Descubriendo mundo (roll privado)

Wow me enamore de todo un bueno león. Esto no puede ser mejor.

*claro sígueme, por ahora creo que intentare caminar*

Dije dándole una gran sonrisa, lo guie asia mi manada, en el camino venia pensando como se lo tomaría mi padre si se entre de que ya me eh enamorado y no es ese león que me anda pretendiente en mi manada.

Después de unos de unos minutos llegamos a las fronteras de mi manada y me detuve.

Me dedicó una gran sonrisa y caminamos hacia donde estaba su manada, por el camino la estuve observando por si cojeaba, pero parece ser que todo iba bien, por lo que me alegré muchísimo. De repente se paró y yo tuve que hacer lo mismo si no quería chocarme con ella, pues estaba algo despistado. Miré al horizonte y pude ver que había leones, así que supuse que habíamos llegado.

-Supongo que llegamos, será mejor que vayas tú delante, yo estaré a tu lado no te preocupes- dije sonriendo

Lo mire, le sonreí
*Gracias,me alegra oir eso*
Camine hacia donde estaba mi manada pero lo que no me gusto es que nadie quitaba la vista de shiro y creo que me puso celosa la indique a shiro que me esperara que iría a hablar con mi padre. Entre a la cueva pero no dure mucho puesto que en pocos minutos salir corriendo de la cueva. Estaba destrozada, llorando...

Los dos caminamos hacia donde estaban los leones, pude darme cuenta de que no dejaban de mirarme y eso hacía que me sintiera incómodo, de repente Leiza me dijo que esperara allí y eso hice, mientras ella entraba un león se me acercó a mí desafiante, pero le dirigí una mirada de malos amigos y se largó por donde vino. En eso salió Leiza corriendo, estaba llorando, al verla así se me cayó el mundo encima, por lo que enseguida fui en su auxilio.

-Leiza, ¿que ha pasado allá adentro para que salgas en ese estado?- dije- Puedes contar conmigo

*shiro...* lo abraze y empece a llorar.
*mi padre me comprometió con un león que es mas grande que tu. No me dejo ni contarle de lo genial que eres. Asi que vamos nos que ya no quiero volver nunca* seguí llorando esperando un consuelo no podía creer que me haya peleado con mi padre. *por que, por que* lloraba y gritaba para desahogarme

Me abrazó y se puso a llorar, en eso me contó que su padre la había comprometido con otro, me llevé un gran shock, no sabía que aún se hiciera eso, también me dijo que no quería volver allí, que nos fuéramos para no volver. Antes de que pudiera seguir diciendo nada le di un reconfortante abrazo.

-Querida, esperame aquí un momento- dije suavemente- Vuelvo enseguida

Tras decir eso le di un beso y me adentré en la cueva, allí solo había un león, así que supuse que ése sería el padre de Leiza.

-Señor, mi nombre es Shiro, soy la pareja de su hija- dije serio- Ella ha quedado destrozada al saber que usted la ha comprometido con otro al que no ama y amenaza con marcharse, dígame, ¿no sería más sencillo cancelar el otro enlace?, ¿qué es más importante para usted, el amor de su hija o la política?
-Y que conste que he sido yo el que le dijo a su hija de que viniera aquí porque ustedes estarían preocupados- dije serio- Nosotros estaremos en una cueva que hay al lado de donde están muchas manadas de animales, si cambia de parecer allí estaremos, pero recuerde que si no lo hace ha perdido una hija para siempre

Iba a marcharme, cuando me preguntó de dónde venía, lo dijo en un tono muy desafiante, también me dijo que había matado a muchos leones más fuertes que yo para proteger a su manada.

-No me da ningún miedo, señor- dije serio- Yo también he matado a muchos para salvarme el pellejo, y vengo de Mountain Lands

Después de decir eso me marché, por suerte no volvió a preguntarme nada más. Al salir lo primero que hice fue darle un beso a Leiza.

-Querida, vayámonos a la cueva de antes, ahora viviremos los dos juntos y formaremos nuestra manada- dije guiñando un ojo

no sabia a donde habia ido shiro, pero si algo sabia es que nunca me iba a abandonar, yo daría lo que fuera por estar con el, daría hasta mi vida, le mire con mucho cariño 

me encantaria que formaramos nuestra manada.


me quede pensativa por un momento


sabes nunca crei encontrar a un leon tan amable, guapo. eres lo mejor que me ha pasado y te prometo que sere una gran leona, sera la leona de tus sueños, aria lo que fuera para que estes feliz a mi lado.

después le mire y lo bese...caminamos hacia la cueva y una vez alli lo mire haciendo un gesto de que me enseñara a cazar, pero antes.


oye, amor, hace rato a donde fuiste?


le pregunte mirándolo,esperando su respuesta.

-Ya eres la leona de mis sueños- dije sonriendo
-Y antes fui a hablar personalmente con tu padre, si tengo suerte tal vez te pida perdón por lo sucedido, sino no importa, estaremos felices siendo nosotros dos- dije dándole un beso
-Bueno, y ahora a aprender a cazar- dije desviando el tema

Tras decir eso salí de la cueva, la brisa levantó mi melena, cuando salió Leiza empezamos con la lección.

-Bien, ahora tienes que agazaparte entre la hierba, que se te vea lo menos posible, procura no hacer ningún ruido cuando te muevas- dije
-Ahora busca la dirección del viento y cuando la encuentres te pones en su contra, nunca a favor, pues te delataría- dije- Luego elige una presa y te acerca a ella lentamente, una vez estés lo suficientemente cerca sin que te haya visto, te lanzas sobre ella, intentando ir a la yugular, con eso será tuya enseguida, ¿qué me dices, lo intentamos?

Estaba observando como lo hacía, estaba seguro de que iba a lograrlo, pero de repente apareció un león que la distrajo haciendo que se cayera, por no hablar de que espantó a la presa. En eso oí cómo intentaba convencerla de que volviera con la manada, la verdad es que me enfadé y me puse celoso a la vez, así que rugí y de un salto me puse entre ellos dos.

-Buenas, ¿te podemos ayudar en algo?- dije- Creo que estás molestando a mi novia

En eso me dirigió una mirada llena de odio y muy desafiante, por lo que se la devolví.

-Mire, no sé que está haciendo aquí, pero está claro que a ella no le gustas- dije serio y sentándome- Sino no se hubiera venido conmigo y ahora si nos disculpas estamos en medio de una clase, si vas a venir que sea en otro momento, o mira, mejor no lo hagas

Aquel león iba a responderme, pero le dirigí una mirada que si las miradas mataran ese león hubiera muerto, por lo que se despidió y se marchó por donde vino. Una vez me aseguré de que estaba lejos, me di la vuelta y acaricié a Leiza.

-¿Estás bien, querida?, ¿te hizo algo?- pregunté

Mientras preguntaba la estaba inspeccionando, por lo visto no había pasado nada, solo habían hablado, eso me alivió bastante.

-Bueno, sigamos con la caza, intenta cazar aquel antílope, si veo que tienes problemas iré en tu ayuda- dije sonriendo

La observé detenidamente, al igual que a los alrededores por si había más interrupciones y cuando me quise dar cuenta me trajo el antílope, lo dejó en el suelo y me abrazó y me besó, estaba muy contenta porque había podido cazar por su cuenta, mientras que yo estaba muy orgulloso de ella.

-Muy bien, me alegra mucho que lo hayas logrado- dije- Ahora será mejor que nos lo comamos, jeje, que me ha entrado hambre

Tras decir eso nos lo comimos y regresamos a la cueva, allí me eché en el suelo, la verdad es que estaba agotadísimo.

-Bueno, yo voy a dormir ya, tengo que recargar energías para mañana, pues quiero llevarte a un lugar que vi de camino hacia Blueland- dije sonriendo- Buenas noches querida, que duermas bien

Nada más decir eso bostecé y cerré los ojos, me quedé dormido rápidamente.

le mire mientras dormía, yo aun seguía pensado que esto era un sueño, pero no es real y es lo que mas me emociona, decidí acostarme a su lado, y también quede profundamente dormida.
pero tuve una pesadilla que me hizo despertarme de golpe, al ver que no era real decidi salir a beber un poco de agua pero después cambien de opinión puesto que la sabana estaba bañada en niebla así que mejor regrese a dormir, aunque ya casi no tenia sueño solo me recosté y espere que fuera de día.

Aquella noche tuve una pesadilla, soñé que mi hermano venía a por mí, me desperté algo agitado y vi que Leiza estaba a mi lado y que ya estaba despierta, por suerte no se enteró de que me había despertado agitado.

-Buenos días, mi amor- dije- ¿Has dormido bien?, te has despertado muy temprano, ¿verdad?

En eso miro afuera y veo que hay niebla, vaya hombre, la madre naturaleza quería chafarme el plan, pero no lo iba a conseguir.

Al preguntarme si había dormido bien me quedé un poco pensativo, ya que no sabía si decirle que sí o la verdad, al final acabé decantándome por la verdad.

-Sí, bueno, yo también tuve una pesadilla, pero al despertarme a tu lado me calmé de inmediato- dije sonriendo
-Bueno, parece que esta niebla nos va a molestar un rato, ¿qué podemos hacer para distraernos mientras?- dije

De repente me preguntó cómo quería que se llamaran nuestros hijos si es tuviéramos algún día, tras esa pregunta no pude evitar ponerme más rojo que el amanecer, por suerte sugirió que jugáramos al tú la llevas, por suerte la cueva era muy grande, tal vez demasiado, y estuvimos jugando bastante tiempo a eso, tanto que me tocó más de diez veces ligarla, al igual que a ella. En eso me dio por mirar a ver si se había disipado la niebla, estábamos de suerte.

-Leiza, la niebla ya se fue- dije sonriendo- Ya podemos ir al sitio que quería mostrarte, sígueme

Tras decir eso, los dos salimos afuera, caminamos en dirección al bosque, tardamos un rato, por no hablar de que había algunos matorrales espinosos que salvar, pero al llegar valió la pena. Rodeado de árboles había un gran lago de agua cristalina que reflejaba el sol, se podía perfectamente el fondo, lleno de naturaleza marina muy bonito, además de que había unas cosas que brillaban al fondo, terminando de darle el encanto a ese lago. Por no hablar de que había muchos animalitos rondando por allí

-Dime, ¿qué te parece el lugar?- dije sonriendo

quede en shock cuando vi el agua tan cristalina,


nunca en mi vida había visto algo tan hermoso, es bellisimo, pero donde estamos?, si es que puedo saber o es un lugar secreto.


le mire esperando una respuesta a mi pregunta, la verdad nunca había estado en un lago tan hermoso, eso hizo que me enamorara mas de el.

-Jajaja, no es ningún lugar secreto, aunque por el dificil acceso lo parece- dije sonriendo- Es un hermoso paisaje que encontré de camino al lugar donde te conocí, y decidí que si encontraba el amor la traería aquí, no tiene nombre, así que te dejo ponerle el que gustes para este lugar tan romántico

Tras decir eso le di un beso y me senté frente al agua, esperando su respuesta, a ver que nombre se le ocurriría para aquel lugar.

Me quede impresionada, es...es... Impresionante. Me puse a penas que nombre estaría bien para este paisaje...mela pensé por mucho y por fin llege a una conclusión...

*me gustaría que se llamara upendi y creo que sabes lo que significa*

Me sonroje era lo mas hermoso que me había pasado en la vida, me acerque ah el y lo bese...

Después de un rato pensando a Leiza se le ocurrió llamarle Upendi a aquel lugar, yo me quedé pensando para ver si sabía lo que significaba, mientras ella se acercó a mí y me dio un beso, finalmente di con la respuesta.

-Sí, se lo que significa- dije sonriendo- Pues no hay más que hablar, este lugar será nuestro Upendi

Después decir eso la acaricié suavemente, estuvimos un buen rato los dos sentados ahí juntos mirando el agua, deseaba que ese momento durara para siempre, pero un fuerte ruido nos sacó que aquel momento tan romántico.

Estábamos viendo el agua cuando algo nos sobresalto

*que fue eso?*pregunte pero por mas que estaba no salir,mi curiosidad ganó cuando salí no había nadie. Creo que tal vez alguien nos jugaba una broma camine por las orillas de nuestro sitio cuando di por fin con lo ue nos sobresalto...era un león...me voltee y salí corriendo en busca de shiro...la mirada de ese león me aterro...cuando llegue lo abrase y desee no ver salido a averiguar

OFF ROLL: Haré lo mismo que tú, cuando use el movil lo pondre entre asteriscos el dialogo.
ON ROLL:

Leiza se fue a investigar, la verdad, me preocupó que fuera sola, pero pensaba que no había ningún peligro, gran error, pues regresó aterrada y me abrazó.

*-Querida, ¿estás bien?, ¿qué te ha pasado?- dije preocupado*

No hizo falta que respondiera, pues por el mismo camino por donde había venido ella apareció un león, que por cierto me sonaba bastante. Le di vueltas a la mente para ver si caía, en eso él dijo mi nombre como si escupiera cada letra de él y enseguida le reconocí, era quien una vez fue mi hermano.

*-¿Rash?- pregunté sorprendido*

El león esbozó una siniestra, acababa de responderme, en eso me asusté, pero no por mí, sino por lo que podría hacerle a Leiza.

Quede en shock. Ese león me aterraba y por algún motivo shiro lo conoce. Me puse detrás de shiro y desde hay le pregunte...

*lo conoces?,shiro. Quien es?*

El ambiente se ponía tenso y no necesita ver para darme cuenta que no despegaba su vista de mi, eso hacia que me asustara mas...empezó a caminar hacia nosotros y yo comencé a temblar jamas había visto un león asi...