partir de hoy estaréis bajo mi mandato, espero que todos podamos llevarnos bien- dijo Mohatu sonriendo
-Muchas gracias, majestad, por ayudar a nuestra salvación- dijo una leona
-No fue nada- dijo Mohatu
-Duma, me alegra ver que estás bien- dijo Ahadi
-Príncipe Ahadi, ya pensábamos que había muerto- dijo Duma, la leona con la que habló antes Mohatu
-Ya ves que no, Mohatu me crió y me educó- dijo Ahadi
-En ese caso, vuelvo a estar con deuda con vos, majestad- dijo Duma- Pues salvaste la vida al hijo de mi mejor amiga
-No fue nada, nunca me cayó bien Lars, y me cayó peor tras conocer a Ahadi, quien me contó lo que le pasó- dijo Mohatu
-No importa, muchas gracias- dijo Duma- Su madre es peor que yo, ella te daría las gracias hasta el día de su muerte
-Me hubiera gustado conocerla- dijo Mohatu
-Te hubiera caído muy bien, ella era una leona ejemplar, era nuestro ejemplo a seguir, además de que era la única que se revelaba contra Lars, a pesar de ser su marido- dijo Duma con lágrimas en sus ojos
Ahadi fue a consolarla y Duma se lo agradeció, la madre de Ahadi era su mejor amiga y cuando se fue con su hijo sintió como que el mundo se le venía encima, más que nada porque ella era la que las protegía a todas las demás leonas, en eso Duma explicó a los allí presentes su vida en Dark Lands tras la marcha de su amiga y de Ahadi.
-Tras la marcha de Iris y Ahadi, Lars la tomó con el resto de leonas y nos hizo vivir un infierno, él y el resto de machos nos daban palizas a todas, casi matan a mi hermana, fuimos tomadas contra nuestra voluntad, etc.- dijo Duma, sus ojos parecían cataratas, pues no cesaban de llorar- Di a luz a una hembra del segundo de Lars, éste casi la mata tras saber que era una hembra y me dio a mi otra paliza por haber dado a luz a una hija, así eran todos los días, hasta que por fin murió Lars y Ahadi vino a ayudarnos
-Vaya, lo habéis pasado muy mal- dijo Ahadi- Tal vez no debimos irnos
-No digas eso, Ahadi- dijo Duma- Si no os hubierais ido lo hubierais pasado muy mal
-Pero mi madre era la que os protegía- dijo Ahadi
-Bueno, nosotras también sabemos defendernos, algunas veces se las devolvíamos sin que se dieran cuenta- dijo Duma- Aunque después se desquitaban otra vez con nosotras
-Oh, vaya, que crueldad- dijo Uru
-No me puedo creer que haya reyes así- dijo Mía
-Por esa razón siempre se le excluía de las reuniones o nunca se le invitaba a otro reino, pues nunca eran bien recibidos- dijo Kío
-¿Vosotros sabíais lo que hacía mi padre en su reino?- preguntó Ahadi
-Sí, aunque es peor de lo que nos imaginábamos- respondió Shiko
-¿Y aun así no les ayudabais?- preguntó Ahadi indignado
-No podemos irrumpir en el reino de otro sin permiso- respondió Mohatu- Nosotros no somos salvajes como él, somos civilizados y cumplimos las reglas
-Pero podríais haber hecho algo- dijo Ahadi
-Lo sentimos hijo, pero las cosas no son tan fáciles- dijo Mohatu
Eso a Ahadi le sentó algo mal, pero se lo aguantó, decidió dar un paseo para despejarse y se encontró con una leona que no conocía, aunque le parecía haberla visto entre el grupo de leonas del antiguo Dark Lands, por lo que se acercó a ella.
-Hola, ¿qué haces aquí?- dijo Ahadi
La leona se asustó y dio un pequeño salto, pues no esperaba que se encontrara con alguien, al darse la vuelta vio a Ahadi.
-Menudo susto me has dado, Ahadi- dijo la leona
-Perdona, ¿nos conocemos?- dijo Ahadi
-No, solo yo te conozco, pues te vi en Dark Lands- dijo la leona- Gracias por salvarnos
-No hay de qué, el rey de aquí y dos amigos suyos ayudaron bastante- dijo Ahadi
-Ya, pero de no ser por ti ellos no habrían venido- dijo la leona
-Por cierto, ¿quién eres y cómo te llamas?- dijo Ahadi
-Soy Jamali, tal vez conozcas a mi madre, se llama Duma- dijo la leona llamada Jamali
-¿Duma?, ¡claro que la conozco, era amiga de mi madre!- dijo Ahadi exaltado- Tu madre nos ha contado lo que habéis vivido, lo siento mucho, las palizas de un padre son lo peor
-¡Oh!, así que ya lo sabes- dijo Jamali triste
-Sí, a mí también me pegaba mi padre, por esa razón mi madre y yo escapamos, aunque eso lo hizo peor para vosotras- dijo Ahadi
-No te preocupes Ahadi, ¿sabes?, mi madre nos hablaba a todos los cachorros sobre vosotros dos- dijo Jamali- Y siempre nos imaginábamos como seríais, la verdad, por ser hijo de Lars tenía miedo de que nos decepcionaras
-Y dime, ¿te he decepcionado?- dijo Ahadi
-Para nada, eres como mi madre decía- dijo Jamali
-Me alegra oír eso- dijo Ahadi contento
-Príncipe Ahadi, ¿tenéis novia?- dijo Jamali
-No me digáis príncipe, no lo soy, ya no- dijo Ahadi- Y sí, estoy prometido con la hija del rey Mohatu, se llama Uru y es una leona excepcional, aunque cuando era una cachorra me traía de cabeza, me acabé enamorando hasta los huesos de ella
-Vaya, confiaba en que podríamos ser pareja- dijo Jamali
-Lo siento mucho, pero eso no significa que no podamos ser amigos- dijo Ahadi- Te la presentaré, seguro que te caerá muy bien
En eso Mohatu salió a su encuentro, detrás de él apareció Uru, quien no había escuchado nada, simplemente vio a su padre allí y se acercó.
-Vaya, me alegra que pienses eso de mi hija- dijo Mohatu
-Alteza- dijo Jamali haciendo una reverencia
-No hace falta que hagas eso si eres amiga de Ahadi- dijo Mohatu- Y también espero que mi hija y tú seáis amigas
-Lo serán, Mohatu- dijo Ahadi
-Eso espero, jeje- dijo Mohatu riendo
-Jamali, ella es mi prometida Uru- dijo Ahadi- Cariño, ella es la hija de Duma, Jamali
-Un placer conocerla, alteza- dijo Jamali
-El placer es mío- dijo Uru- Concuerdo con mi padre y con mi prometido, estoy segura que seremos buenas amigas
Mohatu y Ahadi sonrieron, pues estaban contentos de que ahora Uru tuviera amigas, tras esa charla los cuatro regresaron a la Roca del Rey, donde Duma abrazó a su hija y a continuación se fueron a dormir.
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Fin del capítulo, espero que os haya gustado.

Gran capitulo espero con muchas ganas el siguiente capi

Capítulo 13: La boda

Al día siguiente, Shiko y Kío fueron los primeros en regresar a sus respectivos reinos, Mía decidió quedarse un poco más, pues le había cogido cariño a Uru, ya que eran más o menos de la misma edad, y las tres se fueron juntas, mientras que Mohatu se quedó con Ahadi y el resto de la manada, pues iban a preparar la boda, por lo que también invitaron a Ula y a Rafiki, éste último tenía un pelo largo, brillante y rubio, mientras que su madre lo tenía corto y canoso.
-Bienvenidos todos- dijo Mohatu- Ahora que mi pequeña hija no está, es hora de preparar cómo será su boda con Ahadi
-Sí, queremos que sea sencilla, pero eso a Mohatu no le ha convencido- dijo Ahadi- Dice que su hija merece una boda por todo lo alto
-Jajaja, no te preocupes Ahadi, sea como sea, recuerda que te casarás con Uru- dijo Duma
-Mi hija y yo también os ayudaremos - dijo Kisha, una leona amiga de Duma
-Está bien- dijo Ahadi- En ese caso tendréis que sorprenderme
-Os sorprenderemos- dijo Safura, hija de Kisha
-Eso haremos- dijo Mohatu sonriendo- En marcha, cuando vuelvan quiero que esté todo listo, pues hoy mismo será la boda
Tras decir eso, se pusieron a planear la ceremonia, ésto les ocupó una hora, a partir de ahí se pusieron patas a la obra, llamaron a todos los animales, decoraron la Roca del Rey con las flores favoritas de Uru, hicieron un sendero con piedras que terminaba al pie del gran monolito, todas las leonas tenían una corona de flores en sus cabezas, en definitiva, todo el mundo ya estaba listo, solo restaba esperar al regreso de Uru. Al ver que se tardaba demasiado, Mohatu mandó a Zac para ver si lograba avistarlas, al rato apareció, solo le habló a Mohatu al oído, este frunció el ceño y se marchó, no sin antes avisar.
-Ahora vuelvo, ha surgido algo- dijo Mohatu- La boda no se cancela, solo esperad
Antes de que nadie pudiera decir nada, Mohatu se marchó a toda prisa hacia la dirección que antes le había susurrado Zac, Ahadi se quedó con mal sabor de boca y estaba muy preocupado, las leonas trataban de calmarlo pero no lo conseguían. Al rato, Ahadi les avistó, en eso se dio cuenta de que Uru estaba herida y fue en su ayuda.
-Querida, ¿qué te ha pasado?- dijo Ahadi
-Lo siento, no sabía que lo que teníais preparado- dijo Uru apenada
-No te preocupes, lo importante es que te recuperes, y no me apartaré de tu lado- dijo Ahadi
-Gracias querido- dijo Uru- Aunque, no me importa la pata, quiero celebrar la boda ahora
-Pero Uru, no puedes, tienes la pata rota- dijo Ahadi preocupado
-Ula me hará un apaño, lo suficiente hasta que termine la boda- dijo Uru- No puedo esperar más para ser tu esposa, Ahadi
-Está bien, la verdad, no sé cómo consigues convencerme- dijo Ahadi
Uru sonrió y le besó, después llamó a Ula, quien le hizo un apaño, a la princesa le dolió, pero aguantó el dolor, ya que quería casarse en ese mismo momento. Tras la cura de Ula, Uru podía andar, aunque no podía forzar, así que procedieron con la ceremonia. Al acabar, Uru y Ahadi ya estaban casados y todos lo festejaron, estaban muy contentos por ellos, después de la fiesta se marcharon cada uno a su territorio. Mientras que los recién casados decidieron dar un paseo en privado, apoyándose Uru en su querido Ahadi.
-Ha sido una ceremonia espectacular- dijo Uru
-Me alegra que te haya gustado- dijo Ahadi- No podía esperar para casarme contigo
-La verdad, yo tampoco- dijo Uru
-Ha sido una lástima que te hirieras, pero por lo menos nos hemos casado, que era lo importante- dijo Ahadi
-Sí, es verdad- dijo Uru- Si me hubieras dicho que nos íbamos a casar no hubiera ido para allá
-Bueno no importa- dijo Ahadi
-Mira querido, las estrellas brillan mucho esta noche- dijo Uru
-Sí, es verdad- dijo Ahadi
-¿Sabes?, me acuerdo de algo que me dijo mi padre- dijo Uru
-¿El qué?- preguntó Ahadi
-Que los grandes reyes del pasado nos observan desde esas estrellas- respondió Uru- Y que cuando me sintiera sola recordara que esos reyes estarán ahí para guiarme y él también
-Vaya, es muy bonito- dijo Ahadi- Y triste a la vez
-¿Verdad?, pero por lo menos siempre estará conmigo, tanto de una manera como de otra, pero prefiero que esté a mi lado en carne y hueso- dijo Uru
-Ya, ojala pudiera decir yo eso de mi padre- dijo Ahadi- La verdad, lo prefiero muerto, a la que sí me gustaría que estuviera a mi lado es a mi madre
Uru acarició a Ahadi al verle tan triste, éste se lo agradeció, en eso para cambiar de tema, Ahadi habló sobre hijos.
-Oye, si alguna vez tenemos hijos, ¿qué nombre les pondremos?- dijo Ahadi
-Mmm, pues no sé- dijo Uru- Me has pillado de sopetón, no lo había pensado
-Jajaja, a mí me gustaría tener dos- dijo Ahadi- De ser así, cada uno le podría poner un nombre
-No está mal, jaja- dijo Uru
-Me pido ponerle nombre a nuestro segundo hijo- dijo Ahadi
-Está bien, en ese caso yo le pondré nombre al primero- dijo Uru
-Oye, ¿no crees que será mejor regresar ya a casa?- dijo Ahadi
-Sí, tienes razón, ya es bastante tarde y me empieza a doler otra vez la pata- dijo Uru
Tras decir eso, la parejita regresó a la Roca del Rey, donde durmieron plácidamente.
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Fin del capítulo, espero que os haya gustado.